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Lidera Ecosur rescate de orquídeas del Soconusco

Por Susana Paz

México, DF. 7 de febrero de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El rescate, conservación y restauración de la población de orquídeas nativas, son los principales objetivos del Programa para el Cultivo Sustentable de las Orquídeas del Soconusco, que recientemente cumplió 15 años y se festejó con una iniciativa promovida por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para extenderlo a todo el país.

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De acuerdo con la investigadora de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Anne Damon, especialista en el estudio de orquídeas (Orchidaceae) desde hace más de 16 años y precursora del proyecto, el programa inició en 1999 trabajando principalmente con productores de café y cacao de las alturas medias y altas del Soconusco (Chiapas). Durante estos años, capacitaron a más de 100 personas en varias comunidades, sin embargo, no todas dieron seguimiento.

Las orquídeas pertenecen a un grupo de plantas llamado epifitas, lo que implica que su desarrollo es por adhesión a los troncos y ramas de los árboles, arbustos e incluso los tallos leñosos de bejucos, palmas y helechos arbóreos. El Soconusco, afirmó la doctora Anne Damon, es la segunda zona más importante en cuanto a diversidad de especies de orquídeas registradas en el país, sólo detrás de la zona El Mormón-Las Margaritas-Montebello, ubicada también en Chiapas. No obstante, de las 314 especies registradas en la región, aproximadamente la mitad ya han desaparecido.

dra anne damon campoDra. Anne Damon en campo.“El programa empezó como respuesta a las evidencias de los escalofriantes niveles de saqueo de orquídeas de la naturaleza, además de la destrucción y contaminación de los últimos fragmentos de selvas y bosques en el área. Aunque el Soconusco es renombrado por ser la segunda región con mayor riqueza de orquídeas en México, en la actualidad persisten únicamente en cafetales tradicionales, algunos potreros y acahuales con árboles viejos, en fragmentos de selvas o bosques, y en Áreas Naturales Protegidas”, explicó la investigadora.

Y es que aseguró que quedan ya muy pocos fragmentos de selvas y bosques intactos y saludables en la zona. Por ello, una de las mejores oportunidades para la conservación de las orquídeas y muchos otros elementos de la biodiversidad era la manutención y hasta ampliación de las plantaciones de café tradicional y orgánico, los cuales permitían un entorno de naturaleza saludable pues no alteraban el ecosistema y contribuían a la adaptación de unas 30 a 40 especies de orquídeas pequeñas, hasta miniaturas, que crecían en los cafetos mismos, especialmente en los cafetales más viejos, aunque afirmó que estos también casi han desaparecido.

En este contexto es que surgió el programa de cultivo sustentable, que pretende dar respuesta a la problemática ambiental de la zona, además de replicar en otras regiones del país los avances obtenidos.

Objetivos y métodos

A través del programa se busca el rescate y conservación de las orquídeas nativas de la región, además de su aprovechamiento sustentable por medio de la elaboración de artesanías con flores de orquídeas, como alternativa económica para algunos pobladores de la zona cafetalera del Soconusco que padecen de altos niveles de marginación, tasas de migración elevadas, abandono del campo y cambios drásticos en el uso de suelo, afirmó la investigadora.

artesania orquidea webArtesanía con flor de orquídea.“Lo que se pretende es la repoblación de la zona cafetalera, fragmentos de selvas y bosques, y las zonas de amortiguamiento de las Áreas Naturales Protegidas con orquídeas nativas provenientes de la división vegetativa y, a largo plazo, de la propagación simbiótica por semilla de las orquídeas en los cultivos en las comunidades”, explicó.

Se intenta rescatar plantas de orquídeas en árboles secos, o tiradas en el piso como resultado de la poda y tumba de árboles y cafetos: “A las plantas rescatadas se les ofrece una segunda oportunidad de vida. Primero queremos que se recuperen, crezcan y se reproduzcan, para que luego se puedan dividir y llevar la mitad de las divisiones a establecerse de nuevo en sitios seguros seleccionados en los fragmentos de selvas, bosques y cafetales. La otra mitad se vuelve a sembrar en sustratos para seguir sus vidas en las galeras”, afirmó Anne Damon.

Además, en las comunidades ofrecen capacitación gradual, repetitiva y práctica, un seguimiento a largo plazo y, para reforzar el proceso de enseñanza, brindan a cada integrante una guía práctica.

“Se enseña a los productores sobre los problemas ambientales que enfrentamos en la región, aspectos básicos de la biología y ecología de las orquídeas, las leyes y normatividades nacionales e internacionales para la protección de flora y fauna, y las técnicas para el cultivo sustentable de las orquídeas. Se forman grupos para monitorear todas las áreas naturales y cultivadas del ejido para rescatar la mayoría de las orquídeas que se encuentran en malas condiciones”, aseveró la especialista.

Cultivo sustentable 

Los métodos de cultivo utilizados, según la doctora Damon, son sencillos y se basan en el conocimiento de los hábitos y requerimientos ecológicos de las orquídeas adquiridos durante varios años mediante los trabajos de investigación en campo.

“Las orquídeas tienen preferencias de altitud, temperatura, niveles de sombra y tipo de sustrato que hay que respetar; una orquídea de la costa no va a prosperar en un cultivo en una comunidad ubicada a 2 mil 500 metros. También son varias las especies que no se van a adaptar a estos cultivos rústicos, como las encantadoras miniaturas del género Lepanthes, muchas de las cuales solo prosperan en condiciones de humedad”, explicó.

galera orquideas webGalera de orquídeas.El método consiste en colgar las orquídeas del techo de una galera y hay varias opciones para la construcción de esta –las cuales dependen de las posibilidades económicas del productor–, que van desde estructuras rústicas hechas con horcones y alambre, armazones de postes de concreto y techo de alambre galvanizado, hasta estructuras metálicas estéticas y de larga duración.

También, agregó la experta, hay varias opciones de sustratos a los cuales se amarran las orquídeas, como son la corteza de árboles (los más recomendables son de cedro, roble y chico zapote), bambú, tejas de barro viejas, canastas con trozos de corteza, y para especies pequeñas la cáscara de la semilla del Pataxte (Theobroma bicolor Bonpl, del mismo género que el cacao o Theobroma cacao L.). Se utiliza hilo de pescar (calibre 50) para amarrar las plantas a los sustratos.

“Parte fundamental del programa son los cuidados que los productores les dan a las orquídeas. Tienen que regar las plantas en ciertos momentos y respetar ciertos horarios; revisarlas minuciosamente cada semana para detectar y eliminar plagas o enfermedades, y siempre sería deseable mantener una bitácora de floración y fructificación de las plantas a su cargo. Finalmente, en el programa se da seguimiento a largo plazo y cada dos o tres meses los productores reciben una visita en la cual se buscan soluciones para los problemas y se hacen recomendaciones para la mejoría del cultivo”, aseveró la investigadora.

Importancia de las orquídeas

recuadros cifras orquideas soconuscoLas orquídeas, al estar dentro del grupo de epifitas, significa que son plantas que viven pegadas a los troncos y ramas de los árboles, arbustos e incluso los tallos leñosos de bejucos, palmas y helechos arbóreos, pero no son parásitas, es decir, no obtienen sus nutrientes de los árboles en donde habitan. Se ubican allí para acercarse al sol, desarrollando este hábito tras el proceso de evolución porque en las verdaderas selvas y bosques penetra muy poca luz al piso.

“Estas plantas no tienen sus raíces en la tierra, sino que se extienden encima de los troncos y ramas. Contrario a lo que supone la mayoría de la gente, las orquídeas no son parásitas, no penetran los tejidos de su árbol y no les extraen nada, sino que se alimentan de los nutrimentos disueltos en el agua de la lluvia y las acumulaciones de material orgánico a su alrededor. Por ende, son muy importantes en bosques y selvas para atrapar y reciclar nutrientes, especialmente nitrógeno”, expuso la especialista.

Y agregó que de la diversidad total de bosques y selvas tropicales húmedos, el 30 y hasta el 50 por ciento de las especies que se encuentran en ellos son epifitas, es decir que habitan exclusivamente en la copa de los árboles y pueden aportar mayor biomasa y producto fotosintético que los mismos árboles.

“La devastación parcial o total de las selvas y bosques ha impactado fuertemente en todo el planeta, y el sureste de México no es excepción. La deforestación propicia erosión, deslaves, pérdida de fertilidad de los suelos, inundaciones y cambios notables en el clima. El huracán Stan en 2005 podría ser una de los señales de alarma y la muestra más importante del efecto de la deforestación en la región del Soconusco que, por supuesto, también implica la extinción de un elevado número de especies de epifitas, insectos, aves, mamíferos y reptiles”, aseveró.

Futuro protegido

trabajo gente webTrabajos con la gente.Como parte del programa, en los últimos años se han establecido dos Unidades de Manejo Ambiental (UMA) para el rescate, cultivo sustentable y conservación de orquídeas: una en Santa Rita de las Flores (municipio de Mapastepec, zona de amortiguamiento de la reserva de la biosfera El Triunfo) y una en Benito Juárez El Plan (municipio de Cacahoatán. Zona de amortiguamiento de la reserva de la biosfera Volcán Tacaná). Otra UMA más está en trámite, que corresponde a la comunidad de Barrio Nuevo, también en Cacahoatán.

“En estas mismas comunidades se espera promover la nueva categoría de café, Café Orquídea, como actividad económica complementaria. A su vez esperamos motivar a más comunidades dentro de las áreas de influencia, a unirse con este esfuerzo y registrarse también como UMA”, comentó.

Además, como parte de las actividades de las UMA se han formado sistemas de alerta y brigadas de rescate para monitorear las áreas naturales y cultivadas de sus ejidos, y rescatar la mayoría de las orquídeas que se encuentran tiradas en el piso o en condiciones precarias por las tormentas y la tala o poda de árboles.

A su juicio, los logros de las UMA son la conservación y restauración de las poblaciones de las orquídeas que aún persisten en los ejidos, además de contribuir al bienestar de las comunidades por generar un bien derivado de un manejo sustentable de la biodiversidad; así como el desarrollo de un vocabulario a nivel regional de nombres comunes para estas plantas.

recuadro crecimiento orquideas web02Con una formación en zoología, horticultura y manejo integrado de plagas, la doctora Anne Damon es investigadora titular con 22 años de trayectoria en Ecosur, unidad Tapachula, de los cuales seis trabajó en el área de plagas de café y los últimos 16 en el tema de orquídeas. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel I, y tiene 38 publicaciones científicas, de las cuales la mayor parte son de temas relacionados con estas plantas.

La especialista ha desarrollado el Jardín Botánico Regional El Soconusco, y el Herbario del Ecosur unidad Tapachula, además de impartir el Diplomado en Educación Ambiental; en 2014 dio el primer Taller de Ciencias de Plantas para Jóvenes, que también se pretende ofrecer anualmente en esta sede del Ecosur.

“El Programa para el Cultivo Sustentable de las Orquídeas ha persistido en el Soconusco con largos lapsos sin actividad, pero siempre con la idea de seguir. Se ha enfrentado a una gran inercia, falta de recursos, problemas sociales y religiosos entre los comunitarios; sin embargo, la Conanp quiere avanzar con sus metas de la conservación de los recursos naturales y la capacitación de los pobladores de las áreas protegidas. Por ello, quiere financiar proyectos que pueden servir como modelo para la conservación a futuro. Se seleccionó este programa por haber pasado la prueba de tiempo y persistencia”, expresó la especialista.

A largo plazo, pretenden ampliar y consolidar el programa en todas las áreas protegidas del sureste de México, para frenar el saqueo de orquídeas en la región y lograr el establecimiento de sitios permanentes y seguros de restauración de poblaciones de por lo menos 100 especies de orquídeas.

Como respaldo y para poder ampliar los conocimientos sobre estas plantas y generar mejores técnicas para conservarlas, se mantienen colecciones importantes de orquídeas vivas en dos altitudes, en el Jardín Botánico Regional El Soconusco (municipio de Tuzantán) a 80 metros; y su anexo, el Orquideario Santo Domingo (municipio de Unión Juárez) a 1010 metros, ambos proyectos de Ecosur.

 

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