Impulsa CERN talento científico latinoamericano
Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 16 de marzo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).– Desde hace más de 15 años, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) impulsa el talento latinoamericano a través de sus Escuelas de Física de Altas Energías que se realizan en esta región.
Asimismo, estas escuelas han formado a diversos físicos mexicanos especialistas en física de altas energías que ahora participan en los experimentos internacionales más importantes.
Un viaje al origen de las escuelas
Las Escuelas de Física del CERN tuvieron su origen en 1961, luego de que el Comité de experimentos de esta organización europea propusiera un curso de alto nivel para estudiantes y jóvenes investigadores que trabajaran en algo relacionado con las investigaciones que en ese momento se realizaban en el CERN.
La primera escuela se realizó en 1962 en St. Cergue, Suiza, durante una semana. La segunda edición también se realizó en Suiza. Sin embargo, en 1964 hubo un cambio significativo, se decidió llevar a cabo los cursos fuera de Suiza y el programa se amplió a dos semanas, de acuerdo con información del sitio web del CERN.
En ese año, la escuela se realizó en Herceg Novi, Yugoslavia, y en 1965 se realizó en Bad Kreuznach, Alemania. Actualmente estos cursos se han impartido en más de 20 países diferentes.
Después de 40 años de que se realizó la primera escuela europea, en 2001 se llevó a cabo la primera escuela latinoamericana en Itacuruçá, Brasil, y después, en 2003, en San Miguel Regla, México.
Durante los últimos 14 años, la escuela se efectuó en diversas naciones como Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Perú y Ecuador, y este año por segunda vez se realizó en México.
México, anfitrión por segunda ocasión
En este año, del 8 al 21 de marzo se realiza en Querétaro la 9a Escuela Latinoamericana de Física de Altas Energías (CLASHEP 2017), la cual reúne a 75 estudiantes y más de una decena de destacados físicos.
Nick Ellis, director de las escuelas de Física de Altas Energías del CERN, destacó que el objetivo es aprender y discutir sobre los temas y descubrimientos de física más relevantes de los últimos años, como el descubrimiento del bosón de Higgs y las ondas gravitacionales.
Para ello, cuentan con varios expertos en los temas que se abordan, como por ejemplo el doctor Carlos García Canal, investigador emérito de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, y la doctora Gabriela González, científica de la Universidad Estatal de Luisiana, Estados Unidos, y portavoz del experimento LIGO.
La idea de estas escuelas es que los jóvenes conozcan otras culturas y formas de trabajo que puedan enriquecer su formación científica, mencionó Nick Ellis.
No se puede hacer ciencia “de oídos”
Justo en el ámbito de conocer nuevas culturas, el investigador emérito Carlos García Canal, además de sus conocimientos sobre teoría de campos y el modelo estándar, compartió algunas experiencias. Reiteró que la ciencia no se puede hacer solo “de oídos” o de manera superficial, sino que es necesario volverse especialistas en algo.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el investigador expresó que “uno no puede tocar de oídos, hay que conocer bien la partitura para poder ejecutar lo mejor posible”.
“Creo que las claves del éxito son aprender bien algo, cuando uno aprende a fondo un tema, por más pequeñito que uno lo vea, siempre va a poder aportar algo, y hacer con entusiasmo y lo mejor posible tu trabajo, esto yo siempre trato de compartírselo a los muchachos".
Nuevas formas de trabajo
Para el doctor Roger José Hernández Pinto, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas (FCFM) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), lo más importante de estas escuelas es que los estudiantes convivan con alumnos de otros países.
Ya que, dijo, el conocimiento de física se puede aprender en los libros, pero el hecho de ver cómo estudian y trabajan otros jóvenes que en un futuro serán sus colegas, los hará cambiar para bien muchas cosas.
“No todos, pero la mayoría de los estudiantes latinoamericanos viene con un cierto miedo de preguntar, en cambio los estudiantes de Europa son más agresivos en el sentido de querer aprender, es decir, si tienen una duda, van y preguntan”.
En su experiencia, incluso reconoce que él mismo cuando era estudiante no era de los que preguntaba. “Yo me sentaba y escuchaba, tomaba apuntes y si tenía alguna duda, iba al final con el profesor para que me diera la respuesta solo a mí. Sin embargo, cuando empecé a tener contacto con estudiantes de otros países me di cuenta que lo más natural es que el alumno pregunte, no pierden el tiempo, además que quizás esa duda puede ser que muchos la tengan”.
Esto ayuda a fortalecer la formación de los jóvenes mexicanos, porque en la investigación se necesita dar resultados, “la cuestión no es si aprendes más o menos rápido, sino si lo puedes utilizar. Hay una frase de un libro que me gusta mucho: ‘Entiendo toda la teoría pero no puedo hacer ningún problema’, eso llega a suceder, todo queda en la mente de algo pero no lo puedo plasmar para resolver algo sencillo”.
Para Hernández Pinto esto es lo primordial que deben aprender los futuros científicos de física de altas energías en espacios como las escuelas del CERN; además de los contactos y relaciones académicas que pueden formar.
Científicos en ciernes
A Mayra Alejandra Rivera Ruiz, estudiante de maestría de física, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la 9a Escuela Latinoamericana de Física de Altas Energías (CLASHEP 2017) le ha parecido muy interesante.
“Lo veo como una oportunidad muy buena para aprender de los expertos y, sobre todo, relacionarnos con los otros jóvenes y hacer conexiones de trabajo en un futuro”, expresó la estudiante mexicana.
Respecto a sus compañeros, dijo que los ve entusiastas y participativos. “Se nota que están bien preparados porque hacen preguntas muy interesantes, que a lo mejor a mí no se me habían ocurrido”.
José Carlos Castillo, estudiante de maestría de física nuclear de la Universidad de Costa Rica (UCR), destacó que estas escuelas son el espacio propicio para buscar colaboraciones que le puedan abrir las puertas en otros laboratorios y experimentos.
“Al provenir de un país pequeño como lo es Costa Rica, el desarrollo de la carrera de física de altas energías depende de qué tantas conexiones tengas con investigadores de otros países para establecer colaboraciones de gran alcance”.
Además, resaltó que las clases que han impartido los especialistas han sido muy buenas porque “no es lo mismo aprender de un libro, a que un experto te explique de manera más afable y hagan preguntas que te reten a elevar el nivel e ir más allá”.
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