19S, un sismo que se gestó en las profundidades del océano
Boletín de prensa
7117/2018
Ciudad de México. 12 de abril de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Xyoli Pérez Campos cruzaba los torniquetes de salida del Metro Universidad cuando sonó la alerta sísmica. De inmediato supo que un sismo se acercaba y que debía tomar las precauciones necesarias. Caminó junto con los otros viajeros del Metro hacia las escaleras que conducen a la calle, pero antes de que pudiera ponerse a salvo, el movimiento de la tierra se intensificó y a Xyoli Pérez, jefa del Servicio Sismológico Nacional, no le quedó duda: estaba ocurriendo un sismo que tendría un fuerte impacto en la Ciudad de México.
Una vez que la tierra dejó de moverse, una sola idea cruzó por la mente de la sismóloga: corre. En el trayecto del Metro a su oficina sonó su radio portátil: el sismo tenía una magnitud preliminar mayor de siete.
Xyoli Pérez llegó en menos de cinco minutos a su oficina, tenía que avisar a las autoridades y asegurarse de cumplir todos los protocolos establecidos para responder a un sismo de tal magnitud.
Quince minutos después, Xyoli Pérez y su equipo ya sabían que el sismo había sido un sismo de mecanismo normal, un tipo de sismo que se origina cuando una placa tectónica, que se dobla bajo un país, se rompe. Llegaron a esta conclusión al analizar los datos de diferentes gráficas, denominadas sismogramas, que registraron la velocidad, la intensidad y el tipo de ondas que sacudieron la tierra.
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