César Burgos, el investigador de los narcocorridos
Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. 18 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Durante la adolescencia, César Jesús Burgos Dávila pensó en estudiar alguna carrera relacionada con ciencias naturales. Disfrutaba la playa, admirar los paisajes, recorrer senderos y acampar. Con el tiempo, descubriría que su vocación era otra y la naturaleza solo sería para admirarla, respetarla y cuidarla. En ese momento no sabría que como investigador se adentraría algún día en las entrañas de la producción de los narcocorridos.
César Burgos es originario de Culiacán, Sinaloa, entidad en la que la producción y exportación ilegal de drogas, así como el surgimiento de múltiples líderes del narcotráfico, hacen que sea conocida como la “cuna del narco”.
Para los sinaloenses es común escuchar narcocorridos en la calle, en los bares o en la vida cotidiana. Música que recrea la actividad delictiva o a alguno de sus protagonistas. Las canciones describen las vivencias y situaciones que enfrentan los personajes y sus hazañas.
En 2008, en México se vivía el recrudecimiento de la violencia por la llamada “guerra contra el narcotráfico”. En Sinaloa, repuntaron las balaceras y los conflictos entre las autoridades y las organizaciones criminales; también había disputa del territorio entre grupos delictivos. En ese tiempo, César Burgos realizaba sus estudios de posgrado en Barcelona, España. Mantenía contacto con su familia y amistades, así sabía lo que pasaba en Sinaloa.
César Burgos Dávila.“Se vivía en Sinaloa un repunte de violencia muy duro en la sociedad. Recuerdo ese año en España, con mis pies allá, pero mi cabeza aquí”, comentó en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Fue durante esa época cuando César Burgos Dávila visitó su tierra natal. A su llegada, llamó su atención la forma en que los jóvenes convivían y la música que escuchaban. Era común la presencia de los narcocorridos en los espacios públicos, principalmente en las reuniones de los jóvenes.
“En ese momento eran populares las expresiones del ‘movimiento alterado’. Comenzaba El Komander, Bukanans de Culiacán, Buchones de Culiacán y otras agrupaciones locales. Por su performance y por lo que cantaban, eran estigmatizados y considerados como violentos, sanguinarios, alterados, enfermos”, comentó.
Para César Burgos, era importante rastrear el desarrollo y evolución de la música en términos culturales, es decir, cómo fue evolucionando y qué nos dice esta música en el momento en que se está produciendo.
“Pensaba en lo que significa para nosotros como sociedad esta expresión cultural de un fenómeno que aquejaba en ese momento”.
Estudios psicosociales
Así nacería su interés en el estudio psicosocial de ese género musical, desde el contexto histórico, social, cultural y político en el país, que comenzaría a plasmarse en su tesis de doctorado.
César Jesús Burgos Dávila es profesor investigador de tiempo completo de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Como parte de su formación estudió la licenciatura en psicología en la UAS, de la que egresó en 2006.
Al concluir sus estudios de licenciatura, obtuvo una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y un apoyo complementario del Programa de Doctores Jóvenes de la UAS para cursar sus estudios de posgrado en el extranjero. Se formó como maestro en ciencias y doctor en psicología social en la Universidad Autónoma de Barcelona, egresó en 2012.
Fue en 2014 cuando realizó una estancia posdoctoral en el Departamento de Estudios Étnicos de la Universidad de California, Berkeley, con apoyo de las Becas Posdoctorales de Conacyt.
“Cuando estudiaba la licenciatura me surgieron dos intereses muy claros, primero comenzar a incursionar en programas de investigación. En ese tiempo no había, desde mi perspectiva, tanto auge o tanta promoción para que los estudiantes realizáramos investigación. Una de las experiencias que resultó determinante para que me inclinara por la investigación fue haber realizado un Verano Científico”.
Como prestador de servicio social trabajó con el profesor Tomás Guevara Martínez en el Laboratorio de Estudios Psicosociales de la Violencia de la Facultad de Psicología. Apoyó en estudios de violencia, por lo que considera esa experiencia como motivante para su interés en la investigación y para enfocarse en la psicología social. También fue motivante para adentrarse en el estudio de la violencia, el narcotráfico y las manifestaciones culturales del narcotráfico desde un enfoque psicosocial.
“En esos tiempos, con el maestro Tomás y mi colaboración con temas de violencia, me empezó a llamar la atención la cultura del narcotráfico o de las manifestaciones culturales del narcotráfico”, expresó.
Para César Burgos, la tarea de investigación de este fenómeno social continúa, pues afirma que la música se crea, consume, difunde, se significa y se apropia en un contexto histórico, político y cultural específico. Es por ello que ha desarrollado estudios relacionados con los antecedentes de la tradición corridística y del narcotráfico en México, trabajo publicado en 2013 en la revista Studies in Latin American Popular Culture.
Otro estudio fue "Las letras del narcotráfico a ritmo norteño. Jóvenes compositores de narcocorridos", publicado en Revista Argentina de Estudios de Juventud, así como "Música y narcotráfico en México. Una aproximación a los narcocorridos desde la noción de mediador", plasmado en la revista Athenea Digital, en 2011.
En 2012, participó con el capítulo El narcocorrido: la nueva historia del pueblo, del libro La violencia en Sinaloa. Materiales para una psicología cultural.
Y en 2014, contribuyó con la publicación "El quehacer etnográfico: experiencias y técnicas de investigación en el estudio del narcocorrido, en el libro Nuevas rutas de investigación e intervención psicológica.
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