Eventos astronómicos del mes de abril 2023
El cuarto mes del año ha llegado y con él un aniversario más de la puesta en órbita al primer ser humano, te invitamos a recordar este hecho. El mes de abril nos invita a gozar de algunos objetos del famoso catálogo Messier, como M 104 y M 3, una galaxia y un cúmulo globular, respectivamente; además de un par de protagonistas de la constelación del Centauro, a saber, el cúmulo globular ω Cen y la galaxia Cen A. Tendremos la oportunidad de presenciar una lluvia de meteoros y también varios acercamientos planetarios con la Luna, sobresaliendo uno en el que participa Marte. Y, por supuesto, te presentamos las efemérides de las fases de la Luna.
El hombre inicia la conquista del espacio
No cabe duda de que uno de los grandes sueños de la humanidad siempre fue el poder volar, una vez que se alcanzó el objetivo, el siguiente sueño era ir más allá de nuestros cielos y la meta estaba puesta en la Luna.
Con los grandes avances de la época se logró que un 12 de abril de 1961 se pusiera al primer hombre en el espacio, el Mayor Yuri Gagarin, a bordo de la nave Vostok de la extinta Unión Soviética (URSS). Este histórico vuelo de 108 minutos, en una única órbita alrededor de la Tierra, abrió el camino para que hombre pudiera llegar a la Luna y agrandara sus sueños de ir a otros planetas y ¿por qué no? a otras estrellas.
La elegante galaxia del Sombrero
Una de las más famosas galaxias espirales es Messier 104 (M 104), más conocida como la galaxia del Sombrero por su morfología o también como NGC 4594. Fue descubierta por Charles Messier e incluida en su catálogo en 1781. Esta galaxia tiene unos brazos espirales más o menos cerrados (Sa-Sb) con un gran núcleo brillante, un bulbo prominente, una banda oscura, de gas y polvo, que atraviesa ecuatorialmente la galaxia, y que le dan esa apariencia única. Se puede apreciar, además, un gran número de objetos pequeños y difusos, como un enjambre en el halo, la mayoría de ellos cúmulos globulares, similares a los de nuestra propia Vía Láctea, pero en mayor cantidad. Esta galaxia luminosa y masiva tiene una masa total de unos 800 mil millones de soles, se localiza a 29 millones de años luz, en dirección de la constelación de Virgo, hacia el sureste de la esfera celeste y por su magnitud aparente de 8.0, es posible observarla con unos binoculares o pequeños telescopios.
El sorprendente cúmulo globular M 3
Los cúmulos globulares se constituyen por varios cientos de miles o millones de estrellas que están ligadas gravitacionalmente. Estos sistemas casi esféricos orbitan en los halos galácticos y congregan a las estrellas más evolucionadas de las galaxias, sus edades suelen ser mayores a los 10 mil millones de años, por lo que debieron formarse a la par de las galaxias. En la Vía Láctea se conocen cerca de 150 cúmulos globulares.
M 3, con una edad estimada de 11 mil millones años, es uno de los cúmulos globulares más espectaculares que podemos observar en nuestra galaxia, fue descubierto por Messier en 1764, pero fue William Herschel quien, en 1784, lo describió como un núcleo de estrellas comprimido y denso, lo que lo llevó a clasificarlo como cúmulo globular. M 3 contiene alrededor de 500 mil estrellas y se ubica a 32,620 años luz, en dirección de la constelación de los Perros de Caza. Con una magnitud de 6.3 permite su observación con binoculares y pequeños telescopios.
La joya más preciada de los cielos australes, ω Cen
Omega Centauri, ω Cen o NGC 5139, es el más grande y brillante de los cúmulos globulares que habitan el halo de nuestra galaxia, con unos 10 millones de estrellas evolucionadas, mucho más antiguas que el Sol y concentradas en una esfera de 150 años luz de diámetro, subtiende un tamaño angular tan grande como la Luna llena.
Aunque los cúmulos globulares son antiguos, ω Cen, con unos 12 mil millones de años de edad, contiene poblaciones estelares diferentes, con una amplia variedad de edades y de abundancias químicas, concibiéndolo como un cúmulo peculiar, que podría ser el núcleo remanente de la fusión de una galaxia enana con la Vía Láctea.
ω Cen se encuentra en dirección de la constelación del Centauro, una constelación austral, a 16,000 años luz de nosotros y, a pesar de su magnitud de 3.7, sólo puede verse a simple vista en cielos realmente oscuros a latitudes menores a 22°, pero con unos binoculares o telescopios pequeños es posible observarlo hacia el sur sureste de la esfera celeste.
Una “hamburguesa” muy espacial
La morfología de la peculiar galaxia Centaurus A o NGC 5128, le ha llevado a recibir el sobrenombre de la galaxia de la Hamburguesa, dado que se observan grandes cantidades de gal y polvo que oscurecen la parte central de la galaxia y un intenso resplandor que resalta dicha franja oscura. El gas y polvo central delatan una vigorosa formación estelar, como se puede constatar a través de la presencia de nubes rojas de hidrógeno y muchas estrellas azules, ubicadas al extremo de la franja oscura, generando el alto brillo de sus extremos. Se cree que la apariencia característica de esta galaxia gigante es el resultado de la fusión de una galaxia elíptica gigante con una espiral más pequeña.
Centaurus A, fue descubierta por James Dunlop desde el observatorio de Parramatta, en Nueva Gales del Sur, Australia, en 1826, fue la primera galaxia en ser considerada una radiofuente y, además, es la quinta galaxia más brillante del cielo con una magnitud de 6.8, ubicada a casi 16 millones de años luz, esto la convierte en un objeto fácil de identificar y observar con binoculares de gran apertura o telescopios pequeños, hacia el sur sureste de la esfera celeste.
Las Líridas con radiante en Hércules
Todos hemos escuchado hablar de las lluvias de estrellas y muchos creen que en realidad son estrellas que se desprenden del firmamento. Nada más erróneo que esto. En realidad, se trata de un fenómeno resultante del ingreso, a nuestra atmósfera, de una partícula de materia a gran velocidad, lo que provoca la desintegración de la partícula por su interacción con las moléculas del aire, produciendo una gran traza luminosa.
En ciertas épocas del año se puede apreciar un ritmo mayor de lo normal de aparición de meteoros desde algunas regiones del cielo, estos eventos están generalmente asociados a los restos de caudas de cometas o a asteroides.
A estas regiones desde donde parecen provenir el máximo de meteoros se le conoce como radiante, y dependiendo de la constelación en la cual se ubican, se les asigna el nombre. Por ejemplo, la lluvia de meteoros Líridas, que tienen actividad entre el 16 y 25 de abril, con un máximo el 22, con una tasa máxima observables de 18 meteoros por hora, el radiante se encuentra en dirección de la constelación de la Lira, (entre la Lira y Hércules). Las Líridas son causadas por el cometa C/1861 G1 (Thatcher) y su mejor visibilidad será al atardecer del 22 y hasta el amanecer del día 23, hacia la parte noreste de la esfera celeste.
Así mismo, vale la pena recordar que para ver la lluvia de meteoros no requerimos de instrumento alguno, sólo es necesario un sitio oscuro, cielos despejados y un tapete para tirarse boca arriba y contemplar la bóveda celeste.
Conjunción de la Luna y Marte
Vamos a empezar estableciendo qué es una conjunción. Una conjunción celeste se lleva a cabo cuando dos o más objetos parecen estar muy cercanos en el firmamento, pero la condición esencial es que compartan una de sus coordenadas, la llamada ascensión recta. Hay que recordar que, en el sistema de coordenadas ecuatoriales, tenemos la ascensión recta y la declinación; la ascensión recta es equivalente a la longitud en la superficie de la Tierra, proyectada sobre la esfera celeste y la declinación es equivalente a la latitud terrestre, de la misma manera, proyectada sobre la esfera celeste.
El 25 de abril, a las 20:19 horas del centro de México, la Luna estará en conjunción con el planeta rojo. Nuestro satélite pasará a 3°13’ al norte de Marte, en dirección de la constelación de Géminis.