Espíritu científico y contenido: dos ingredientes para divulgar la ciencia
Boletín de prensa
5976/2017
Ciudad de México. 21 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Dos ingredientes para la divulgación de la ciencia son el contenido y el espíritu de la ciencia, es decir, la manera en cómo se hace, esto de acuerdo con el científico y divulgador Ruy Pérez Tamayo, autor de obras como Enfermedades y microbios (2000), La revolución científica (2012) y ¿Gorditos o enfermos?: la obesidad en niños y adolescentes (2015).
Durante la décimo primera mesa temática que organiza el Fondo de Cultura Económica (FCE) con autores de la colección La Ciencia para Todos, una serie de libros sobre ciencia divididos en 11 áreas temáticas (astronomía, física, biología, ciencias, química, matemáticas y salud, por mencionar algunas), Ruy Pérez Tamayo, acompañado de las investigadoras Rosario Rodríguez Arnaiz, Gloria Benítez King, pertenecientes a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM), respectivamente, y Luisa Fernanda, editora de la revista Ciencia y Desarrollo, dijo que el contenido y el espíritu científico son dos puntos de vista que deben considerarse al hacer divulgación de la ciencia.
“El contenido de la ciencia representa en la actualidad una gran parte de la cultura nacional, el contenido de cada ciencia: astronomía, salud, química, biología (…) todas forman parte de nuestra cultura, y poseer información, aunque sea general, representa una educación. Otro aspecto es el espíritu de la ciencia, la manera en cómo se hace, de dónde derivamos el conocimiento para manejar la naturaleza y cómo hacer para distinguir entre lo que es conocimiento y creencia o imaginación”, explicó.