¿Cómo afecta la anorexia nerviosa el cerebro?
Por Hugo Valencia Juliao
Ciudad de México. 3 de mayo de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Una investigación del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (INB UNAM) estudia el comportamiento del cerebro en este trastorno psiquiátrico.
El equipo de investigación liderado por el doctor Daniel Reyes Haro busca dilucidar los mecanismos neurobiológicos —en modelos animales— de este desorden psiquiátrico.
La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio que afecta principalmente a adolescentes y tiene mayor incidencia en mujeres; en México, según datos de la Secretaría de Salud, afecta a más de 20 mil personas cada año.
“En la actualidad se sabe muy poco alrededor de la neurobiología de la anorexia, por eso es que decidimos investigarlo a nivel celular en modelos animales”, dijo el doctor Reyes Haro en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
El científico explicó que es una patología que afecta a los humanos pero en el reino animal actúa como un mecanismo adaptativo que sigue factores fisiológicos bien establecidos.
“Hay varios ejemplos en animales que entran en anorexia porque dejan de comer de manera voluntaria pero por factores de adaptación en el ambiente”, comentó el miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
En el cuerpo humano, las respuestas del cerebro al no ingerir alimentos están relacionadas con el hipotálamo que detecta cuando hay un déficit energético y manda la señal al resto del organismo.
“Las personas con anorexia nerviosa sí sienten hambre pero hay una decisión de no alimentarse, que es más fuerte y que pesa más, relacionada con la imagen corporal y la aceptación social”, agregó.
También dijo que en los pacientes con anorexia hay una distorsión de la autopercepción corporal. Sin embargo, sí pueden distinguir las características de las demás personas.
La investigación ha ido más allá de investigar las alteraciones en la región del hipotálamo y han encontrado que las regiones en donde están implicados los procesos cognitivos de memoria y aprendizaje presentan alteraciones puntuales con un tipo celular específico, las células gliales.
Las células gliales son la principal población de células nerviosas en el sistema nervioso central y desempeñan un papel crucial en el suministro de energía a las neuronas.
“Estas células cumplen ciertas funciones homeostáticas que contribuyen al correcto desempeño de las neuronas. Entonces, si estas están alteradas, impactan directamente en las neuronas”, dijo.
Pruebas en modelos animales
Los científicos del INB estudiaron esto vía la inducción de anorexia en ratas por deshidratación y esto es posible, ya que si se priva de líquido a los roedores, estos no ingerirán alimento para evitar la pérdida de agua en su organismo.
Esto es una adaptación natural a las condiciones para su supervivencia. En otros casos retiraron el alimento a las ratas con el objetivo de poder estudiar los incidentes de reducción de ingesta involuntaria.
Estos experimentos y sus protocolos para la investigación fueron aprobados por el Comité para el Uso de Animales de Laboratorio del INB, en concordancia con los estándares internacionales.
La hipótesis que propusieron con base en los resultados de la investigación es que la anorexia puede estar asociada a un mecanismo de neuroinflamación.
“La comunidad científica aceptó esto para enfermedades como la obesidad; sin embargo, en la anorexia nadie lo había propuesto de esta manera”.
Las pruebas experimentales han servido para describir que las células gliales entran en un estado reactivo, por lo que secretan moléculas proinflamatorias, como son las citocinas que pueden alterar la función nerviosa.
La investigación está en una etapa inicial, sin embargo, el equipo de investigación ya ha publicado dos artículos que han servido como evidencia científica de lo pertinente del proyecto.
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