'Ver con las manos', arte incluyente con tecnología 3D
Por Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro. 12 de noviembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El Museo de Arte de Querétaro es un recinto donde, además de diferentes exposiciones, se ofrecen eventos culturales, conciertos, obras de teatro y talleres. Uno de los más representativos es Mirar sin ver, que permite a personas con debilidad visual conocer el arte de distintos artistas nacionales e internacionales a través de la réplica de obras pictóricas a base de maniquíes, arena, espuma, globos y otros materiales artesanales.
Mirar sin ver fue la inspiración para que un grupo de artistas y diseñadores de Tridi, empresa dedicada a la tecnología de diseño e impresión en tercera dimensión (3D), concibiera Ver con las manos, proyecto que, de acuerdo con su creador, Sebastián Romo Calderón, conjunta el arte con la tecnología a través de la impresión de obras pictóricas reconocidas en 3D, con relieve y perspectiva real, con la finalidad de que una persona con debilidad visual pueda apreciar, sentir y palpar el arte a través del tacto.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Romo Calderón, quien es cofundador de Tridi, explicó cuáles fueron los factores que los motivaron a desarrollar este proyecto, sus alcances y perspectivas a futuro.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): Hablando del contexto, ¿cuáles son las áreas que más requieren de la tecnología 3D?
Sebastián Romo Calderón (SRC): Sin duda la más beneficiada con la tecnología 3D es la industria, porque permite optimizar procesos y formas de fabricación; con este tipo de impresión puedes producir objetos en cuestión de horas cuando antes te tardabas pues más días en obtenerlos y el precio era mucho mayor.
Pero sobre todo, se está utilizando para la fabricación de prototipos, piezas muy personalizadas que resulta difícil conseguir en el mercado o ya están obsoletas; entonces lo que se hace es que se diseña e imprime en 3D la pieza solicitada. Hacer un molde de inyección cuesta miles de pesos, mientras que hacer diez piezas impresas en 3D no supera los cinco mil pesos.
En Tridi estamos enfocados hacia la cuestión industrial y profesional. Trabajamos para la industria aeroespacial, automotriz, despachos de ingeniería y diseño. Fabricamos lo que le llaman fixtures y gauges, además de algunos prototipos. Cuando van a lanzar al mercado algún producto, nosotros diseñamos el objeto para que lo validen y pueda fabricarse en inyección de plástico, troquelado en cualquier otro método.
AIC: A partir de esto, ¿de dónde surge la iniciativa de desarrollar obras de arte en impresión 3D?
SRC: El origen de los cuadros nació a partir de una invitación que nos hizo el Museo de Arte de Querétaro para participar en su taller Mirar sin ver, cuyo objetivo es que los asistentes puedan replicar obras pictóricas con materiales artesanales. En el marco de ese taller decidimos presentar Las dos Fridas, obra pictórica de Frida Kahlo, en impresión 3D.
El proceso lo iniciamos moldeando el cuadro, una artista colaboró esculpiendo la obra de manera digital en la computadora y fabricamos el cuadro en diferentes tamaños. Después de otro proceso de prueba y error encontramos el tamaño ideal con el que se puede cubrir toda el área del cuadro con las manos; lo hicimos porque las personas ciegas que nos apoyaron confundían los elementos al palparlos.
Cuando aplicamos la prueba final empezaron a describir las partes importantes del cuadro, nos decían: "Son dos mujeres sentadas, están tomadas de la mano, una tiene el pelo recogido, la otra también". Ahí fue cuando nos dimos cuenta que realmente iba a funcionar este proyecto. Nos tardamos un año en llegar al resultado óptimo.
AIC: ¿Cómo fue el proceso de elaboración de esta obra?
SRC: Lo que hicimos fue que un artista vio la foto del cuadro y empezó a imaginar cómo sería en 3D, o sea en dimensiones reales, con perspectiva y relieve. Entonces comenzó a modelar lo que es una arcilla digital, como la que usa un escultor pero en computadora. Se esculpió hasta que se logró tener una pintura hecha en tres dimensiones. Una obra como esta se construye capa por capa, mediante la deposición de materiales como plásticos, cerámicas, metales, resinas o cera.
Este proceso ya se está aplicando en otras partes del mundo, como el Smithsonian National Museum of Natural History de los Estados Unidos, donde están digitalizando, con un escáner 3D, sus esculturas como una forma de conservación, réplica y restauración; ellos escanean las obras para que en caso de que se pierdan por algún siniestro, puedan volverse a exponer.
AIC: ¿Cuál fue la siguiente etapa para llegar al proyecto Ver con las manos?
SRC: Cuando logramos tener el prototipo adquirimos un fondo a través del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) para desarrollar en Querétaro el proyecto de galería Ver con las manos, iniciativa de nuestra empresa, Tridi y un grupo de expertos en arte que tiene el objetivo de colaborar para que las personas ciegas y débiles visuales puedan apreciar el arte con el tacto, mediante la modelación e impresión 3D de obras pictóricas. Nos atrevemos a decir que la iniciativa de una galería de obras pictóricas para ciegos es única en México y en el mundo.
A la par, ganamos en un concurso organizado por Posible, que es un programa que busca encontrar a los 100 emprendedores de impacto social más sobresalientes de México. A partir de ahí se desprendieron muchas otras cosas, como haber llegado a la semifinal en el concurso Una Idea para Cambiar la Historia que organiza The History Channel a nivel Latinoamérica, donde se inscribieron como cuatro mil proyectos de los que quedamos solo 10 semifinalistas, y que se decidirá por votación en línea que termina el 27 de noviembre.
Ver con las manos con 20 cuadros, que a nuestra percepción, son los más representativos de la historia. Tenemos obras de Vincent van Gogh, Leonardo da Vinci, Rembrandt Harmenszoon van Rijn, entre otros. Van a ser 15 obras internacionales y 5 mexicanas. Esta exposición la presentaremos el 26 de noviembre, y de diciembre a febrero se abrirá para todo el público en el Museo de Arte de Querétaro.
La idea es que en diciembre abramos la exposiciónAIC: Esta utilización de la tecnología de modelación e impresión 3D para fines artísticos, ¿tiene algún futuro en lo que se refiere a alternativa comercial o de negocios?
SRC: Existe un mercado porque ofrece muchas aplicaciones. Cada vez son más los artistas que se acercan a usar estas tecnologías. Un ejemplo: Tenemos un cliente que realiza escultura con arcilla y lo que hace es traerla con nosotros para que sea escaneada y digitalizada, la retocamos en 3D, la hacemos pequeña y se la fabricamos en cera. Con esta figura él hace su molde para vaciar el cobre y con esto obtiene su escultura tal y como la quiso.
Otra área que está utilizando esta tecnología es la industria del vestido, ha habido unos cuantos experimentos de imprimir tanto accesorios como vestidos en 3D, que son prendas elaboradas con pequeñas cadenas interconectadas una con otra. Son vestidos de telas de plástico, prácticamente.
Ver con las manos es un proyecto que conjunta el arte con la tecnología a través de la impresión de obras pictóricas en 3D, con relieve y perspectiva real, para que una persona ciega o con debilidad visual pueda sentir y apreciarlas a través del tacto. Actualmente, el proyecto Ver con las manos se encuentra en la etapa semifinal del concurso Una Idea para Cambiar la Historia, organizado por The History Channel para toda Latinoamérica, donde compitió con más de cuatro mil proyectos de diversos países. |
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