Biomedicina: panorama, retos y formación en México
Por Montserrat Muñoz
Guadalajara, Jalisco. 18 de julio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Listada como una de las carreras del futuro por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la ingeniería biomédica inició como carrera en México desde 1974. Sin embargo, ha encontrado su auge en la última década y constituye una opción cada vez más solicitada para quienes buscan iniciar una educación universitaria.
Así lo señaló el ingeniero Francisco Javier Aceves Aldrete, vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Biomédica (Somib), quien aseguró que hace 40 años existían apenas dos universidades a nivel nacional que impartían esta carrera, cuando hoy esta cifra supera las 50 casas de estudios.
Aceves Aldrete advirtió que existe desinformación respecto a lo que hace un ingeniero biomédico, lo cual constituye una barrera en el ámbito laboral. “La gente se enfoca en ingeniería clínica, jóvenes o empresas que salen a hacer el mantenimiento de equipo médico y quedan ofertando solo ese servicio de ingeniería biomédica”.
Ing. Federico Acevez Aldrete y equipo de Somib.Sin embargo, el ingeniero asentó que además de dar mantenimiento a la industria, el ingeniero biomédico empieza a participar en los procesos de planeación, administración hospitalaria y toma de decisiones.
“Hay que concebir al ingeniero biomédico no como un técnico, sino como un ingeniero que está para resolver problemas dentro de la salud. Somos una rama que junto con el médico y el administrador de hospitales, buscamos lograr esa solución de problemas de gestión y problemas administrativos o solución de problemas directamente en la salud, como rehabilitación o diagnóstico”, acotó.
Formación de recursos humanos
En 2012, un panel de expertos en el Parlamento Europeo definió la ingeniería biomédica como una ciencia independiente e interdisciplinaria, basada en la medicina, la biología y la ingeniería, que abarca además áreas como la electrónica biomédica, biomecatrónica, bioinstrumentación, biomateriales, biomecánica, biónica, ingeniería celular, ingeniería genética y de tejidos, ingeniería clínica, ingeniería aplicada a la neurociencia, diagnóstico e imagen médica, bioingeniería ortopédica, ingeniería de rehabilitación, fisiología de sistemas, bionanotecnología e ingeniería neuronal.
“La formación de un ingeniero biomédico ideal debe incluir materias básicas del área de ciencias de la salud como anatomía, fisiología, química y biología celular. En el área de la electrónica, materias como programación, electrónica, diseño digital y procesamiento de señales, que también forman parte de un conocimiento básico”, señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt el ingeniero biomédico Miguel Ángel Ojeda Orozco.
Ing. Miguel Ángel Ojeda Orozco.“No tenemos que saber cómo se desarrollan las enfermedades o saber diagnosticar a los pacientes, pero sí debemos tener clara la idea de cómo funciona el cuerpo. Por eso se toman esas materias. A esta idea general ya podemos aplicar los conocimientos básicos”.
Por su parte, el doctor Emilio Sacristán Rock, director del Centro Nacional de Investigación en Imagenología e Instrumentación Médica (CI3M), señaló en entrevista que el campo laboral para los profesionales de la ingeniería biomédica crece rápidamente en México.
“La medicina ha llegado a un punto donde ya es muy tecnológica y los médicos requieren del apoyo técnico para resolver problemas de manera adecuada. Eso se ve reflejado en el crecimiento de la carrera aquí en México. En cuanto a investigación, el aumento ha sido enorme. En el CI3M, tenemos alrededor de 30 proyectos de 20 instituciones al año”.
El también miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) afirmó que se crean aproximadamente 20 empresas al año relativas al ramo de la tecnología médica en el país, por lo que la demanda de profesionales va en aumento.
Asimismo, acotó que en general es una carrera bien pagada, con salarios cercanos a los 15 mil pesos al mes para recién egresados. Este monto puede llegar a 40 mil mensuales, tras 10 años de ejercer la profesión. “Es una buena carrera para dedicarse y estudiar, con un panorama creciente en México en cuanto a oferta laboral”.
En Jalisco, cuatro son las universidades que imparten esta ingeniería —Universidad de Guadalajara, Universidad del Valle de México (UVM), Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)—, mientras que otras dos ya trabajan proyectos referentes a esta rama o piensan ofertar la carrera en el corto plazo.
Investigación
El Comité Económico y Social Europeo señala en un dictamen de 2015 que la ingeniería biomédica resultará en un sector “cada vez más importante debido al desarrollo tecnológico y al potencial de las nuevas técnicas para mejorar la atención y rehabilitación, lo que constituye un importante paso adelante en términos de asistencia sanitaria y calidad de vida”.
En ello coincidió el doctor José Ávila Paz, profesor investigador de la Universidad de Guadalajara, quien afirmó que esta disciplina será de especial importancia en algunos años, dado que el grueso de la población mexicana serán las personas de la tercera edad, sector que, estadísticamente, va adquiriendo algún tipo de discapacidad.
“En un futuro no muy lejano, la mayoría de las personas va a tener algún tipo de discapacidad. Para nosotros es muy importante aplicar la tecnología para este tipo de personas, referente a que tenemos que incorporar a estas personas a la sociedad y para eso nosotros realizamos diversos prototipos con investigación previa, para en un futuro aplicarlos”, señaló.
Ávila Paz trabaja en proyectos con un equipo de la universidad, referente a biopotenciales. Una de las líneas de desarrollo que manejan es la movilidad, por lo que se está trabajando en una silla para una persona sin extremidades o con algún tipo de parálisis que limite su movilidad.
“Las personas que tienen este tipo de discapacidad se aíslan y para mí es algo que no debería suceder con tanto avance tecnológico en nuestra sociedad. Ahorita estamos enfocados en la movilización de personas, pero en otros proyectos hemos trabajado para que personas con estas discapacidades puedan usar computadoras; es la misma tecnología y se puede acondicionar”, comentó el investigador.
Dr. José Ávila Paz.Respecto a los recursos humanos en ingeniería biomédica, el doctor Ávila Paz lamentó que tan solo un segmento muy pequeño de los egresados se dedique a la investigación. “Desafortunadamente, pensamos que ellos se deben incorporar al sector productivo, pero el área de investigación es muy importante. Los países de primer mundo se determinan por su área de investigación, no por su área de producción”.
Acorde con el ingeniero Acevez Aldrete, la investigación y desarrollo se concentra en centros como el Instituto Nacional de Rehabilitación y el Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO), en Jalisco, así como hospitales civiles. Estas investigaciones involucran a una gama de profesionistas que incluyen médicos, tecnólogos, ingenieros electrónicos, biotecnólogos e ingenieros biomédicos, señaló.
A decir del vicepresidente de la Somib, el gran reto de la ingeniería biomédica en México es la vinculación. “Ideas y dinero hay; el problema es cómo se acerca la gente a hacer ese proyecto. Cuentas con el recurso de gobierno, con la iniciativa privada que está haciendo desarrollo y con el talento y recurso humano que está en las universidades”. A ello se suman barreras culturales, siendo la principal que en México no existe la capacidad para desarrollar nuevas tecnologías.
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