Tatuajes: historias de vida
Boletín de prensa
604/2015
México, DF. 21 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Todo tatuaje se plasma para que también lo mire el otro, para crear un vínculo así sea de admiración, respeto o incluso de miedo, aseguró el doctor Víctor Alejandro Payá Porres, doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El tatuaje tiene atrás un imaginario que no es fácil de desentrañar; por sí mismo nos lleva a tiempos y espacios diversos, a creencias distintas; podemos ver a través de este algún tipo de fantasías, señaló el especialista, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel II.
A finales de los 90 –como una tesis doctoral–, Payá Porres hizo una investigación al interior de la vieja penitenciaría de Santa Martha Acatitla y algunos reclusorios del Distrito Federal. A partir de ese estudio sobre la dinámica y la realidad alterna –más allá de la formal– que se genera al interior de las prisiones surgió la visión sociológica del doctor, misma que dio pauta a la creación del libro Mujeres en prisión. Un estudio socioantropológico de historias de vida y tatuaje.
“Entrevistamos cerca de 80 mujeres entre el penal de Tepepan y Santa Martha Acatitla. Nuestro campo fueron las multitatuadas, porque en efecto la gente que es multitatuada tiene una relación con el barrio y con la violencia mucho mayor, no porque el tatuaje produzca la violencia, sino porque el tatuaje, a través del cuerpo, trata de darle sentido también a la vida. Puede ser que los hagan ahí (en el reclusorio) o puede ser que los traigan desde el barrio”, expresó el doctor.