Luz y oscuridad, factores que intervienen en la presión arterial
Boletín de prensa
744/2015
México, DF. 20 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).-El estrés, la falta de cuidado en la manera en cómo nos alimentamos, los cambios en las horas de descanso, entre otros factores, han influido directamente en el funcionamiento de nuestro organismo, situaciones que pueden estar directamente relacionadas con alteraciones en nuestra presión arterial, aseguró David Centurión Pacheco, investigador adscrito al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el especialista en Ciencias Farmacobiológicas explica que esta serie de modificaciones en nuestro comportamiento habitual ha provocado un desajuste en el ritmo circadiano que regula el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, dando pie a su más reciente estudio en conjunto con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Escuela de Medicina de Harvard acerca de los ciclos de luz y la oscuridad en relación con el núcleo supraquiasmático (NSQ), región del cerebro localizada muy cerca del quiasma óptico, el cual recibe información de la luz y regula los ciclos de luz-oscuridad tanto en animales como en humanos.
“Por medio de esta investigación se puede demostrar que existe una conexión directa entre el NSQ y el núcleo del tracto solitario (NTS), que recibe toda la información periférica del corazón y de los vasos sanguíneos, pues si se detecta una falla en cualquiera de estos núcleos, todo el organismo cae en relación a la presión arterial y a otras funciones como el metabolismo", explica.
Para la realización de este experimento fue necesario un estudio multidisciplinario que integró varias técnicas: administrar una toxina hacia el núcleo y registrar si esta “camina” hacia el otro núcleo; la utilización de marcadores como c-Fos para determinar si el incremento de la presión arterial los enciende, lo cual indica que aumenta la actividad del núcleo; y observar qué pasa cuando hay lesión en el NSQ dando como resultado que la presión arterial está aumentada. Toda esta serie de experimentos fue realizada en ratas.