Destaca estudiante de la UAS en física difractiva
Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. 27 de marzo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Solangel Rojas Torres, estudiante de doctorado en física de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), quien desde maestría colabora en el Proyecto ALICE, del Gran Colisionador de Hadrones, asumió recientemente una responsabilidad dentro del detector AD, creado por la colaboración UAS-Cinvestav, cuya principal línea de investigación es el estudio de la física difractiva en las colisiones de iones pesados y de protón-protón.
Solangel Rojas recibió apoyo de la UAS, vía los proyectos internos Programa de Fomento y Apoyo a Proyectos de Investigación (Profapi) para permanecer un año en el CERN y representar a la UAS.
“Me siento un poco inquieto y también muy animado para poner todo mi esfuerzo en esta nueva responsabilidad que tomaré. Me inquieta un poco porque es algo nuevo para mí”, comentó.
El pasado 15 de febrero, Rojas Torres arribó al CERN para asumir una importante responsabilidad dentro del detector AD durante el año. Su trabajo será realizar los cambios técnicos del detector.
La responsabilidad de Solangel Rojas Torres ocurre debido a que el grupo de trabajo requiere personas con la capacidad de hacer uso de equipo electrónico. El estudiante de doctorado ha realizado múltiples estancias en el CERN y diversas aportaciones.
“Como tengo la formación de la carrera en ingeniería en electrónica, soy una persona adecuada. Otro compañero de Puebla se ha hecho cargo del detector desde hace dos años; desde las estancias anteriores me dedico a aprender de él, cómo funciona, los sistemas a conocer. Ahora mi compañero se dedicará a otras funciones y la responsabilidad recaerá en mí”, explicó.
Aunque no se trata de un nombramiento formal, Solangel Rojas forma parte de un equipo completo en el que cada persona es especialista en ciertos sistemas del detector. Se trata de un conjunto completo que se encarga de diferentes funciones.
Funciones y responsabilidades
El trabajo de Solangel Rojas consistirá en realizar los cambios técnicos del detector: el mantenimiento, verificar la realización de las tareas, el estatus del funcionamiento del detector, la calidad de los datos colectados, así como realizar los cambios para el correcto funcionamiento del AD.
Otro de los logros de ese detector es la medición de los denominados eventos difractivos, que suceden con colisiones de protón-protón.
“Esos han sido algunos de los estudios que se han visto hasta ahorita y con todos estos estudios y mantenimientos se pretende entender más fenómenos físicos con el detector y tener más claridad en los datos. En algunos de los análisis aún no hay claridad en cuanto a la información que arrojan y uno de los objetivos es esclarecer toda esa información que estamos viendo, ya con la física”, explicó Solangel Rojas Torres.
Entre los proyectos para este año, se encuentra hacer pruebas y mediciones controladas para determinar el funcionamiento de los plásticos centelladores, sensores o fotomultiplicadores, para seleccionar los reemplazos de las partes dañadas o que deban ser reemplazadas para mejorar su funcionamiento.
“En este año, además del mantenimiento del detector, finalizará el análisis que hemos estado realizando sobre el desempeño del detector, y se pretende involucrarse en otro análisis sobre algún fenómeno físico, todavía no está definido, pero se pretende definirlo pronto”, comentó.
Debido a su amplia participación en el CERN, Solangel Rojas Torres y y el doctor Ildefonso León Monzón tramitarán la patente de una nueva técnica para extraer luz mediante plásticos centelladores, desarrollados en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas.
El Gran Colisionador de Hadrones
Es el mayor acelerador de partículas. Se encuentra en la frontera franco-suiza cerca de Ginebra. Consiste en un anillo de 27 kilómetros de circunferencia y se ubica a 100 metros bajo tierra. Investigadores de 29 países del mundo trabajan en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas. Buscan recrear la materia de los primeros instantes del universo. Para ello, colisionan partículas subatómicas en puntos donde se ubican cinco detectores: ALICE, ATLAS, CMS, LHCb y TOTEM. Las colisiones registran las partículas resultantes para estudiar los elementos que componen la materia de que está hecho el universo.
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