El Colegio San Ildefonso en colaboración con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), Promotora Cultural Cubo Blanco A.C. y Trilce Ediciones presentan la esposición El arte de comer insectos, del 9 de octubre del 2019 al 2 de febrero del 2020, en la Ciudad de México.
Un recorrido histórico, científico y artístico que muestra la importancia de los insectos en la culinaria mexicana. Esta exhibición presenta más de 180 piezas arqueológicas, fósiles en ámbar, obra en técnica mixta, cajas entomológicas, ilustraciones científicas, óleos, grabados, objetos de época, fotografías y video.
México es el país del mundo que más insectos tiene incorporados a su cocina como parte de la dieta tradicional y cotidiana. Para conocer más, esta exposición estará acompañada de conferencias, mesas de discusión, cursos, talleres, ciclo de cine y más.
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Programa de la exposición
Por Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro. 26 de abril de 2019 (Ciencia MX-Concyteq).- De acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a nivel mundial se conocen alrededor de mil 400 especies de cactáceas, de las cuales 669 están en México -518 endémicas- distribuidas en los desiertos de Chihuahua y Sonora; los valles de Hidalgo y Querétaro; la región de Tehuacán-Cuicatlán, en Puebla y Oaxaca, así como San Luis Potosí.
Karla Melissa Gómez Almazán.
Ante esto, un grupo de especialistas de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN), de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), desarrollan investigación científica desde hace más de 10 años sobre taxonomía molecular y evolución de varias especies de cactáceas, a través de su Laboratorio de Genética Molecular y Ecología Evolutiva. El objetivo, es caracterizar y documentar la variabilidad genética de estas plantas, identificar su ubicación geográfica, las zonas con mayor diversidad y la relación genética existente entre sus diferentes poblaciones.
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Por Mónica Alba Murillo
Cancún, Quintana Roo. 27 de marzo de 2019 (Ciencia MX).- Un túnel de piedra sombrío conduce a una puerta simulada con cuerdas de gruesas fibras de henequén que revela, al atravesarla, un espectáculo multicolor en vuelo. En medio de un espacio selvático, lleno de luz y ligeras notas musicales de fondo, revolotean cientos de mariposas de brillantes colores y diversos tamaños. Se trata del mariposario en Riviera Maya, Quintana Roo, que conduce desde hace 25 años uno de los programas de investigación, manejo y reproducción de mariposas de mayor éxito en México.
Los mariposarios son espacios cerrados en donde a través del control y monitoreo de temperatura, humedad, vegetación, sustrato y alimentación, mantienen y reproducen ejemplares vivos de mariposas. En la mayoría de los casos, los mariposarios cumplen objetivos de exhibición como atractivo natural.
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