Comienza segunda edición del proyecto GeT-In en la UAEH
Por Ameyalli Villafán
México, DF. 13 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- En la actualidad, las instituciones de educación superior apuestan por la transferencia de tecnología y la creación de parques científicos y tecnológicos para el desarrollo de la innovación en las universidades.
Parque Científico de la Universidad de Tsinghua, China.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Lydia Raesfeld Pieper, directora del Parque Científico y Tecnológico de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), explicó a fondo en qué consiste el proyecto GeT-In –que este mes de julio comienza actividades con un nuevo grupo de trabajo–, platicó sobre la experiencia de la generación 2014 y los resultados de esta.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿En qué consiste el proyecto GeT-In?
Lydia Raesfeld Pieper (LRP): Es una iniciativa de la UAEH con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y respaldo del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD, por sus siglas en alemán) y de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en el afán de profesionalizar de alguna manera los gestores de transferencia de tecnología y de conocimiento.
AIC: ¿Qué se necesita para que un proyecto de transferencia tecnológica sea trascendente?
LRP: El tema de transferencia está cada vez más presente y fuerte en las universidades en México. Para poder hacer una transferencia exitosa se necesitan algunos elementos: hablar el mismo idioma que los empresarios, estructurar o reestructurar algunas partes dentro de las universidades, crear mecanismos u oficinas pertinentes, revisar reglamentos, etcétera. Ninguno de nosotros como investigadores nació como vinculador, y entonces la idea de GeT-In es ofrecer un programa que podría dar elementos para la formación y capacitación de los vinculadores y de los gestores de la transferencia en las universidades.
AIC: ¿Cuál ha sido la respuesta de los interesados ante las convocatorias?
LRP: Se lanzó una primera convocatoria el año pasado (2014); era la primera versión del GeT-In y hubo una buena respuesta: participaron 25 universidades tanto privadas, públicas, tecnológicas, politécnicas. También algunas oficinas de transferencia certificadas por Conacyt y cada uno de los participantes propuso para su ingreso al programa un Proyecto de Aplicación Personal (PAP). La idea era que ellos propusieran algo que quisieran hacer dentro de su propio espacio.
AIC: ¿Cómo son las fases del programa GeT-In?
LRP: Para poder desarrollar este programa, los participantes reciben coaching online con expertos internacionales de Alemania y España, que los van a orientar en el desarrollo y perfeccionamiento de su proyecto.
Después de esta fase, a finales de septiembre de este año, harán estancia en Alemania de 12 días y conocerán otras universidades que ya tienen experiencia en el tema de transferencia tecnológica. Finalmente, concluye todo en noviembre con un cierre para la presentación de estos proyectos.
AIC: ¿Cómo considera que este proyecto reduzca la brecha entre instituciones de educación superior y el entorno productivo del país?
LRP: Este proyecto es de capacitación y formación. Justamente de lo que trata es dar a los participantes los elementos para poder entablar una mejor vinculación con el sector productivo.
A los participantes les damos soft skills como networking, leadership, trust. La confianza es un tema muy grande para nosotros, si no hay confianza de los empresarios hacia las universidades y viceversa, difícilmente se podrá hacer algo conjuntamente. Entonces hay que crear este ambiente, esta sinergia entre las universidades y el sector productivo. Yo creo que el curso, por la experiencia del grupo del año pasado, ha dado muy buenos resultados. Tenemos muy buenas respuestas del grupo.
AIC: ¿Cómo ha sido la respuesta de los participantes de la edición 2014?
LRP: Ha sido muy positiva, agradecen mucho, han aprendido, han tenido nuevos impulsos, nuevas ideas, han visto cosas que aquí no han conocido. Por otro lado, se han identificado con problemas en el tema de la transferencia tecnológica en Alemania. Ha sido un proceso de mucho aprendizaje para los participantes en toda esa estancia en Alemania. Creo que este grupo va a ser la base para una red temática si quisiéramos proponer crearla en el tema de transferencia tecnológica.
AIC: ¿Cuál es la relevancia de que existan diversas instituciones dentro del proyecto GeT-In?
LRP: En el programa GeT-In existen 25 representantes de 21 instituciones de educación superior en el país, son universidades de mucho nivel. Es muy interesante observar cómo hay una coincidencia en sus problemáticas y en sus intereses. Son universidades distintas y de todos modos hay un gran sentir común entre ellos.
AIC: ¿Cómo este programa llevará la ciencia al sector productivo a futuro? ¿Ya tienen algún caso?
LRP: Este programa es más que nada crear las estructuras y el ambiente e impulsar ese cambio de actitud; es un impulso para iniciar e incentivar la vinculación. A lo mejor en algún momento sería importante que participaran personas de empresas para acercarnos más.
AIC: ¿Cuál es el reto del proyecto GeT-In 2015?
LRP: El reto es ese sueño de hacer realidad todos esos proyectos, de ver los avances, de constatar el impacto que han tenido en las universidades y mantener viva esa red para seguir participando y compartiendo las experiencias, para poder retroalimentar.
También que a nivel nacional todos los esfuerzos que está haciendo el Conacyt con las gestiones que se hacen en fondos de innovación, creación de oficinas de transferencia y Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) creen más enlaces, y que el tema de la vinculación, que es relativamente nuevo en México, se vaya consolidando cada vez más en nuestras instituciones.
Es importante reconocer la cooperación detrás del proyecto internacional conjunto entre universidades y mencionar que este es un esfuerzo de la UAEH pero conjuntamente con la Universidad de Kassel y la Universidad de Ciencias Aplicadas en Brandenburg, ambas en Alemania, y con colaboración de las doctoras Bettina Burger-Menzel y Rosalba Badillo, coordinadoras del programa en dicho país.
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