Omar López Cruz y su fascinación por las galaxias
Por Joel Cosío
La Paz, Baja California Sur. 29 de mayo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- “La curiosidad y los cielos oscuros de Baja California Sur, debido al poco desarrollo de las ciudades, aumentaron mi interés por las estrellas, pasé por varias etapas, me gustaron los mamíferos marinos, las rocas como los pedernales, y entonces, cuando miré al cielo me enganché”, rememoró el doctor en astronomía Omar López Cruz, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Es uno de los astrónomos mexicanos más sobresalientes en el ámbito internacional, con descubrimientos como el mayor agujero negro supermasivo del universo, y proyectos en proceso como la búsqueda de rastros del nacimiento de las primeras galaxias. No obstante, la historia de este personaje es también sorprendente.
Su fascinación por las estrellas inició en el pequeño ejido de San Lucas, coloquialmente llamado “San Luquitas”, en el municipio de Mulegé, Baja California Sur, a finales de la década de 1970. Un joven Omar López de tan solo trece años quedaba maravillado con observar las luces de las estrellas en todo su esplendor y con el anhelo de conocer el universo. En la década de 1980, otro suceso clave fue la transmisión del programa Cosmos, conducido por el fallecido astrónomo Carl Sagan, que fortaleció su curiosidad.
“Se me ocurrió que sería muy interesante estudiar en el extranjero y escogí estudiar astronomía. Pregunté qué se necesitaba para ser astrónomo y me dijeron 'tienes que ser físico o matemático para ser astrónomo'. Entonces me fui a México e ingresé al Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la Escuela Superior de Física y Matemáticas, eso me dio la preparación para seguir con el posgrado en astronomía. Terminé la licenciatura en 1987 y en 1989 llegué a Toronto, Canadá, con apoyo de una beca Conacyt a hacer la maestría y seguí con el doctorado hasta 1996, año en que regresé a México”, precisó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
A partir de ese momento su carrera de astrónomo estelar se llenó de éxitos como investigador del INAOE, en Puebla, dedicándose a su gran pasión que es la búsqueda de grandes galaxias. No obstante, él se expresa con nostalgia del lugar en donde nació, recuerda a su maestra de matemáticas en la educación media y su primera familia que aún vive en la ciudad de La Paz, Baja California Sur.
Proyectos en agenda
En la actualidad el astrónomo tiene ambiciosos proyectos, como la gestión de un centro de pruebas de equipo satelital, asociado con estudios de cosmología, electrónica y ciencias computacionales en La Paz, Baja California Sur, con el que cumpliría su deseo de aportar algo más a su tierra y que le permitiría regresar. Sin embargo, es un proyecto que está por iniciar.
Al preguntar sobre sus investigaciones, con la sencillez que lo caracteriza, habló sobre una de sus primeras teorías con la cual ha trabajado hasta la actualidad, originando uno de los descubrimientos más importantes de la astronomía.
“Encontramos que las galaxias más grandes están en un cúmulo en donde hay miles de galaxias, algunas se destruyen y la hacen más grande, esta teoría la sugerí en 1997 y fue una idea distinta a lo que se estaba viendo”, mencionó.
Este trabajo lo introdujo a investigaciones relacionadas con el seguimiento de la evolución de las galaxias, le permitió encontrar propiedades para medir distancias aproximadas entre galaxias, métodos para buscar más cúmulos galácticos y lo condujo al hallazgo del agujero negro de mayor masa en el universo conocido, de hasta dos mil millones de años luz, proyecto en el que lideró a un grupo internacional de astrónomos.
"Esta tesis doctoral me dio para muchas investigaciones y seguimos ‘sacándole jugo a esos datos’. En 1995 me di cuenta que había una galaxia que era especial, se veía muy extendida. En el 2012 publican que unos colegas astrónomos, usando el telescopio espacial Hubble, encontraron una galaxia que podría contener un gran agujero negro, el más grande conocido, entonces me acordé de mi galaxia Holm 15A, que se encuentra en el cúmulo Abell 85, la estudiamos y encontramos un agujero mucho más grande y les ‘tumbamos’ el récord en el 2014", mencionó con alegría y orgullo.
El objeto podría tener una masa mayor a 10 mil millones de veces la del sol, tan solo un orden de magnitud menor a la de toda la Vía Láctea, y podría llegar a tener la masa de toda nuestra galaxia, contenía un comunicado del INAOE de 2014.
“No creo que esa sea mi contribución más importante, uno siempre está esperando hacer una contribución mucho más importante".
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