Proyectos tecnológicos mexicanos de talla mundial
Por Nistela Villaseñor
México, DF. 24 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El GIST Tech-I es una competencia organizada anualmente por el Departamento de Estado estadounidense en conjunto con la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), con el objetivo de promover el desarrollo científico y tecnológico entre jóvenes empresarios de economías emergentes internacionales.
Los aspirantes presentan ideas y nuevas empresas a través de videos para ser sometidos a votación internacional y revisados por expertos para determinar a los finalistas que reciben gastos pagados al evento Global Entrepreneurship Summit (GES).
Innovación Global a través de la Ciencia y la Tecnología (GIST, por sus siglas en inglés) es una iniciativa que opera en la intersección de ciencia, tecnología, innovación y un espíritu empresarial para empoderar a jóvenes de todo el mundo con las habilidades que necesitan para ser exitosos emprendedores y líderes que conviertan sus ideas en nueva empresa que transforme sus comunidades.
GIST faculta a los jóvenes a utilizar sus proyectos de ciencia y tecnología, basados en la comercialización de nuevos productos y creación de empresas que aborden retos económicos y de desarrollo. Lleva a los innovadores, aumenta sus habilidades, construye redes y los conecta con los mentores e inversores que pueden ayudar a hacer realidad sus ambiciones.
Desde 2011, los innovadores de más de 86 países han exhibido sus empresas científicas y tecnológicas a través del concurso. El público en línea ha emitido 700 mil votos en apoyo de estos jóvenes con talento. GIST ha sido mentor de alrededor de 3 mil 500 nuevas empresas, generado más de 21 millones de dólares en financiamiento, y comprometido a más de un millón de innovadores y emprendedores. Esta iniciativa exhorta, identifica, apoya y conecta a jóvenes innovadores de todo el orbe a través de la competencia GIST Tech I.
Tres jóvenes mexicanos llegaron a la fase semifinal de dicho concurso en la edición 2015. El Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) convocó a votar por uno de los proyectos. La fase consistió en captar votos del público, entre el 11 de mayo y el 11 de junio, a través de la página web destinada para ello.
Los treinta semifinalistas elegidos con base en la puntuación de expertos y la cantidad de votos del público, entre ellos los mexicanos Iker Arbulu Lozano, Carlos Bernal y Edwin Cházaro, viajaron en días pasados a la Cumbre Global de Emprendedores en Kenia, para mostrar sus proyectos y recibir entrenamiento intensivo. Los ganadores serán seleccionados por un grupo de expertos que asistirán a la cumbre el próximo sábado 25 de julio para otorgar becas, tutorías y entrenamiento.
La Agencia Informativa Conacyt platicó con dos de los semifinalistas mexicanos: Iker Arbulu y Edwin Cházaro, representantes de Prysmex y Rich IT, respectivamente, pequeñas empresas tecnológicas que participaron en el GIST Tech I 2015.
Según Edwin Cházaro, director general de Rich IT, él y sus colaboradores, quienes continuamente están en busca de convocatorias como hackatones o datatones, vieron la convocatoria de GIST Tech I 2015, que trata de utilizar la tecnología para resolver problemas sociales, y consideraron que su proyecto empataba con lo que ya tenían trabajado. El proyecto de Rich IT, llamado Omni, surgió como un spin off, afirmó Cházaro.
“Fue a través de las comunidades y concursos de hackers –que no tienen esta connotación negativa, sino hackers como hacedores de cosas, personas que pueden desmenuzar un problema para resolverlo; hackers de sombrero blanco o hakctivistas– que se fue concretando la idea”, explicó.
Rich IT identificó una problemática de movilidad en el Distrito Federal, y “porque tenemos la capacidad técnica de hacerlo, elegimos Omni como uno de un par de proyectos que tenemos en materia social, en los que estamos tratando de hacer un impacto y una diferencia. Una de las maneras que hemos encontrado de trabajar estos proyectos es en los concursos”, agregó Cházaro.
Detalló que usar una aplicación de transporte público con información de los mismos usuarios es una idea que se puede replicar en naciones emergentes, en donde la red de transporte público puede no estar tan organizada como en el primer mundo; “donde sabes a qué hora y en qué minuto exacto llega el siguiente tren, y a qué hora vas a llegar. Aquí todo es tan variable que una aplicación de esta naturaleza podría beneficiar a muchas personas”, dijo.
Para Cházaro y el equipo de Rich IT, los concursos no solo representan un motivo para esforzarse y ser competitivos, sino que en ellos han encontrado colaboración de otras personas que tratan de hacer una diferencia social. “Ahí hemos encontrado a otros miembros del equipo que ya se integraron de manera permanente a nuestra compañía, y de esta manera podemos seguir trabajando en los proyectos”, aseguró.
Por su parte, Iker Arbulu mencionó que a través de la convocatoria que envió la directora de Ingeniería en Tecnologías Computacionales (ITC) del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) fue como él y sus compañeros se enteraron del GIST Tech I.
“Como ya nos encontrábamos constituidos como empresa y estábamos comenzando a tener avances en la tecnología, nos dimos cuenta de que necesitábamos apoyo de algún tipo y decidimos que el concurso cumplía con este apoyo”, expresó.
Para Arbulu, el concurso se enfoca en emprendedores e ideas innovadoras que pretenden cambiar el mundo y la manera en la que hacemos actividades diarias. “Al igual fue una gran motivación ver que era un concurso internacional y que nos podía dar visibilidad a nivel global de nuestra idea y de esta manera catapultarla a un negocio sustentable”, abundó.
Prysmex es una microempresa joven; se constituyó el 13 de febrero de 2015. Se dedica al monitoreo de fuerza laboral mediante wearables para industrias de alto riesgo como lo son la minera, de construcción y manufacturera, explicó el entrevistado.
Según Arbulu, GIST Tech I acerca a los jóvenes a un grupo de brillantes empresarios y emprendedores que actualmente están revolucionando el planeta. Los posibles beneficios van desde alianzas, futuros clientes, inversión de capital intelectual y/o humano e incluso el desarrollo de nuevas ideas de negocio.
“Por ello debemos de ir muy preparados y con los ojos abiertos a cualquier oportunidad. Nuestra meta primaria es conseguir recursos para el proyecto a través de un socio que tenga los conocimientos y experiencia necesaria para impulsarlo. Además, estos eventos nos ponen en un spotlight, lo cual para una empresa es una maravilla”, añadió.
Final en Kenia
“Hay dos categorías: startups e ideas. Nosotros estamos en la primera con otros 15 participantes. Miden la madurez de los proyectos. Hay algunos en etapa de idea que buscan recursos para desarrollarla; no es nuestro caso porque nosotros tenemos avance, recursos, pero evidentemente nos vendría bastante bien recibir el apoyo del gobierno o la exposición a los medios; sería benéfico para que podamos continuar”, aseguró Edwin Cházaro.
Según el ingeniero en Electrónica egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y maestro en Ciencia de Datos por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), lo más importante para el equipo Omni no son los premios en efectivo o en especie, sino la exposición a los medios e inversionistas internacionales.
“En el mundo real pocas veces tienes la oportunidad de acercarte a un inversionista que pueda cambiarlo todo en tu proyecto, y esta vez el escenario va a ser al contrario: van a haber muchos inversionistas y pocos emprendedores. Es la oportunidad para hablar de nuestros proyectos con personas que pudieran invertir en desarrollarlos, porque te podrían conectar con otros programas, asociaciones o iniciativas de los gobiernos que apoyen proyectos sociales”, afirmó Cházaro.
Hay tres lugares ganadores; Edwin Cházaro y su equipo van por la mejor exposición y por el reconocimiento a su proyecto. “Buscamos hacer eco en otras personas que quieran impulsar la innovación en México y hacer esa apuesta con nosotros; instituciones que ayuden a mejorar la vida aquí en la ciudad y en todo el mundo porque es un proyecto que se puede escalar”, afirmó.
Al concluir el concurso, lo más importante es llevar el prototipo actual al producto mínimo viable y salir al mercado, manifestó Iker Arbulu. “Esto nos ayudará a validar el desarrollo y los estudios de factibilidad que hemos realizado, para posteriormente regresar al pizarrón y mejorar nuestro producto con base en la demanda del mercado. Hemos llegado a un punto en el que concluimos que una alianza en desarrollo es conveniente, por lo que seguiremos negociando con algunas empresas de tecnología que nos han buscado”, agregó.
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