Una ventana a la violencia, mujeres indígenas presas
Boletín de prensa
139/2015
México DF. 5 de marzo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Honoria Morelos vivía en la montaña de Guerrero, se hacía cargo de sus nietos porque sus hijos habían migrado. Cuando uno de ellos se enfermó, salió por primera vez a la Ciudad de México a buscarlos porque no tenía dinero para los medicamentos. En el camino, un retén militar detuvo el autobús; en la revisión encontraron droga y alguien dijo que era de Honoria Morelos, una señora de 63 años de origen náhuatl, que no hablaba bien el español.
“Cuando llegué a trabajar a la cárcel ella tenía siete años recluida. No sabía qué había pasado con sus nietos que había encargado con una vecina. Aprendió español, pero también desarrolló una úlcera gástrica por el estrés y estaba mal de salud. Logramos que se revisara su expediente y la pusieron en libertad; después de siete años le dijeron: ‘perdón, nos equivocamos’. A los seis meses de estar libre, murió a causa de la úlcera y no pudo regresar jamás a la montaña”, comentó la investigadora Rosalva Aída Hernández Castillo, profesora investigadora en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), (http://www.ciesas.edu.mx/) que forma parte del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Racismo estructural, criminalización de la pobreza, violación a las garantías individuales, genealogías de exclusión y violencia, son algunas de las características que definen la impartición y el acceso a la justicia de mujeres indígenas en el país, según los resultados del proyecto a cargo de la doctora Hernández Castillo.
Enmarcado en la antropología jurídica, que es el estudio de los distintos sistemas de justicia desde una perspectiva antropológica, ha realizado una investigación en la que a través del Taller Historias de Vida documentó la situación de las mujeres indígenas que están en reclusión en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Femenil de San Miguel Puebla, y en la sección femenil del Cereso Morelos, en Atlacholoaya.
La historia de Honoria Morales es resultado del taller que Hernández Castillo realizó a partir de 2007 y que aparece en el libro Bajo la sombra del guamúchil. Historias de vida de mujeres indígenas y campesinas en prisión, publicado en 2010 junto con un documental.
“Las veinte historias de vida que registramos como parte de este proyecto no dan cuenta de trayectorias delictivas, sino de experiencias de exclusión marcadas por el racismo, el sexismo y la opresión económica que enmarcaron la serie de acontecimientos que terminó por llevarlas a prisión”, afirma la investigadora en un capítulo del libro colectivo Justicias indígenas y Estado. Violencias contemporáneas, publicado en 2013 por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y CIESAS.
SP/AT/LR/139/2015