Diseñan indumentaria militar “todo terreno”
Por Violeta Amapola Nava
Ciudad de México. 9 de mayo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- ¿Te has preguntado en dónde se fabrican los uniformes con los que soldados y personal militar salen a campaña?, ¿qué características tienen?, ¿soportan las condiciones de lluvia, frío o calor?, ¿son resistentes?, ¿qué tiempo de vida útil tienen?
En la dirección general de Fábricas de Vestuario y Equipo, también conocida como Fave, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), existe un equipo de ingenieros que trabaja con la finalidad de generar tecnología mexicana para diseñar y confeccionar equipo y vestuario militar de alto nivel.
El director de Ingeniería, teniente coronel ingeniero industrial Óscar Alejandro Morales del Ángel, detalla que la Fave es un complejo industrial en donde se fabrica el vestuario y equipo militar utilizado por el Ejército Mexicano.
No solo los uniformes de campaña y demás vestuario son elaborados en este complejo fabril, también lo son el calzado y los blindajes personales, incluso se fabrica un modelo de traje antibombas.
Para asegurar que todo el vestuario y equipo militar cumpla con los estándares de calidad requeridos, el personal de la Sedena cuenta con tres laboratorios que permiten verificar las materias primas y los productos terminados de la Fave: Laboratorio de Pruebas Físico Textiles, Laboratorio de Pruebas Multifásicas y Laboratorio de Pruebas Balísticas.
Laboratorio de Pruebas Físico Textiles
Es un área dedicada a realizar pruebas de control de calidad de las materias primas empleadas en la fabricación de artículos militares. Cuenta con diversos equipos de laboratorio que permiten ejecutar análisis bajo diferente normatividad, mexicana o internacional, y se encuentra acreditado ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA).
Laboratorio de Pruebas Balísticas
En esta área se realizan pruebas de impacto de municiones con armas de fuego de diferentes calibres al equipo de protección personal que se fabrica en la Fave (chalecos antibalas, cascos antifragmento y trajes antibombas), lo anterior a fin de garantizar la calidad de los mismos.
Laboratorio de Pruebas Multifásicas
El vestuario y equipo destinado al Ejército Mexicano está expuesto constantemente a usos pesados y a diferentes condiciones ambientales que, con el paso del tiempo, le ocasionan cierta degradación y deterioro.
Para conocer qué tanto se degrada la indumentaria militar con el transcurso del tiempo, en el laboratorio de Pruebas Multifásicas de la Fave se diseñó y construyó una cámara que permite simular las diversas condiciones ambientales predominantes en el país, a fin de someter a envejecimiento acelerado diferentes materiales que se emplean en el complejo industrial.
El coronel ingeniero industrial Raúl García Hernández dirige el mencionado laboratorio y afirma: “Diseñamos un equipo no convencional, único en su tipo en México, en consecuencia podemos decir con orgullo que es una innovación tecnológica”.
Este equipo contiene múltiples sensores de medición y equipos que permiten generar calor, frío, viento, neblina, radiaciones ultravioletas e infrarrojas, rocío, polvo y lluvia, en el interior de la cámara de pruebas.
La combinación de estas variables permite simular las diferentes condiciones ambientales de las distintas regiones del país y someter el vestuario y equipo a sus efectos. Esto permite evaluar la degradación que sufren los materiales en cada una de estas regiones y así estar en condiciones de estimar su tiempo de vida útil.
“Actualmente existen otros equipos de laboratorio que se emplean para realizar pruebas de envejecimiento acelerado, teniendo como limitante el tamaño de las muestras analizadas, ya que solo se ensayan especímenes pequeños”, señala el coronel García Hernández.
Sin embargo, la cámara del Laboratorio de Pruebas Multifásicas de la Fave es tan grande que se pueden realizar ensayos con artículos completos e incluso se tiene la posibilidad de introducir un maniquí o una persona portando el equipo o indumentaria que se desea evaluar.
“Por ejemplo, es factible colocar en su interior a un individuo portando prendas térmicas, adosándole sensores de temperatura en contacto con su piel y en diferentes partes del cuerpo, con el fin de evaluar la eficiencia y desempeño de la prenda a los cambios de temperatura”, explica el coronel.
Es decir, en la cámara se pueden realizar pruebas sometiendo al individuo a diferentes condiciones ambientales muy parecidas a la realidad.
Diseñando indumentaria militar versátil
“Nuestro reto es contar con vestuario que pueda emplearse en cualquier condición ambiental... no es un reto fácil, pero sería lo ideal”. El coronel García Hernández explica que las condiciones ambientales que prevalecen en el Valle de México normalmente son de confort. Sin embargo, en el norte o en el sureste del país las condiciones son más severas y aunque en ambas zonas geográficas durante el día la temperatura es similar, en el norte el calor es seco debido a la baja humedad relativa, en contraste con el sureste, caracterizado por el predominio de calor húmedo.
Estos detalles deben ser tomados en cuenta, pues la simple diferencia en el contenido de humedad influye significativamente en el índice de radiación solar a la cual está expuesto un individuo.
En el sentido práctico, si dos uniformes de personas ubicadas en estos lugares geográficos se exponen a la intemperie, el que está en el norte recibirá más radiación por el simple hecho de que la humedad en el ambiente funciona como barrera física al paso de la radiación, detalla el ingeniero.
Ingeniería detrás de las bandera monumentales
En el complejo de fábricas de la Fave, además de vestuario y equipo militar, se confeccionan las banderas monumentales que ondean en varios puntos del país.
El coronel Raúl García Hernández explica que independientemente de todo lo que representa una bandera en el aspecto cívico y como símbolo nacional, en el ámbito ingenieril una bandera monumental trae consigo retos importantes.
Algunas de estas banderas pueden pesar hasta un cuarto de tonelada (250 kilogramos) y son colocadas en astas que llegan a medir hasta los 100 metros de altura, por lo tanto están expuestas a la intemperie, lluvia, viento, radiación solar, etcétera, además de soportar su propio peso.
“¿Dónde se imagina usted que una bandera monumental se deteriore más, en las costas mexicanas o en el Valle de México?”, pregunta el coronel García Hernández.
“Probablemente, la mayoría de las personas respondería que en la costa; sin embargo, nosotros hemos observado que hay una tendencia a que las ubicadas en el Valle de México se deterioren más rápido, lo cual probablemente se deba a la lluvia ácida, ligada a la mala calidad del aire con gran contenido de sólidos en suspensión. Esto en contraste con las localizadas en las costas, en donde aparentemente la presencia de atmósfera salina influye en la fijación del color en el textil, lo que la hace más resistente a que se decolore”, afirma.
Por ello resulta importante conocer las condiciones a las que se ven sometidas las banderas en las diferentes regiones del país. Estas condiciones pueden ser reproducidas con la cámara de pruebas multifásicas, y se pueden ensayar utilizando materiales que brinden protección contra las irradiaciones, buscando prolongar el tiempo de vida útil de las banderas.
“Uno no se imaginaría todo lo que hay detrás del diseño y confección de una bandera”, complementa el teniente coronel Óscar Morales del Ángel.
Profesionistas en el laboratorio
En el Laboratorio de Pruebas Multifásicas existe la posibilidad de desarrollarse científica y tecnológicamente en diferentes áreas de la ingeniería debido a la versatilidad del equipo. En la actualidad se encuentran estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizando servicio social.
“Los estudiantes, a través de su institución educativa, se contactan con la Fave y, en función de las vacantes disponibles, asisten a sus instalaciones, operando los equipos disponibles en los laboratorios, complementando sus conocimientos”, narra el teniente coronel Morales del Ángel, director de Ingeniería.
El coronel Raúl García Hernández explica que todo profesionista con bases sólidas en las ramas físico-matemáticas, químico-biológicas, programadores y manejo de software, entre otros especialistas, pueden colaborar en el desarrollo de diferentes proyectos.
Al someter a degradación en la cámara de pruebas un material, este sufre cambios en sus propiedades mecánicas debido a un cambio en su estructura química. Para comprender estos cambios que suceden debido a los rompimientos de enlaces moleculares e idear qué hacer o qué aditivos emplear para evitarlos, se requiere una formación sólida en química orgánica.
El coronel García Hernández explica que el desarrollo de proyectos en la Fave demanda la participación de equipos multidisciplinarios y profesionistas en diferentes ramas del conocimiento.
En el laboratorio también se requiere de personal especialista en la operación de los equipos de análisis instrumental.
Además, “la cámara multifásica cuenta con un programa que se alimenta con todas las mediciones de los sensores que posee, dicha información se pretende procesar mediante un modelo matemático, con el fin de generar iteraciones tendientes a estimar la vida útil de los materiales que se ensayen. Para ello son necesarios los matemáticos, programadores, ingenieros en sistemas y otros especialistas de disciplinas afines”.
El futuro en el Laboratorio de Pruebas Multifásicas
Lo que sigue es continuar optimizando y diseñar rutinas para hacer la simulación ambiental mediante el software, es decir, calibrar el equipo para que tenga ciclos de un tiempo específico que simulen diferentes climas, explica el coronel García Hernández.
Actualmente se está en la fase de calibración de los instrumentos y sensores, a efecto de estandarizar las pruebas internas, propias de la Fave, que se pretenden implementar.
Asimismo, se están diseñando las rutinas que permitirán realizar la simulación de climas en el interior de la cámara, acorde con la zona geográfica en donde se desea probar la indumentaria.
Hasta el momento ya se cuenta con algunas rutinas programadas para simular condiciones similares a las de la selva, el desierto y la época de lluvia. Se espera que para finales de este año ya se tengan programadas más rutinas que permitan simular diferentes condiciones del territorio nacional y poder iniciar la fase de pruebas tendientes a estimar el tiempo de vida útil del equipo y vestuario.
“Este es el único laboratorio en México con un equipo de estas características. Crear nuestra propia tecnología para innovar en nuestros productos y tener la filosofía constante de evitar la dependencia del extranjero nos permitirá ser autónomos y nos ayudará a ser más productivos en el aspecto económico”.
Esta herramienta de investigación ayudará a caracterizar de manera más amplia los materiales utilizados en la Fave, algunos de los cuales, por el momento, se están importando.
“Además, con los estudios que se realicen se podrá conocer más ampliamente la vida útil de los materiales e incluso tomar determinaciones respecto a cómo prolongar la vida útil de los mismos y con ello desarrollar materiales con mejores propiedades que permitan brindar al usuario mayor comodidad y protección personal”, concluye el coronel García Hernández.
Dirección General de Fábricas de Vesturario (Fave) Canal de Garay, #100, colonia Vergel, Iztapalapa, Ciudad de México. |
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