Rafael Vázquez Duhalt, vocación y determinación por la ciencia
Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. 7 de febrero de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Apenas estudiaba la secundaria y ya lo tenía claro: al crecer sería investigador. Su temprana y firme determinación ha llevado a Rafael Vázquez Duhalt a construir una prolífica carrera de más de 25 años como científico mexicano.
Vázquez Duhalt se desempeña desde hace cinco años como jefe del Departamento de Bionanotecnología del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (Cnyn) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Ensenada, pero su trayectoria es mucho más amplia.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el investigador relató que estudió la carrera de ingeniería química industrial en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en donde ingresó apenas después de haber terminado la secundaria.
“Siempre quise ser ingeniero, yo pensaba ser ingeniero bioquímico, pero mi falta de información en ese tiempo me hizo decidir por la ingeniería química, lo cual fue muy benéfico para mi formación, dada la versatilidad de la ingeniería química”, recordó.
Vázquez Duhalt apuntó que desde muy joven se había identificado con el campo de la química y aunque en el área de las ingenierías es menos común, persistió en su objetivo de convertirse en investigador.
“No es muy común en las ingenierías, no tengo muchos compañeros de mi generación que hagan investigación, generalmente trabajan en la industria, pero yo tenía muy claro desde muy joven que me iba a dedicar a la investigación y, de hecho, yo sabía que iba a hacer una maestría y un doctorado”.
Preparación continua
Tras concluir su carrera en el IPN, Rafael Vázquez Duhalt se incorporó a una fundación de desarrollo rural, donde trabajó durante dos años en proyectos de extensionismo y promoción de cooperativas campesinas, para después formar parte de la empresa Knorr Suiza, donde trabajó un año.
En medio de sus primeras experiencias laborales, el deseo de convertirse en investigador persistió y decidió viajar a Ginebra, Suiza, donde continuó sus estudios de posgrado y realizó dos maestrías y un doctorado.
La diversificación de sus intereses como académico lo condujo al estudio de una maestría en ecología humana en el Centro Europeo en Ecología Humana y una segunda maestría en química analítica del ambiente, mientras que su doctorado lo realizó en fisiología vegetal.
Al concluir sus estudios de posgrado en Suiza, Rafael Vázquez decidió regresar a México, y tras su retorno se integró al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), en La Paz, Baja California Sur, donde laboró como investigador por tres años.
“De ahí me fui a hacer una estancia posdoctoral a la Universidad de Alberta, en Canadá, donde estuve tres años como posdoctorando y de ahí me invitaron del Instituto de Biotecnología de la UNAM en Cuernavaca, a integrarme, en donde trabajé casi 23 años”.
En medio de su trayectoria como investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, realizó una pausa para hacer una estancia sabática en la Universidad de Maryland, en la localidad de College Park, en Estados Unidos.
Fue después de esta experiencia cuando, en 2002, comenzó a promover la creación de un nuevo departamento en el Cnyn: un centro de biología avanzada para la ciudad de Ensenada.
“Iniciamos con todo el cabildeo, la promoción de este centro, afortunadamente el antiguo Centro de Investigaciones en Materia Condensada, que es el precursor del Cnyn, estuvo interesado en el proyecto de traer gente del Instituto de Biotecnología a Ensenada e integrarnos ya como un departamento al Centro de Nanociencias y Nanotecnología”.
Fue así como desde 2013, junto con un grupo de investigadores del Instituto de Biotecnología de la UNAM, llegó al Cnyn para fundar el Departamento de Bionanotecnología, en el que funge como titular.
Una generosa profesión
Para Rafael Vázquez, construir una carrera prolífica como investigador no podría ir separado de la pasión por una de las profesiones que considera más generosas, porque brinda la oportunidad de hacer lo que el científico desee.
“Es la única profesión en el mundo que es realmente universal; un investigador puede trabajar en cualquier parte del mundo, en cambio un abogado no, un médico tampoco, tienen que certificarse en cada uno de los países, en cambio la carrera de investigador es universal”.
Consideró que otra de las ventajas es la oportunidad de colaborar con jóvenes estudiantes, a quienes considera la base del trabajo de los investigadores, contacto que ha mantenido de forma continua en su carrera y que ha sido motivo de múltiples satisfacciones.
“Es muy satisfactorio ver que nuestros estudiantes crecen y se hacen investigadores, incluso mejores que uno”, expresó.
Después de cinco años de haberse concentrado en el campo de la bionanotecnología, estimó que otra de las ventajas de la profesión es la facilidad con que pueden moverse en diferentes campos del conocimiento.
“Por ejemplo, en mi caso, después de haber trabajado por 23 años en temas ambientales, de remediación ambiental y enzimología ambiental, pude cambiar sin ningún problema la aplicación de mis conocimientos al área de la nanotecnología”.
Un científico internacional en México
Con una serie de experiencias internacionales que han nutrido su visión como investigador, Rafael Vázquez considera que el retorno a su país de origen ha sido una de las decisiones más atinadas que ha tomado.
“Siempre es importante estar motivado por lo que uno hace, entonces yo pienso que el trabajo de uno, después de haberse formado en el extranjero, tiene más impacto en México. Pienso que aquí tenemos la oportunidad realmente de impulsar la ciencia en el país, de tener más impacto y eso es más satisfactorio que estar trabajando en una universidad en el extranjero”.
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