Descontaminación de maíz para alimentación avícola
Por Ameyalli Villafán
México, DF. 9 de junio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- De acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, el sector avícola representa el 63 por ciento del valor de la producción pecuaria en el país. En 2013, la Unión Nacional de Avicultores reportó una producción de 5.5 millones de toneladas.
En ese contexto, Samantha Jardon Xicotencatl, maestra en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal, desarrolló, bajo la dirección del doctor Abraham Méndez Albores, una investigación para descontaminar el maíz destinado a la alimentación avícola a partir de una solución electrolizada de superoxidación con pH neutro, que inactiva las aflatoxinas del grano.
En el laboratorio 14 de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, la maestra Jardon Xicotencatl y el doctor Méndez Albores explicaron el proyecto que llevó a la universitaria a ganar el premio Fernando Galindo Ramírez por la mejor investigación en avicultura.
“Una de las principales razones por la que elegimos trabajar con aves es porque la avicultura es la principal industria transformadora de proteína vegetal en animal. Además, esta industria demanda muchos granos como el maíz, el cual puede ser contaminado”, detalló Jardon Xicotencatl.
¿Qué son las aflatoxinas?
De acuerdo con un artículo de la revista Ciencia, escrito por los doctores Abraham Méndez Albores y Ernesto Moreno Martínez, las aflatoxinas son un tipo de micotoxinas producidas por algunas cepas de los hongos Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus, y aparecen tanto en campo como en el almacenamiento de algunos alimentos.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Méndez Albores puntualizó que las aflatoxinas “son sustancias tóxicas producto del metabolismo secundario de ciertos
hongos que crecen en los alimentos”. El especialista agregó que está comprobado que estas afectan la salud de los seres humanos y de los animales: “Son sustancias que pueden desarrollar problemas a nivel genético, es decir, causar cáncer”.El doctor ejemplificó que si desde el almacén no se controla la temperatura ni humedad de los granos, las esporas del hongo pueden germinar. “Estos granos van destinados a alimentación humana o animal, por lo que ponen en riesgo la salud pública”, detalló.
Otra de las características que tienen las aflatoxinas es que son termorresistentes. “Esto es que no pueden ser inactivadas por un proceso térmico como el hervir, freír o tostar. Las aflatoxinas resisten una temperatura promedio de 260 grados Celsius, y casi ningún proceso que involucre calor llega a esas temperaturas, sobre todo con tiempos considerables de exposición”, explicó.
Ante la pregunta de por qué aparece el hongo, el doctor Méndez Albores expuso que este “es un patógeno oportunista que espera una situación de estrés en las plantas para invadirlas, colonizarlas y producir la toxina”.
Detalló que entre los factores que causan estrés en las plantas se encuentran las altas densidades de siembra, el riesgo no oportuno (estrés por sequía) y las temperaturas elevadas. Los insectos también son punto crucial en la dispersión de las esporas del hongo.
El investigador de la UNAM aclaró que no existe una relación directa en el hecho de que el maíz tenga hongos y haya toxinas. “Puede ser el caso de que el grano no tenga presencia del hongo pero sí toxinas, puesto que estas no son perceptibles a simple vista. Nosotros las extraemos en el laboratorio por un método inmunoquímico y las cuantificamos por fluorometría”, agregó.
Proceso en laboratorio
En entrevista, la maestra Samantha Jardon explicó el procedimiento que llevan a cabo en el laboratorio para poder extraer las toxinas presentes en los granos de maíz. “Realizamos una molienda con cloruro de sodio y metanol, y la pasamos por una columna que tiene diferentes estructuras proteicas que llamamos anticuerpos. La aflatoxina tendrá una afinidad directa y quedará unida. Todo lo demás se desecha”, dijo.
Después, añadió la especialista, rompen el enlace previamente hecho y se recupera la toxina solamente. “Mediante fluorometría y con la adición de un revelador que permite que, bajo cierta longitud de onda, el aparato pueda leer y detectar la cantidad numérica de toxinas de nuestras muestras en una lectura expresada en nanogramos por gramos”, manifestó.
La investigación aún no se ha puesto a prueba con animales. “Lo que hemos trabajado es con líneas celulares hepáticas humanas (HepG2) que permiten determinar si podrá tener una aplicación en la siguiente etapa”, mencionó la maestra en Ciencias.
Jardon Xicotencatl comentó que una de las dificultades que encontró en el desarrollo de su trabajo fue que, al ser una investigación nueva, no hay muchos antecedentes sobre el tema. “Pero eso también suele ser un reto (...) Empezar a establecer y desafiar las condiciones de trabajo con las cuales íbamos a arrancar llevó más tiempo”, dijo.
Por su parte, el doctor Abraham Méndez Albores mencionó que el objetivo de su trabajo en laboratorio es generar métodos de descontaminación que sean aplicables a la industria y que estos sirvan a la sociedad.
Vínculo con Esteripharma
Esteripharma S. A. de C. V. es una empresa que se ubica en el Estado de México. Se dedica a la innovación de productos antisépticos con pH neutro. Esta firma desarrolló la solución electrolizada de superoxidación hecha a base de agua y cloruro de sodio, con la cual trabajó el equipo de la FES Cuautitlán y de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
“En nuestro laboratorio trabajamos con maíz y su descontaminación, por lo que buscamos alternativas químicas o físicas que puedan tener ese efecto. Así fue como nos acercamos a la empresa”, relató Méndez Albores.
Investigación mexicana
En cuanto al trabajo en laboratorio y su investigación, la maestra Jardon Xicotencatl consideró que la labor que realiza es muy enriquecedora. “No solamente se da entre instituciones que
La investigación se llevó a cabo gracias a una convocatoria del Programa de Estímulos a la Investigación (PEI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en la modalidad Proinnova, la cual busca que las empresas se vinculen con al menos dos instituciones de educación superior o dos centros de investigación. |
tienen especializaciones distintas, sino que también hay grupos de trabajo que tienen perfiles de formación diferentes y todos integramos ideas para poder desarrollar las tecnologías”, manifestó.
Agregó que otro aspecto importante es que la tecnología que desarrolla no llega solamente a grandes empresas sino a los pequeños productores que podrán resolver problemáticas cotidianas. Explicó que su proyecto no causará daños al medio ambiente y tendrá alcances con recursos limitados, pues “no necesita equipos muy avanzados o costosos”.
Asimismo, Méndez Albores comentó que la tecnología que proponen está hecha en México. “Aprovechamos la capacidad de la solución electrolizada de superoxidación con pH neutro y damos una aplicación de interés, ya que el maíz es uno de los alimentos básicos para los mexicanos y también para la fabricación de alimentos balanceados”, detalló el doctor en Ciencias.
Premio a la mejor investigación en avicultura
En marzo pasado se llevó a cabo el congreso de Aviespecialistas de México A. C., en San Juan del Río, Querétaro. Jardon Xicotencatl participó en un concurso realizado a propósito del evento, bajo el rubro de investigación aplicada a la industria avícola, y obtuvo el primer lugar en la categoría especial.
La maestra mencionó que en sus planes a futuro está integrarse al doctorado y darle continuidad al proyecto para poder llevar esta tecnología a la parte in vivo con animales, con el fin de dar un mayor sustento a su investigación.
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