Una sociedad para la investigación y medicina del sueño
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 10 de diciembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- En México, la medicina del sueño inició su desarrollo desde 1970, donde destacaron los estudios pioneros del investigador yucateco Raúl Hernández Peón, quien abordó aspectos neurológicos incluidos al despertar la conciencia y la atención, así como el trabajo de quien fuera su alumno, el doctor René Drucker Colín.
De acuerdo con Guadalupe Terán Pérez, presidenta de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño (Somims), en los primeros trabajos de este campo se estudiaron las funciones básicas del sueño, como los movimientos oculares. Más tarde se empezaron a realizar estudios de privación de sueño para medir el efecto en la salud, mismos que han ido evolucionando hasta el presente.
La primera clínica del sueño surgió hace casi 22 años, y desde entonces se han constituido otras alrededor del país, pero son pocas las que tienen un enfoque multidisciplinario como la de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Medicina del sueño en México
De acuerdo con Terán Pérez, el sueño es un proceso fundamental para tener una calidad de vida adecuada, se va desarrollando en la medida en que las personas crecen y forma parte de diferentes procesos, como la consolidación de la memoria, del aprendizaje, la restauración del sistema inmunológico y el neurodesarrollo. “Dormir es muy importante también para que se restaure el organismo y se sintetizan proteínas. Finalmente, todos estos procesos, en conjunto, nos darán una salud integral”.
La medicina del sueño se estudia desde diversas disciplinas vinculadas con la salud, desde la medicina general hasta especialidades como la otorrinolaringología, psiquiatría, neurología y neumología. “Son las más involucradas, aunque cualquier especialidad se cruza en algún momento con el sueño porque no dormir puede desencadenar otras enfermedades, o tener otras enfermedades puede alterar tu patrón del sueño”.
En los últimos años, este campo ha recibido el interés de odontólogos, trabajadores sociales, promotores de la salud y biólogos, pues un área importante de la medicina del sueño es la investigación básica.
“Los pioneros del estudio del sueño en México fueron investigadores básicos que estudiaron procesos de por qué dormimos, para qué dormimos y de ahí se dio un salto a la medicina del dormir”.
Somims, investigación, difusión e impacto en políticas públicas
La Sociedad Mexicana para la Investigación en Medicina del Sueño se conformó hace alrededor de tres décadas por los investigadores René Drucker, Óscar Próspero García, Javier Velázquez Moctezuma y José María Calvo, entre otros, quienes fueron los pioneros en los estudios del sueño en el país.
“La intención de la sociedad ha sido promover la formación de profesionistas y la investigación en torno al sueño, porque la idea de la sociedad es que en la medida en que podamos desarrollar estrategias a través de la investigación con datos reales, con resultados aplicados en nuestra población, podremos modificar los hábitos de sueño y también implementar mejores tratamientos”, destacó la presidenta de la sociedad.
Como parte de sus actividades, la Somims organiza congresos, cursos y encuentros en los que se busca promover la participación de estudiantes de diversas especialidades en la investigación e innovación en la medicina del dormir.
Otro objetivo importante para la sociedad es difundir la importancia de la medicina del sueño, pues además de realizar eventos dirigidos a profesionistas, se llevan a cabo eventos dirigidos al público en general.
La Sociedad Mundial del Sueño ha promovido en los últimos años la celebración del Día Mundial del Sueño el tercer viernes de marzo, por lo que la Somims, así como las sociedades de diferentes países, retoma este concepto y lleva a cabo actividades de difusión y sensibilización.
Finalmente, la Somims busca generar un impacto positivo en las políticas públicas relacionadas con el sueño, buscando su vinculación con instancias públicas como la Secretaría de Salud Pública, la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Educación.
“No es fácil, pero finalmente como sociedad tratamos de tener acercamientos, de llevar evidencia y de poner por lo menos el tema del sueño en todos lados. Si no estamos de la mano de las autoridades, no podemos trabajar mucho. Una función de la sociedad es acercarse a estas instituciones”, resaltó la presidenta.
Estudios experimentales de privación y restricción de sueño
Insomnio, somnolencia excesiva diurna, narcolepsia, trastornos respiratorios, trastornos de movimiento y parasomnias son algunos de los trastornos del sueño más comunes, pero existen alrededor de 80 trastornos cuyas causas son variadas y requieren una valoración y tratamiento específico.
“Nosotros, como sociedad de sueño y como clínica de sueño, estamos muy preocupados por las consecuencias nocivas que tiene la restricción de sueño, que hoy es generalizada particularmente en las sociedades urbanas. Niños, adolescentes, adultos y ancianos están durmiendo menos horas de las que las sociedades científicas recomiendan para preservar la salud. Entonces nos hemos dedicado en los últimos años a difundir los riesgos que para la salud tiene dormir poco”, expresó Javier Velázquez Moctezuma, coordinador de la Clínica de Trastornos de Sueño de la UAM Iztapalapa.
Dormir poco (menos de 6.5 horas) no solo conlleva al riesgo para la salud personal, sino también para el bienestar colectivo, pues puede generar un incremento en el número de accidentes viales y laborales, por mencionar algunos. “Para nosotros es muy importante que se hagan políticas públicas, que vigilen y protejan el tiempo de descanso, el tiempo de reposo y el tiempo de sueño de toda la población”.
Los investigadores de la Clínica de Trastornos de Sueño de la UAM Iztapalapa desarrollan investigación básica y aplicada, donde han observado que las barreras naturales que normalmente protegen a los seres humanos se colapsan en los sujetos que no han dormido bien.
“Por ejemplo, la barrera hematoencefálica o la barrera hematotesticular que protege nuestro organismo para funcionar adecuadamente, está muy alterada en sujetos que están restringidos de sueño o privados totalmente de sueño. Entonces esto nos habla de la importancia que para la fisiología de nuestro organismo tiene dormir adecuadamente”.
Para realizar estos estudios, se emplean metodologías de experimentación con ratones y ratas de laboratorio. “La manera de privarlos de sueño es ponerlos en un tanque lleno de agua durante 24 horas, donde hay unas plataformas pequeñas que les permiten estar parados ahí, pero no les permiten alcanzar un sueño pleno. La manera de restringirlos es ponerlos en esa situación donde no pueden dormir durante 20 horas, y permitirles que duerman durante cuatro horas. Eso es restringir el sueño”.
De acuerdo con el investigador, el modelo de restricción del sueño se acerca más a la experiencia de los seres humanos, por lo que se lleva a cabo con mayor frecuencia.
La recomendación de las sociedades de medicina del sueño y academias internacionales para adultos es dormir más de siete horas para evitar el riesgo de adquirir enfermedades, mientras que para adolescentes se recomienda entre nueve y 10 horas.
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