Día Mundial del Paludismo: México, en etapa de su preerradicación
Por Carmen Báez
México, DF. 25 de abril de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El 25 de abril se conmemora el Día Mundial del Paludismo, una fecha instituida en 2007 por los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una ocasión para hacer notar la importancia de la prevención y eliminación de esta enfermedad. El lema de este año es Invertir en el futuro. Vencer el paludismo.
El paludismo o malaria es una enfermedad infecciosa grave y en ocasiones mortal, producida por el parásito Plasmodium, que se transmite por la picadura de las hembras del mosco Anopheles. Los síntomas del paludismo se presentan después de siete días de haberse efectuado la picadura del insecto. Las principales manifestaciones son fiebre, náuseas, dolor de cabeza y muscular.
Para 2016, la OMS fijó una nueva estrategia contra la enfermedad, que consiste en reducir el número de casos y muertes por causa del paludismo en un 90 por ciento en comparación con las cifras actuales; todo esto en un periodo de 15 años.
De acuerdo con el organismo internacional, este proyecto, que se presentará en mayo durante la Asamblea Mundial de la Salud, también contempla la eliminación completa de la enfermedad para el año 2030; en el último decenio, solo cuatro de 39 países han certificado estar libres de paludismo.
En este sentido, el doctor Filiberto Malagón Gutiérrez, investigador del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSA) el país se encuentra en la etapa de preerradicación de este fenómeno.
Como antecedente, señaló que en 1950 las autoridades nacionales detectaron que el 58 por ciento del territorio nacional era susceptible a la transmisión del paludismo, lo que permitió saber cuáles eran en su momento los lugares a los que se debía brindar mayor importancia para su atención; solo dos o tres años más tarde, el número de personas infectadas decreció “de una manera extraordinaria”, dijo Malagón Gutiérrez.
El investigador señaló que en México, los parásitos Plasmodium falciparum y Plasmodium malariaehan sido casi eliminados. Actualmente, en el país los principales transmisores del paludismo son las especies Anopheles pseudopunctipennis, Anopheles albimanus y Plasmodium vivax; este último, dijo, persiste como la especie dominante transmisora de la enfermedad en territorio nacional.
Un problema difícil de atacar
A pesar de las acciones para su erradicación, el investigador de la UNAM destacó que existe una serie de factores que imposibilitan este objetivo; el principal y más importante son personas portadoras del parásito, seguido de las migraciones humanas y los conflictos en zonas susceptibles al paludismo.
“Los portadores de parásitos del paludismo que no presentan síntomas son posibles fuentes de infección para mosquitos, a esto se le denomina inmunidad clínica, por lo que un sujeto con paludismo en un grupo representa un riesgo para la comunidad. Permite la permanencia de la transmisión de una manera constante”, explicó el parasitólogo Malagón Gutiérrez.
Las migraciones humanas, agregó el entrevistado, pueden llevar consigo parásitos del paludismo, de tal forma que un grupo de personas, al llegar a un lugar donde se propicia la transmisión, aunque se haya controlado el problema, es un reservorio importante de parásitos que infectan al mosquito.
Con respecto al tercer componente que complica la erradicación de este padecimiento, el científico explicó: “Las áreas de conflicto, que justamente coinciden en las zonas malarias, resulta difícil conocer su situación; y por ende hace imposible determinar la realidad de la enfermedad en el país”.
Estudios para encontrar la cura
Actualmente, el investigador de la UNAM –quien trabaja desde hace 40 años el tema de la malaria– y su equipo de colaboradores realizan proyectos relacionados con encontrar la cura de esta enfermedad.
Para ello, trabajan en laboratorio con ratones a los que les infectan malaria. De estos estudios, los especialistas en microbiología y parasitología observaron que algunos de los roedores han presentado defensas en la respuesta inmunitaria contra los parásitos Plasmodium.
“Esta respuesta inmune provoca en los roedores el inicio del desarrollo del cáncer, y en la naturaleza posiblemente puede ocurrir lo mismo. Tenemos la hipótesis de que la respuesta inmune del propio individuo, que se genera después de haber adquirido la infección y se ha vuelto inmune, puede desarrollar en un futuro tumores malignos”, comentó.
Otras posibles formas de transmisión
En uno de los experimentos del doctor Malagón Gutiérrez, también realizado con ratones, se demostró que el paludismo se transmite por vía oral. Estos resultados se publicaron hace varios años en el libro Research oral transmition of malaria.
“Esto nos dio pie a pensar que podría ocurrir lo mismo en la naturaleza. Es decir, no era necesario la presencia de un mosquito para la transmisión, por lo que podría suceder en las cadenas alimentarias: si un animal infectado es tragado por otro animal, adquiere la infección. Es posible que esto haya ocurrido al principio del origen de los Plasmodium–el parásito del paludismo–”, explicó el especialista.
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