Amor por México a través de la historia: Lillian Briseño
Boletín de prensa
6157/2017
Ciudad de México. 18 de septiembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- “Es claro que en México hay cosas maravillosas y que acontecen cosas buenas porque así como no toda la historia es sobre política, tampoco todo el pasado es malo. Sin embargo, a muchos mexicanos les gusta flagelarse, compadecerse y minimizarse, dejando de lado lo positivo y envidiable de este país”, considera la doctora en historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Lillian Briseño Senosiain.
La investigadora refiere que en la historia de la nación destacan grandes éxitos, por ejemplo durante el Porfiriato, donde existe una parte muy constructiva: el desarrollo de infraestructura, las inversiones, la integración de México al mundo por la conexión con el extranjero, los ferrocarriles, la higiene, la creación de la Universidad Nacional, la electricidad, columna vertebral de la modernidad, entre otros aspectos importantes que no se deben olvidar y que en conjunto impulsaron una destacable proyección económica.
“No obstante, solemos admirar más lo extranjero en detrimento de nuestro propio país, olvidándonos de que el magno territorio que habitamos es muy rico, estratégico y digno de competir. Dejamos de lado lo que somos y cómo somos. La cantidad de sitios arqueológicos, ciudades coloniales, playas, la diversidad de clima y naturaleza, una cultura intangible con tradiciones llenas de significado (…) Pocos centros, zócalos o plazas de armas en el mundo tienen las dimensiones, majestuosidad o imponencia como las que hay en México, que desde la época prehispánica y la Colonia ya eran un punto muy importante y desarrollado a nivel internacional”.