Meteorito de Bacubirito: el tamaño sí importa
Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. 11 de septiembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), con apoyo de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), implementaron un nuevo método de medición del meteorito de Bacubirito, encontrado en la comunidad del mismo nombre, en el municipio de Sinaloa de Leyva, con el que se comprueba es el más largo del mundo.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el investigador de la UAS Emiliano Terán Bobadilla explicó que la técnica utilizada permite reducir gran parte del error en la estimación de los puntos que forman la estructura del meteorito.
“Este es el primer estudio que se hace en México sobre Bacubirito, fue hecho por sinaloenses. El estudio nos permite establecer que el meteorito de Bacubirito es el más largo del mundo. Se comentaba, se pensaba eso, pero nunca se había comprobado científicamente, decidimos probar que sí es el más largo del mundo”, explicó.
Los investigadores obtuvieron una medición precisa de uno de los parámetros importantes de Bacubirito, como es el volumen, con el que lograron además estimar la masa.
“Ahora sí ya tenemos una estimación muy certera”, enfatizó.
Largo, ancho y alto
El investigador destacó que desde el hallazgo del meteorito, en 1863 a la fecha, la masa ha sido un tema de discusión. En esa época se estimaba una masa de 70 toneladas, y apenas el año pasado, el equipo que lidera determinó que se trata de 20 toneladas. Sin embargo, su estructura asimétrica dificulta la medición.
Para la determinación de la masa, los investigadores solicitaron el apoyo de la empresa internacional de productos fotográficos Leica Geosystems, que diseña, fabrica y vende escáneres para mediciones topográficas. Concedió en préstamo un escáner que hasta ahora se utiliza para medir la altura y el volumen de las ruinas arqueológicas en Machu Picchu, en Perú, así como la Pirámide de Giza, en Egipto. Otra corporación, Nvidia procesadores, participó en los cálculos generados por Leica.
“Es lo que se nos ocurrió hacer para estimar la masa de Bacubirito. Además de medir la masa, estimamos también las propiedades geométricas”, dijo.
Recientemente, la revista Earth, Moon, and Planets, de la editorial Springer, publicó los resultados de la medición. La masa obtenida a través del escáner fue de 19.43 ± 0.51 toneladas, una longitud máxima de 4.13 metros y un volumen de 2.5151 metros cúbicos.
“Son dos aportaciones importantes, la estimación de la masa y la determinación de su magnitud máxima”, dijo.
El siguiente paso en el estudio consistió en analizar la información que los técnicos de la empresa Leica Geosystems capturaron con el escáner, para extraer la medición del instrumento y analizar la información para implementar la técnica de Monte Carlo, que consiste en cálculos paramétricos para la medición de propiedades geométricas y volúmenes, y que hasta ahora no se utilizan en geodesia o áreas afines.
“Este método nos permitió reducir la incertidumbre en la medición de las propiedades geométricas y el volumen del meteorito. Esta es una nueva forma de determinar estas cantidades. Hasta ahora se utiliza el escáner o teodolito electrónico. No obstante, para nosotros ha sido muy útil este enfoque Monte Carlo para optimizar nuestros resultados”, explicó Terán Bobadilla.
Para la medición, el equipo de investigadores tomó el total de puntos generados con el escáner e hicieron un modelo matemático estadístico que permitiera reducir el error en la estimación de cada punto para aumentar la precisión en el cálculo del volumen.
La masa original de Bacubirito
A través del método Monte Carlo, los investigadores ven posible nuevos estudios, esta vez para crear un modelo físico que permita describir el movimiento o desprendimiento de la masa del meteorito cuando ingresó en la atmósfera. Es decir, conocer la masa original del bólido.
“Eso nos permitirá tener un cálculo de la masa original”, dijo.
En el artículo publicado en Earth, Moon, and Planets, los investigadores ofrecieron una estadística de la superficie que forma regmagliptos (orificios en el meteorito). Estimaron la profundidad y ancho del meteorito de Bacubirito y encontraron que el tamaño de estos cambia en función de la región que se observe.
“El tamaño de regmagliptos tiene relación con la masa original. Es otra cosa que seguiremos explorando, creando un modelo físico para poder modelar cómo viajó el meteorito a través de la atmósfera y cuánta masa se perdió”, anunció.
Principio de Arquímedes
Los investigadores consideran que el cálculo de la masa de un meteorito es bastante arbitrario, dependiendo de su tamaño. En el caso Bacubirito, que pesa más de una tonelada, el desplazamiento para la determinación de la masa sería complicado y además pone en riesgo el bólido.
Para los investigadores, buscar el método de medición de Bacubirito representó un reto ante su forma caprichosa.
“Lo más intuitivo sería utilizar el principio de Arquímedes, es decir, tomar el meteorito, echarlo en una pila de agua y ver cuánta agua desplaza para estimar el volumen. A cualquier físico se le ocurrirá esto, se me ocurrió a mí, pero cómo desplazas un meteorito del tamaño de Bacubirito, cómo hacer que el agua no se desparrame, que la base soporte el meteorito; hay una serie de cuestiones prácticas de determinar la masa a través del principio de Arquímedes”, comentó.
Otros meteoritos
En la investigación participaron los científicos de la UAS Carlos Ramón Moraila Valenzuela, contacto con la empresa Leica Geosystems; el doctor Christopher Añorve Solano, astrónomo de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio; así como el profesor Jesús Humberto Abundis Patiño. Además del doctor Fernando Ortega, profesor emérito de la UNAM; y el doctor Miguel Ángel Aragón Calvo, investigador del Instituto de Astronomía en Ensenada.
Los investigadores coinciden en que, si bien existe un catálogo de meteoritos y el boletín de meteoritos de la Sociedad de Meteoritos de Estados Unidos tiene establecidas las clasificaciones, en realidad no hay una determinación, un estudio tan establecido de la masa, por lo que consideran que sería la primera vez que se mide con mucha precisión la masa de un meteorito.
Por tal motivo, consideran que el estudio implementado a través del método de Monte Carlo se puede replicar en otros meteoritos, para estandarizar así las medidas.
“También entre los meteoritos hay muchas fluctuaciones, y debido a que son tan masivos, no es tan sencillo como colocarlos en una báscula. Este tipo de técnicas no invasivas son bastante accesibles y pueden ser muy efectivas”, dijo Terán Bobadilla. Añadió que uno de los caminos a implementar será llevar este método a otros meteoritos, o al menos a los cinco más grandes del mundo.
“Hemos tenido pláticas con investigadores argentinos, que trabajan en el meteorito El Chaco (en Argentina), que es uno de los más masivos del mundo. Buscamos implementar este método también en El Chaco. Ese meteorito fue partido en dos. Con nuestra técnica podríamos hacer un mapeo de las superficies y pegarlos virtualmente”, dijo.
Bacubirito, patrimonio de Sinaloa y la humanidad
Los investigadores buscan además la conformación de un patronato conformado por la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Centro de Ciencias de Sinaloa (CCS) y la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes gestionarán ante el Congreso local la reubicación del meteorito de Bacubirito a un lugar que garantice su protección de las inclemencias del clima y, posteriormente, que sea declarado patrimonio de Sinaloa, para insistir que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo reconozca como patrimonio de la humanidad.
“Su exposición al público beneficia el contacto directo con él, pero al estar compuesto mayoritariamente por hierro, sufre un proceso de oxidación”, expuso el doctor Christopher Añorve Solano.
El doctor Juan Antonio Nieto García resaltó la urgencia de generar condiciones para evitar el deterioro del meteorito. Indicó que en Estados Unidos y en países de Europa estas rocas espaciales reciben cuidados especiales, se encuentran en vitrinas y controles de temperatura.
"Los meteoritos que vienen del espacio representan un intercambio de información sobre el origen del sistema solar", comentó.
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