Estudios sobre desnutrición revelan problemas en los músculos
- El músculo constituye entre 40 y 50 por ciento del peso total de una persona y son los varones quienes tienen mayores problemas en el tejido muscular.
- Otras complicaciones de la desnutrición tiene que ver con el bajo nivel de aprendizaje, problemas de percepción e inclusive la infertilidad.
Por Maru Molina
México D. F., a 02 de julio de 2014 (Agencia Informativa CONACYT).- En el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), la doctora Azucena Ruiz, realiza estudios de investigación sobre los efectos de la desnutrición en el desarrollo de los músculos esqueléticos.
La necesidad exacta de energía diaria viene determinada por edad, tamaño corporal, nivel de actividad y condiciones fisiológicas.
La desnutrición es un estado patológico caracterizado por la falta del aporte adecuado de energía y/o de nutrientes conforme a las necesidades biológicas del organismo. Una persona mal alimentada presenta alteraciones en músculos, huesos, órganos, vista, oído, cerebro y sistema inmunológico, entre otras partes del cuerpo.
El músculo constituye entre 40 y 50 por ciento del peso total de una persona. Algunos problemas de alimentación traen consigo bajo peso y, por consiguiente, el principal afectado es el músculo.
Los trabajos de la doctora Ruiz revelan que la desnutrición crónica (aquella que se mantiene por un largo periodo), además de reducir dramáticamente el peso y el grosor de los músculos, altera su maduración.
El efecto negativo recae, principalmente, en los músculos que participan en los movimientos de las articulaciones. Los menos afectados son los responsables de mantener la postura del cuerpo, estos mismos músculos tienen la cualidad de ser los más resistentes a la fatiga.
“Hemos observado, con asombro, que un individuo joven desnutrido tiene mayor fuerza y resistencia (por gramo de tejido) que un muchacho con una buena alimentación”, asegura la doctora Ruiz.
La explicación —continúa la investigadora— es que el organismo compensa las deficiencias alimenticias, para lograr adaptarse y contrarrestar la privación crónica de nutrientes durante su desarrollo. Sin embargo, cabe aclarar, que estos mismos resultados no se presentan en adultos y personas de la tercera edad.
“Además, hemos encontrado que la gente desnutrida es más longeva. Aunque los ejemplos anteriores podrían ser positivos, el problema de la desnutrición no es tan simple, ya que trae otras complicaciones, como, por ejemplo, bajo nivel de aprendizaje y problemas de percepción”, afirma Azucena Ruiz, ingeniera biotecnóloga por el Instituto Politécnico Nacional.
El estudio demuestra que, en caso de presentarse esta enfermedad, los varones son quienes tienen mayores problemas en el tejido muscular. “Además, ciertos grados de desnutrición en el hombre podrían desarrollar una posible infertilidad. Esta patología, en ocasiones, provoca espermatozoides de mala calidad, incapaces de fertilizar el óvulo”, informa Azucena Ruiz, quien tiene el doctorado en Ciencias con Especialidad en Neurobiología Celular y Molecular.
Es importante considerar que, si a una persona mal nutrida se le pretende alimentar correctamente, debe tenerse cuidado en lo que ingiere, ya que el consumo excesivo de grasas y azúcares puede desarrollar hipertensión y diabetes.
El metabolismo de un individuo desnutrido está adaptado para trabajar con poco alimento, si éste se le aumenta, tiende a almacenarlo como grasa y, por ello, es factible que desarrolle obesidad y otras enfermedades.
Para obtener el grado de Doctora en Ciencias, Azucena Ruiz Rosado fue acreedora a la beca Apoyos Complementarios para Mujeres Indígenas Becarias, otorgada por el Conacyt.
En 2012, Conacyt acordó con la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) conjuntar esfuerzos, acciones, experiencias y recursos para promover, difundir y fomentar en jóvenes mexicanos de origen indígena la continuación de su formación, por medio de estudios de maestría o doctorado en México y en el mundo. Los posgrados son de reconocido prestigio, y con ello, se coadyuva al fortalecimiento de los grupos indígenas del país, al favorecer su inserción en el mercado laboral nacional.
“Fui becada en la maestría y el doctorado. Soy de origen oaxaqueño y mi familia pertenece a la raza zapoteca”, asegura la doctora Ruiz. A nivel profesional, ha participado en congresos nacionales e internacionales, entre ellos, en Estados Unidos, Alemania y Grecia. En un congreso celebrado en San Diego, California, su trabajo sobre desnutrición fue clasificado como esencial por estar relacionado con problemas de salud y obesidad.
En Europa, asistió a dos convenciones y, por la calidad de la investigación, fue seleccionada entre miles de aspirantes a nivel mundial. “Gracias a la beca otorgada por el Conacyt realicé la maestría y el doctorado dentro de la investigación científica, un área donde me gusta desarrollarme a nivel profesional. Para poder ser acreedora a una beca, se necesita esfuerzo y dedicación. Para aquellos jóvenes que lo requieran, Conacyt es una institución que apoya a quienes deseamos estudiar”, concluyó la investigadora egresada del Cinvestav.
