La humanidad contra los asteroides
Boletín de prensa
7627/2018
Ciudad de México. 6 de julio de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- El 30 de junio de 1908, la trayectoria de un asteroide coincidió con la posición de la Tierra. A su entrada en nuestra atmósfera, el objeto celeste fue desintegrándose poco a poco hasta explotar sobre el bosque siberiano, y aunque su tamaño era relativamente pequeño (entre 35 y 45 metros, según estimaciones), destruyó una superficie de dos mil kilómetros cuadrados, relató el doctor Sergio Camacho Lara, secretario general del Centro Regional de Enseñanza de Ciencia y Tecnología del Espacio para América Latina y el Caribe (CRECTEALC).
De 2010 a 2013, el doctor Camacho Lara participó en un grupo internacional auspiciado por la ONU para el establecimiento de una Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés), con el objetivo de buscar y monitorear los objetos cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) y determinar un umbral de probabilidad de colisión con nuestro planeta.
Los NEO incluyen cometas y asteroides que orbitan cerca de la Tierra. En el caso de asteroides, se les denomina NEA (Near Earth Asteroids). El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) es miembro fundador de la red IAWN y realiza observaciones de estos objetos con sus telescopios en Tonantzintla, Puebla, y Cananea, Sonora.
Durante el mismo periodo, e igualmente bajo el auspicio de la ONU, se trabajó para la creación del Grupo Consultivo de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG, por sus siglas en inglés), conformado por diversas agencias espaciales del mundo. Este grupo trabaja en resolver escenarios en los que un asteroide se dirige en curso de colisión con la Tierra, con el objetivo de ganar tiempo ante una posible amenaza.
RC/AT/FV/7627/2018