La Facultad de Química de la UNAM cumple 100 años
Por Yureli Cacho Carranza
México, DF. 18 de enero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Este 2016 la Facultad de Química (FQ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cumple 100 años de existencia y para conmemorarlos se trabaja en incrementar y fortalecer la labor docente, de investigación, así como de vinculación con la industria o el sector productivo y la sociedad, comentó el doctor en fisiología y bioquímica microbiana, Jorge Manuel Vázquez Ramos, director de la FQ de 2011 a 2019.
Imagen cortesía de Guadalupe Díaz Silva.
"Es una de las mejores instituciones educativas en química del país y Latinoamérica, su participación ha resultado fundamental en el avance económico y social de México. Aquí se ha formado a más de 45 mil profesionales y posgraduados en diversas ramas de la química, quienes han impulsado el desarrollo de distintas industrias, creado instituciones educativas, así como centros de investigación", reconoció en conferencia de prensa el doctor Vázquez Ramos.
Actualmente, la FQ tiene una plantilla de mil 115 académicos, de los cuales 70 por ciento tiene estudios de posgrado y 166 académicos de tiempo completo pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Originalmente, el 23 de septiembre de 1916, la FQ se fundó como Escuela Nacional de Química Industrial o Industrias Químicas. Un año después, la escuela fundada por el doctor Juan Salvador Agraz y Ramírez de Prado, se incorporó a la Universidad Nacional de México (Autónoma en 1929). En 1935 se le denominó Escuela Nacional de Ciencias Químicas y se trasladó a Ciudad Universitaria en 1957. La categoría de facultad la obtuvo en 1965 al impartir estudios de posgrado.
Hace dos años, miembros del Patronato de la FQ —organización que además de la UNAM no tiene ninguna otra de sus escuelas— consideraron realizar una Campaña Financiera denominada 100 x los cien por la centuria de la facultad, porque qué mejor manera de celebrar que incrementar la infraestructura y seguir formando alumnos de excelencia, ahora mediante cinco magnos proyectos.
Objetivos de 100 x los cien
Con el apoyo de instancias gubernamentales, fundaciones, exalumnos, empresas y público en general, se estimó reunir 100 millones de pesos (de ahí el nombre de la campaña) para, en primer lugar, la renovación y ampliación del equipo de alta especialización de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Investigación y a la Industria (USAII), con la finalidad de ofrecer mejores servicios analíticos en el ámbito de la salud, alimentario, farmacéutico, petrolero y metalúrgico.
En segunda instancia, erigir una nueva sede para la FQ dentro del Parque Científico Tecnológico de Yucatán, la cual, además de contar con un centro de investigación en química verde o ambiental, contará con laboratorios para el desarrollo de investigación en genómica y diabetes con la finalidad de incrementar la calidad de vida de quienes padecen esa enfermedad, así como síndrome metabólico.
Como tercer punto, implementar cátedras con profesionales de alto prestigio académico, científico e industrial para que compartan sus conocimientos con los estudiantes tanto de licenciatura como de posgrado y los acerquen a nuevos procesos tecnológicos y de investigación.
Dr. Mario Molina. Imagen cortesía de Guadalupe Díaz Silva.Otro de los propósitos fue la reconstrucción del Edificio Río de la Loza, ubicado en Tacuba, para la impartición de la maestría en alta dirección, además de cursos y diplomados organizados por la Secretaría de Extensión Académica. Esta moderna sede de la FQ se inauguró el pasado abril.
El más ambicioso de los cinco proyectos, concretado en octubre de 2015, es la construcción del Edificio Mario Molina (EMM), denominado así para rendirle homenaje al Premio Nobel de Química 1995, José Mario Molina Pasquel y Henríquez, exalumno de ingeniería química (1960-1965) de la FQ.
"Para mí es emocionante y muy importante que lleve mi nombre porque esta es mi casa de estudios y dada la importancia de las actividades que tendrán lugar en este edificio, muchas en colaboración con el sector empresarial que depende en gran medida de la ciencia y la química, instrumentos extraordinarios están disponibles para trabajar con la sociedad y el sector industrial", aseveró durante la inauguración el doctor fisicoquímico.
El edificio cuenta con sofisticados equipos de alta resolución analítica y constituye un espacio de gestión y transferencia tecnológica, afirmó el doctor Vázquez Ramos, miembro nivel III del SNI.
Tecnología de última generación
El edificio está construido sobre una superficie de mil 900 metros cuadrados con concreto estructural premezclado, 238 toneladas de varillas de acero, paneles de fibrocemento elaborados con la más avanzada tecnología (lo que lo hace ligero y resistente), tubería de cobre, 710 luminarias tipo led y una orientación que aminora la radiación solar para evitar 
Imagen cortesía de Guadalupe Díaz Silva.el sobrecalentamiento interior. Además de entrepisos de concreto para reducir vibraciones que podrían afectar el desempeño del equipo de laboratorio —valuado en más de 200 millones de pesos—, el EMM alberga la USAII, misma que tiene sofisticados equipos de alta resolución analítica y ofrece técnicas de espectroscopía atómica, difracción de rayos X de monocristal, microscopía electrónica, espectrometría de masas, resonancia magnética nuclear, reología y muchas otras.
La Unidad Sur del , institución que busca soluciones para la protección del medio ambiente, uso de energía y prevención del cambio climático es otra de las áreas del EMM.
"Gracias a la conexión que ahora tenemos con la UNAM podemos expandir nuestras actividades académicas porque en nuestro centro trabajamos sobre todo con los tomadores de decisiones para formulación de políticas públicas. Sin embargo, necesitamos generar trabajos de investigación científica que ahora ejecutaremos en este edificio, lo que es fundamental para concretar proyectos que eventualmente incidan en cambios trascendentes para la sociedad", manifestó el doctor Molina Pasquel y Henríquez.
La Secretaría de Extensión Académica de la FQ, que año con año promueve convenios con la industria, instituciones y organizaciones del país y del extranjero para ofrecer cursos y diplomados tanto presenciales como en línea o videoconferencias, se encuentra ahora dentro del EMM.
La superficie total de construcción del EMM es de tres mil 620 metros cuadrados y entre la planta baja y los tres pisos que lo conforman cuenta con 17 laboratorios, dos bodegas de reactivos, un par de subestaciones eléctricas, más dos cuartos de tableros eléctricos, además de un cuarto de cilindro de nitrógeno líquido, uno de frío, otro de compresores, cuatro habitaciones de voz y datos, 16 cubículos para investigadores, más 22 adicionales y 51 áreas libres para estaciones de trabajo, aparte de salas de juntas, seminarios o reuniones, elevadores, comedores, entre otros servicios comunes.
Adicional a la USAII, la Unidad Sur del Centro Mario Molina y la Secretaría de Extensión Académica, la Coordinación de la Maestría en Administración Industrial, así como la Unidad de Vinculación de la Química (UVQ) y las oficinas de vinculación con el Patronato de la FQ y con egresados, son los siete departamentos que operan en el EMM.
"El edificio concentra gran parte de los servicios de vinculación de la Facultad de Química con la academia, el sector público e industrial del país; nos trajimos a todas las unidades de vinculación para que este edificio funja como puente de comunicación y contribuya a la atención de los grandes problemas nacionales. La oficina de la transferencia de tecnología se encargará de ver los tipos de desarrollos tecnológicos que hace la facultad y a quién se le transmiten al sector productivo", concluyó el director Vázquez Ramos.
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