Premio a la disciplina y amor a la ciencia
Por Ana Luisa Guerrero
México, DF. 1 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Entre maizales, plantas y árboles frutales creció Randy Ortiz Castro. De padres campesinos, desde pequeño se preguntaba por qué ocurrían las cosas en la naturaleza y no cejó en la búsqueda de las respuestas. Primero en su natal Michoacán y luego en la Costa Grande de Guerrero, devoró libros y estudió intensamente para formarse como biólogo en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
A sus 34 años, ya como doctor en Ciencias en Biología Experimental, ha encontrado explicaciones a lo que se formulaba, pero su mente ávida sigue en la búsqueda del conocimiento.
La disciplina y el amor a las ciencias –sobre todo las naturales– que ha impreso a su vocación profesional, le mereció obtener el Premio Weizmann 2014 que otorga la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), por su tesis doctoral titulada Estudio de la participación de las N-acil-L-homoserina lactonas y ciclodipéptidos en la regulación del desarrollo vegetal por bacterias del género Pseudomonas.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el científico del Instituto de Ecología (Inecol) –que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)– considera “muy gratificante” que se valore el aporte de los proyectos de investigación doctorales que son respaldados por grupos de estudio de gran calidad en el país. De ahí que no ceje en reconocer el apoyo de sus directores de tesis, José López Bucio y Jesús Campos García, con quienes trabajó su proyecto.
“Este premio representa un compromiso mayor de seguir trabajando con esfuerzo para metas futuras”, señala.
Investigador y padre de familia
La inquietud de Randy Ortiz Castro por continuar con su línea de estudio lo ha llevado a ser investigador en el Inecol, adscrito a la red de estudios moleculares avanzados, gracias al programa de Cátedras Conacyt.
En esta nueva etapa que lo obligó a dejar Michoacán y lo llevó a Xalapa, Veracruz, el motor y motivación diaria es su familia, tanto su esposa como su hijo de tres años.
El tiempo que tiene libre lo dedica a ser cómplice del pequeño; “su alta inquietud y energía me han mantenido ocupado entre juegos y fantasías como parte de su infancia, los cuales disfruto muchísimo y al máximo”, comparte.
En el esparcimiento, la convivencia con sus colegas también contribuye al gusto por el trabajo; es así que los fines de semana se organizan y montan sus bicicletas para gozar de la magnífica biodiversidad que envuelve a Veracruz.
Investigación bacteriana
El joven científico, quien admira a su hermano por ser ejemplo de fortaleza, ha dedicado los últimos años al estudio de la biología de la raíz, por su importancia para la toma de agua y nutrientes, enfocándose en la interacción de las plantas y las bacterias.
Beneficiario de las becas del Conacyt en su formación académica, el doctor Randy Ortiz abordó la especie Arabidopsis thaliana para conocer su forma de interactuar con la bacteria Pseudomonas aeruginosa, y descubrió que esta última es benéfica en el desarrollo de la planta.
“La bacteria regula la producción o produce moléculas bacterianas que las plantas pueden percibir. En el estudio identifiqué tres compuestos que tienen un papel promotor en la planta, es decir, tienen una propiedad hormonal que estimula el crecimiento de las raíces y el crecimiento vegetal de la misma”, detalla.
Explica que las bacterias utilizan moléculas pequeñas como señales químicas para comunicarse entre ellas; a este proceso se ha denominado quorum sensing (QS) y necesita de la producción, liberación y detección de factores hormonales dependientes de la densidad poblacional de las bacterias que viven juntas.
Muchas bacterias, refiere, producen moléculas como las N-acil-L-homoserina lactonas para regular su comunicación celular; de ahí que la investigación evidenció que la Pseudomonas aeruginosa modula la producción de dichas moléculas que participan en la estimulación del crecimiento vegetal.
El trabajo pudo constatar que la N-acil-L-homoserina lactonas estimula la formación de raíces laterales, el crecimiento vegetal de la planta y la expresión de genes regulados por la respuesta a auxinas (grupo de fitohormonas que actúan como reguladoras del crecimiento vegetal), debido a la producción de tres ciclodipéptidos (clase novedosa de moléculas pequeñas sintetizadas por microorganismos).
Los resultados que se obtuvieron fueron el soporte para obtener una patente sobre uso de los ciclodipéptidos como moléculas con actividad auxínica en la modulación del crecimiento de las plantas. Una aplicación que podría tener es la formulación de biofertilizantes que optimicen los cultivos, y reducir hasta en 50 por ciento el uso de fertilizantes.
Trabajo actual
El doctor Castro continuará con la investigación sobre el estudio de las raíces, pero ahora dirigida a la identificación de bacterias que tengan efectos antagónicos contra hongos patógenos de la planta.
“Estamos trabajando sobre esta línea de investigación y sobre otra en torno a la problemática con patógenos frutales, identificar cuáles son los mecanismos de acción de esos patógenos y tratar de entender las respuestas de los frutales, especialmente el aguacate, y encontrar soluciones a estos ataques”, finaliza.
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