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Fernando Elorriaga, especialista en pinnípedos marinos


Por Joel Cosío

La Paz, Baja California Sur. 8 de febrero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Desde el año 2000, el doctor Fernando Ricardo Elorriaga Verplancken ha enfocado sus estudios en los mamíferos marinos, particularmente los pinnípedos, como lobos marinos, elefantes marinos y focas, para la generación de conocimiento que aporte bases científicas para el desarrollo de estrategias de conservación de las especies.

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Él es profesor investigador del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), adscrito al Departamento de Pesquerías y Biología Marina de la institución y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Nació en La Paz, Baja California Sur, una ciudad costera del noroeste del país, por lo que desde siempre estuvo en contacto con los recursos naturales relacionados con el océano.

En su educación superior se trasladó a la Ciudad de México para estudiar la licenciatura en biología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue en ese periodo cuando decidió dedicarse al estudio de mamíferos marinos.

Fernando elorriaga - cría de lobo marino albino.jpgFernando Elorriaga - cría de lobo marino albino.“Siempre tuve mucho apego por los animales y desde chico tuve cercanía con las playas y mares, eso ayudó a que orientara mis estudios hacia la biología marina”, mencionó Elorriaga Verplancken.

Posteriormente, regresaría a su ciudad natal para continuar sus estudios de maestría en manejo de recursos marinos y doctorado en ciencias marinas en el Cicimar.

“En mis estudios de posgrado me di cuenta de la importancia de los mamíferos marinos, de los aspectos ecológicos y evolutivos que se pueden estudiar de ellos y lo trascendentes que son, fue una cadena de sucesos, desde la gente con quienes tuve contacto en mi preparación académica”, sostuvo.

Espacio único de biodiversidad

Un suceso clave en su vida fue la visita al archipiélago de San Benito, un conjunto de tres pequeñas islas que en total suman una superficie de cuatro kilómetros cuadrados, ubicadas a 95 kilómetros de la península de California, en el Pacífico mexicano, ahí es en donde tuvo su primer contacto con los pinnípedos, como investigador.

“El archipiélago de San Benito es un lugar muy hermoso, fue lo que me flechó de manera instantánea, no solamente fue mi primera experiencia, sino que fue un lugar impresionante”, rememoró Elorriaga Verplancken.

“Es el único sitio en donde habitan las cuatro especies de pinnípedos documentados en México; el león marino de California (Zalophus californianus), el lobo fino de Guadalupe (Arctophoca philippii townsendi), el elefante marino del norte (Mirounga angustirostris) y la foca de puerto (Phoca vitulina). Y en una cantidad de individuos, de estas especies, muy grande”, continuó.

En su producción profesional ha publicado 22 artículos científicos en revistas especializadas; dirigido 11 tesis concluidas y dos en proceso, y ha celebrado proyectos de investigación.

En la actualidad está realizando investigaciones sobre el lobo fino de Guadalupe, una especie que se consideró extinta por la caza furtiva y comercializar su piel, que alcanzó gran valor durante el siglo pasado. 

El doctor agregó que la divulgación del conocimiento científico sobre los recursos naturales es de suma importancia, porque de esta forma la población en general aprende a valorar y cuidar estos recursos y se puede contribuir a la conservación, apreciación y estudio y aprendizaje de los mismos.

“Es necesario no solamente adentrarnos en la investigación, generación de artículos científicos y/o formación de estudiantes, es también estar en contacto con la sociedad, transmitir conocimiento acerca de nuestros recursos naturales, porque es la única manera de difundir una conciencia ecológica”, afirmó.

Atención a varamientos de animales marinos

El doctor Fernando Ricardo Elorriaga Verplancken además es coordinador de la Red Nacional de Varamientos de Mamíferos Marinos que pertenece a la Sociedad Mexicana de Mastozoología Marina (Somemma, A. C.).

Su función consiste en mantener contacto con las personas encargadas de atender varamientos de mamíferos marinos en los litorales del país y, de esta forma, recabar datos sobre los animales, como el tipo de especie, talla, diferentes características biológicas de los ejemplares, el estado en el que vararon, vivos o muertos, si se lograron rescatar en caso de llegar vivos a las playas y si se tomaron muestras para su estudio.

Los islotes, Bahía de La Paz3.jpg“Desde el 2012 he sido coordinador de esta red y hasta la fecha tenemos cerca de mil 500 registros en todo México, aunque no estamos cubriendo la totalidad de los litorales del país, sí hay una representación muy grande. Tenemos personas dentro de la red que trabajan en cada uno de los estados costeros en México, en una gran escala sabemos qué especies se están varando y con qué características cuentan”, afirmó.

En la Red de Varamiento de La Paz, Baja California Sur, en la que participan la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), el Museo de la Ballena y Ciencias del Mar y el Cicimar, el doctor participa activamente en la atención de animales varados, desde lobos marinos hasta ballenas grises.

“En Baja California Sur se dan cerca de alrededor de 400 varamientos de mamíferos marinos al año, por ejemplo, en Laguna Ojo de Liebre se agrupa una cantidad muy grande de animales y durante una temporada puede haber muchos varamientos de ballena gris”, aseveró Elorriaga Verplancken.

“La manera de atender a un animal varado varía mucho dependiendo de la especie, se puede tratar de ballenas, delfines y lobos marinos, por ejemplo, en el caso de estos últimos, cuando están vivos los inmovilizamos con unas redes y posteriormente los subimos a una embarcación, para llevarlos a mar abierto”, continuó.

“En el caso de ballenas, por ejemplo, en el 2016 tuvimos un varamiento de un rorcual tropical en El Mogote de La Paz, en una zona muy somera, en el momento que subió la marea lo remolcamos con un cabo (de embarcación) y varias personas, también nos ayudó la Secretaría de Marina, y salió con éxito, posteriormente lo encaminamos, con las embarcaciones, para que no se regresará”, finalizó.

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