Luis Mochán, el científico cazador de fraudes
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Ciudad de México. 8 de febrero de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- En 2010, Luis Mochán Backal llevaba varios meses luchando contra el GT-200, pero las cosas se volvieron personales cuando el cuerpo de seguridad público de un retén revisó a su hijo con el aparato fraudulento mientras viajaba en un autobús por carretera. En ese momento, el físico Luis Mochán se dio cuenta de que las pseudociencias podían atentar contra la libertad, la integridad y la dignidad de cualquier persona, incluso la suya.
“Que con base en un equipo fraudulento señalen a una persona y la juzguen de narcotraficante, cuando la persona es inocente, le puede destruir la vida a ella y a su familia”.
El GT-200 se anunciaba como un detector molecular. La empresa británica que lo producía, Global Technical Ltd, proclamaba que era capaz de detectar explosivos, drogas, uranio, venenos y cuerpos humanos en un radio de cientos de metros. Además, en caso de que el cliente requiriera localizar alguna otra sustancia, podía comunicarse con el corporativo para encargar un nuevo chip y reprogramar el detector a sus necesidades.
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