Chiapas, riqueza y diversidad prehistórica
Boletín de prensa
770/2015
México, DF. 25 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).-En 1993 en el rancho "Nandachuqui", en el municipio de Chiapa de Corzo, trabajadores de la industria de la construcción explotaban un depósito de arena; entre los escombros descubrieron una muela de gran tamaño incrustada en un trozo de mandíbula que aparentaba aspecto monstruoso. La pieza, confundida con los huesos de un gigante, fue resguardada como un trofeo en la casa de un trabajador de la zona. Su esposa, quien se negaba a guardar en la sala de su casa semejante cosa, lo convenció de buscar un nuevo lugar para los extraños huesos. El hombre contactó entonces a personal del Instituto de Historia Natural de Chiapas (IHN). El fósil pertenecía a un mastodonte, animal común en el México del Pleistoceno, época conocida popularmente como la "era del hielo".
En distintas regiones del estado abundan historias como esta, extraída del libro Mamuts y mastodontes de Chiapas, publicado por el IHN y financiado con los Fondos Mixtos de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el gobierno del estado.
En localidades como Totolapa, Villa Flores, Chiapa de Corzo, la Concordia y Simojovel, han sido encontrados numerosos fósiles de vertebrados, invertebrados e incluso flores que vivieron hace millones de años y quedaron atrapadas en la resina proveniente de los árboles que más tarde se solidificó para formar el ámbar chiapaneco.