Un estudio socioantropológico del suicidio
Boletín de prensa
576/2015
México, DF. 14 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Todo suicidio comunica algo más que el hecho mismo: por una parte es un analizador social que deja ver elementos grupales; y por otra, es una manera de hablar del suicida, aseguró el doctor Víctor Alejandro Payá Porres, quien junto a su equipo de trabajo analizó cerca de 700 expedientes de suicidas proporcionados por el Servicio Médico Forense (Semefo) del Distrito Federal.
En entrevista para la Agencia informativa Conacyt, el doctor en Ciencias Sociales con especialidad en psicología social de grupos e instituciones por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) aseguró que al igual que ocurre con el nacimiento de un hijo o con el matrimonio, la muerte modifica la dinámica grupal familiar o social. En el caso del suicidio, quien lo comete puede observarse como el individuo que se sacrifica por el grupo y hace rituales para cambiar una dinámica que –desde su perspectiva– no funciona.
De acuerdo con el sociólogo, hay una historia en el suicida que se logra ver a través de su actuar: la manera en cómo prepara la escena no es casual. A través de objetos, fechas, la manera de vestir, la decisión de cómo morir y los posibles mensajes póstumos dan cuenta de la historia familiar.
Para el especialista, la persona que se da muerte también trata de saldar una cuenta pendiente en la estructura familiar: reprochar algo, agredir a alguien, o simplemente demostrar que perdió por completo el sentido de la existencia; pero siempre busca comunicar lo que en vida no logró transmitir.