Vértigo, cuando tu mundo gira sin control
Por Hugo Valencia Juliao
Ciudad de México. 31 de enero de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Una mañana de agosto, al levantarse de la cama, Elisa sintió que todo a su alrededor daba vueltas interminables, la sensación era idéntica a la que experimenta una persona cuando baja de un juego mecánico, pero la situación estaba muy lejos de parecerle divertida.
“Se vuelve muy difícil levantarse y caminar porque la sensación de mareo persiste, trastorna nuestro equilibrio, es muy perturbadora pero no muestra signos externos, entonces es difícil explicar a los demás qué es lo que uno está sintiendo”, explicó Elisa Corona Aguilar.
El vértigo, en todas sus variantes, puede ser tan incapacitante para el paciente, que trastorna su vida al grado de hacerle casi imposible cualquier actividad, porque la sensación persiste aun con los ojos cerrados.
El vértigo y mareo son dos síntomas, es decir, no son diagnósticos y sí sensaciones, explicó el doctor Jorge Madrigal Duval, director médico del Centro de Vértigo y Mareo.
“La definición de vértigo es ilusión de movimiento generalmente rotatorio”, aclaró en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Cuando los pacientes refieren que sienten que las cosas están dando vueltas, hay pocas estructuras que pueden provocar esa sensación, por lo que se puede determinar que es vértigo. En el caso del mareo, son muchas más sensaciones que pueden ser muy diferentes entre sí, dijo Madrigal Duval.
Para el diagnóstico correcto de los pacientes, se tiene que hacer un interrogatorio y cuestionario bastante profundo y así poder, específicamente, saber qué es lo que sienten y encontrar la causa. “Tenemos que entender lo que el paciente está tratando de referirnos, porque son sensaciones muy difíciles de describir”, agregó.
Errores en el diagnóstico
Para Elisa, lo más difícil fue encontrar a un médico que supiera acerca del vértigo, “la mayoría de los médicos no sabe y te da diagnósticos equivocados”.
La problemática en el vértigo y el mareo está relacionada con que no hay una especialidad única que se encargue de ver a los pacientes con este tipo de síntomas.
“Si la causa viene del oído, le toca al otorrinolaringólogo; si la causa viene del cerebro, le toca al neurólogo, y si un paciente tiene un mareo debido a ansiedad, le tocaría al psiquiatra”, comentó el doctor Madrigal Duval.
Estas especialidades convergen en un paciente que tiene estos síntomas de mareo y vértigo, y eso complica el diagnóstico. “Hay muy pocas clínicas en México y en el mundo dedicadas al tratamiento de pacientes con vértigo y mareo”.
Algunas personas que van al médico por mareos recurrentes no son atendidas como se requiere, pues en ocasiones los doctores no están capacitados para diagnosticar y tratar estos problemas, aseguró Jorge Madrigal Duval.
“Tuvimos una paciente de 43 años que había sido tratada en un centro médico grande y catalogaron su problema como del sistema nervioso central, es decir, del cerebro. La reciben en neurología y le hacen una tomografía en donde no encuentran nada, por lo que la regresan al servicio de origen y la dan de alta”.
Esta paciente, según relató el doctor Madrigal Duval, llegó al Centro de Vértigo y Mareo tres meses después de que la habían dado de alta. Finalmente, una resonancia magnética revelaría que tenía varias lesiones severas por esclerosis múltiple, enfermedad neurodegenerativa que causa parálisis progresiva.
“El problema es que si por protocolo mandan a hacer tomografías, las lesiones cerebrales que pueden causar vértigo y mareo no salen en una tomografía”.
El proceso de diagnóstico incluye pruebas auditivas y de la vista, dijo Jorge Madrigal Duval, y tiene una metodología diagnóstica muy específica que es muy poco común en la medicina general, desde preguntas sobre hábitos y preferencias relacionadas con el equilibrio hasta pruebas con cámaras para revisar los movimientos oculares.
Vértigo postural paroxístico benigno
El diagnóstico de Elisa fue que padecía del tipo más común de vértigo y también del más benigno: vértigo postural paroxístico benigno (VPPB), padecimiento relacionado con el oído interno, el cual no pone en riesgo la vida.
En el oído interno existen unos sensores de rotación que son los que perciben los giros de la cabeza; existen tres sensores de rotación en el oído, cada uno por cada plano de movimiento posible de la cabeza.
Los canales que fungen como los sensores de rotación tienen un líquido que se desplaza y avisa al cerebro hacia dónde está girando la cabeza. En el espacio en el cual convergen los tres canales hay unos cristales llamados otolitos, detalló el doctor Jorge Madrigal.
Cuando es VPPB, los otolitos se desprenden, la función de estos cristales es detectar la inclinación de la cabeza. El diagnóstico se realiza mediante el registro videooculográfico del nistagmo posicional y existe un tratamiento específico para cada conducto o canal.
“Cuando estos otolitos se desprenden, caen en los canales que detectan los planos de movimiento de la cabeza, por lo que los pacientes cuando giran la cabeza perciben un giro a toda velocidad. Es un vértigo de duración corta pero es sumamente intenso”, explicó el doctor Madrigal Duval.
El tratamiento consiste en una maniobra terapéutica con el objetivo de acomodar los cristales de nuevo en su posición. Las causas que pueden desencadenar el VPPB son varias, siendo la edad la principal, pues es mucho más frecuente a partir de los 40 años.
“El VPPB es algo que se quita completamente con una maniobra física, el alivio es inmediato, pero también puede volver cualquier día, sin previo aviso. Para mí, lo importante es que ahora sé de qué se trata, no es una sorpresa”, aseguró Elisa Corona Aguilar.
Ese molesto y revelador zumbido
El caso de María Teresa Ocegueda Torres, de 63 años, fue diferente, nunca había sentido nada igual, la sensación la preocupó, con ayuda de su hija y de Internet encontraron el Centro de Vértigo y Mareo. Los primeros síntomas de María Teresa fueron recurrentes y reconoció las posiciones que le causaban una sensación que describía como mareo.
Pero antes, diferentes doctores la vieron, los médicos le decían que tenía infección en el oído, por lo que durante dos meses consultó a diferentes médicos sin sentir mejora alguna, relató en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Cuando María Teresa acudió al Centro de Vértigo y Mareo le diagnosticaron VPPB mediante algunas pruebas, le hicieron la maniobra terapéutica Epley y se recuperó en su totalidad.
Sin embargo, aproximadamente un mes después tenía síntomas como la pérdida parcial de audición y la sensación de zumbidos en el oído. Un día, prácticamente de la nada tuvo una crisis de vértigo mucho más duradera, por lo que regresó al centro.
Fue en ese momento en que el equipo del doctor Madrigal Duval sospechó que pudiera tener otra afección además del VPPB diagnosticado previamente, le hicieron más pruebas y resultó que también padecía la enfermedad de Ménière.
Una crisis recurrente
La enfermedad de Ménière es histórica, pues se describió en 1861 en Francia. Esta consiste en que el paciente comienza a escuchar un zumbido con la consecuente pérdida de audición en el oído afectado. A partir de ahí se presenta una crisis de vértigo a toda velocidad con náuseas y vómito, estas crisis duran, en promedio, de dos a cuatro horas y pueden extenderse hasta las doce horas.
“Lo interesante es que después de la crisis, es decir, al día siguiente, el paciente está como si nada y recuperado de la audición. El problema es que con cada crisis la persona va lesionando cada vez más su aparato vestibular”, comentó el experto.
La enfermedad de Ménière es un padecimiento que representa una de cada 20 consultas de pacientes que acuden con el síntoma de vértigo a una clínica especializada.
El tratamiento que se recomienda en este caso consiste en diuréticos, además de una dieta en la que se prioriza la ingesta de líquidos y se elimina casi por completo la sal.
A partir de seguir el tratamiento, las crisis por Ménière desaparecieron, por lo que María Teresa cumplirá este mes de febrero un año sin experimentar un episodio de esta enfermedad.
Migraña vestibular
Un nuevo diagnóstico que provoca vértigo es la migraña vestibular, apenas desde 2012 la comunidad científica internacional a través de un consenso entre International Headache Society y la Barany Society reconocieron y aceptaron esta enfermedad como una de las causas del síntoma de vértigo.
Esta es un tipo de migraña que, además de dar dolores de cabeza muy fuertes, se caracteriza por las crisis de vértigo. “Generalmente los pacientes con este tipo de migraña son personas muy sensibles al movimiento”, explicó Madrigal Duval.
Asimismo, dijo que este es uno de los diagnósticos más importantes en la actualidad, ya que es la tercera causa más frecuente de vértigo. Sin embargo, es una enfermedad que apenas hace cinco años se aceptó, por consecuencia en años anteriores los diagnósticos se confundían mucho con la enfermedad de Ménière.
El especialista comentó que, en general, no se sabe por qué suceden las migrañas, aunque los científicos han identificado que se heredan y que afectan principalmente a las mujeres en edad productiva; sin embargo, los genes asociados específicamente a la migraña vestibular no se tienen identificados.
Otras de las causas que no son tan comunes y que son más graves tienen que ver con daños al aparato vestibular, es decir, en la parte del oído interno o lesiones cerebrales. Los daños en el sistema vestibular pueden tener un origen viral o hay medicamentos como los aminoglucósidos que pueden llegar a dañarlo irreversiblemente.
Elisa Corona Aguilar es escritora y debido al desconocimiento del tema decidió escribir un libro a modo de ensayo donde relata su experiencia con el padecimiento, “quería que fuera un libro que informara pero que también reflexionara en torno al lenguaje, porque la forma en que comunicamos este padecimiento tiene mucho que ver con su diagnóstico”, comentó Corona Aguilar.
Doctor Vértigo es el nombre del libro que hace referencia a Jorge Madrigal a quien entrevistó varias veces, por lo tanto la información médica del libro es confiable.
“El libro es también una serie de lecturas, de conexiones entre el mundo literario y el mundo médico. Por supuesto también es una recopilación de experiencias personales, así como de experiencias de otros pacientes y su forma de lidiar con el vértigo”, concluyó.
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