Carolina Gallardo: perseverancia y pasión por el espacio
Por Tania Robles
Ciudad de México. 25 de agosto de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- La pasión por el conocimiento y el espacio es la motivación que ha llevado a que una joven mexicana sobrepase los más grandes obstáculos, desde trabajar en la planeación de misiones espaciales reales hasta tratar temas de política espacial. Su nombre es Aurea Carolina Gallardo Patiño, quien desde muy pequeña decidió que su vocación y amor estaban en el espacio.
Amor al universo
“Desde que era pequeña siempre quise saber qué es lo que había más allá de mi vista”, platicó entusiasmada Carolina Gallardo.
El comienzo de lo que en un futuro le daría una brillante carrera sería un programa televisivo que vio en 1993 a la corta edad de 13 años. Era la transmisión de una entrevista al doctor Edward J. Weiler, quien en ese entonces era investigador en jefe del telescopio espacial Hubble de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). Carolina quedó asombrada con el tipo de investigación que tal personaje hacía, por lo que con ayuda de su hermana mayor le envió una carta para conocer qué es lo que ella tendría que hacer para cuando fuera grande, pudiera trabajar en temas como lo hacía el doctor Weiler.
Para su sorpresa, el importante investigador de NASA le contestó su carta, alentándola a continuar sus estudios en ciencia o en ingeniería y añadiendo presentes como fotografías que el Hubble había tomado.
En ese entonces, tenía la intención de convertirse en astrofísica, por lo que en 1996 participó en el concurso Para Leer la Ciencia desde México patrocinado por la editorial Fondo de Cultura Económica (FCE), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), con un ensayo sobre cuásares. Esto le valió conseguir el tercer lugar nacional y obtuvo como premio una beca para estudiar inglés en Estados Unidos en 1997.
Al encontrarse en este país, contactó al doctor Weiler, “con mi poco inglés que tenía, le hablé para decirle que estaría ahí un año. Entonces pagó y organizó todo para que yo fuera al Goddard Space Flight Center de NASA del que él ya era director. Me dio la oportunidad de dar un tour por los cuartos limpios donde tienen la réplica del Hubble Space Telescope que estaba en el espacio. Nunca había visto esa tecnología y cuando la vi me enamoré”, contó.
Este evento cambió su forma de ver las cosas y plantear su vida futura, pues decidió que ya no sería astrofísica, sino que estudiaría una ingeniería en México para después especializarse en temas del espacio. Al volver a México, esta joven mexicana se incorporó a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la carrera de ingeniería física, misma de la cual se graduaría con honores de excelencia, reconocimiento nacional y con un enfoque a tecnología de materiales.
Desde el primer año de la licenciatura, estuvo involucrada en temas de investigación ya que uno de sus profesores la invitó a trabajar en el laboratorio de física de estado sólido del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), por lo que durante sus siguientes años en la universidad, tuvo la oportunidad de asistir a dos congresos internacionales.
Una nueva etapa
Al finalizar la licenciatura, Carolina Gallardo fue aceptada en una universidad para realizar su maestría en ingeniería aeroespacial, pero tan solo tres meses después de su graduación sufrió un accidente automovilístico junto con su esposo. Este suceso marcó una pausa en su carrera, pues durante seis años estuvo en terapias por pérdida de memoria, pero durante todo este tiempo, el doctor Ed Weiler siempre estuvo en contacto con ella incentivándola a continuar con sus sueños. "Quizá te tome más tiempo alcanzar tu estrella, pero siempre estará ahí para ti", le escribió el investigador.
“Una vez que me sentí lista, decidí continuar y retomar mi sueño”, comentó. Para esto y por su excelente carrera como estudiante, le fue otorgada por la Comisión Europea la beca Erasmus Mundus, con la que estudió una doble maestría en ingeniería aeronáutica y tecnología espacial en el Institut Supérieur de l'Aéronautique et de l'Espace (ISAE-SUPAERO) en Tolouse, Francia, y otra maestría en astronáutica e ingeniería espacial en Cranfield University en Inglaterra.
“En Cranfield tuve la oportunidad de formar parte del análisis y diseño de una misión espacial a Titán, la luna de Saturno para la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). También me empecé a involucrar en cuestiones espaciales como nunca antes, pues me tocó determinar la órbita y método de reinserción para Titán con el método de aerocaptura", añadió.
Durante su estadía en Francia, participó en el diseño del vehículo de entrada para la Estación Espacial Internacional, auspiciado por la compañía europea Astrium. Para esto, estuvo a cargo del análisis de riesgos de los subsistemas térmico, de potencia, de propulsión y de seguridad de toda la misión, además del análisis de la misión para seleccionar los posibles sitios de aterrizaje. “En mis dos maestrías me enfoqué mucho en el análisis y diseño de misiones espaciales”, agregó.
Para concluir su maestría en Francia, Carolina debía realizar un proyecto final en algún centro espacial del mundo. Eligió el Centro de Vuelos Espaciales Goddard (GSFC, por sus siglas en inglés) de la NASA donde habría comenzado años atrás su aventura por el espacio. Durante varios meses, Gallardo Patiño trabajó en conjunto con el Departamento de Astrobiología y el Departamento de Sistemas de Detectores del Goddard Space Flight Center en el análisis, caracterización eléctrica, así como en la microfabricación de un transistor de efecto de campo hecho con nanohilos de silicio, “esto me dio la oportunidad de conjuntar todo lo que anteriormente había estudiado en materiales, nanotecnología y el espacio”, aseveró.
Hoy en día, este transistor forma parte de la nueva generación de instrumentos miniaturizados bajo el estudio de la NASA que ayudará a reducir costos en futuras misiones espaciales. Este componente será usado para las futuras misiones a Marte (Mars Prospector Rover y en Mars Network Lander para el año 2020), futura misión a Titán (2020-2029) y en misiones de objetos cercanos a la Tierra, para detectar vida pasada y presente (compuestos orgánicos).
El otro lado del espacio
Actualmente, Aurea Carolina Gallardo Patiño forma parte de Space Generation Advisory Council (SGAC) donde se desempeña como coordinadora de Competencias y Becas para el Space Generation Congress y es delegada mexicana en el proyecto de Leyes y Política Espacial de la misma organización. Específicamente, trabaja en crear conciencia y políticas para el uso de la tecnología espacial para la seguridad ambiental de América Latina y el Caribe y mitigar o prevenir desastres ocasionados por huracanes, tornados, y crear conexiones y políticas nacionales e internacionales para solucionar estos problemas.
Además, junto con su esposo, colabora en la enseñanza y acercamiento de la ciencia y la tecnología a niños con altas capacidades en México. “Estos pequeños están muy abandonados porque no hay una educación especializada para ellos y a veces no logran potenciar todas las habilidades que ellos tienen. Estamos tratando de darles pláticas y talleres para que conozcan desde temprana edad esta área del conocimiento y decidan si quieren involucrarse en el sector espacial”, agregó.
Por ahora, Carolina busca especializarse en la enseñanza a niños con alto potencial y en un futuro continuar su carrera con un doctorado en lo que es su pasión, el espacio.
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