Desde las aulas, universitarios construyen vehículo Fórmula SAE
Por Pablo Miranda Ramírez
Guadalajara, Jalisco. 12 de julio de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Con la ambición de ser el equipo más funcional y veloz, jóvenes estudiantes de la Universidad Panamericana (UP), campus Guadalajara, trabajaron en el desarrollo de un vehículo tipo Fórmula, un pequeño auto que tiene la capacidad de correr hasta a 150 kilómetros por hora y que fue construido en su totalidad por sus manos e ingenio.
El UPR-618 es un vehículo que participará en la competencia Fórmula SAE (Sociedad de Ingenieros Automotrices) junto a universitarios de todo el mundo. Este automóvil cuenta con capacidad para un pasajero, tiene un motor de 600 centímetros cúbicos y fue elaborado pieza a pieza en el Centro de Manufactura y Diseño de esta institución.
Diego Becerril, líder de la escudería y alumno de la ingeniería en mecatrónica, detalla que trabajaron desde hace un año con la elaboración de este proyecto, y en él participan 11 estudiantes de distintas carreras, como ingeniería en mecatrónica, ingeniería industrial e innovación y diseño, y tiene como finalidad, además de concursar en la carrera, servir como vehículo para posicionarse en el sector automotriz.
Alfredo Arellano, alumno de ingeniería en mecatrónica y miembro de la escudería, menciona que previo a la competencia se analizaron cuatro factores para llegar a la carrera: uno de ellos fue evaluar el diseño del vehículo y que este se apegara a los parámetros establecidos por el reglamento para participar; la
segunda puso a prueba la fabricación del auto para que no presentara desperfectos en su estructura.“Tratamos de hacerlo todo nosotros porque la competencia te pide que todo lo que puedas hacer lo hagas tú y así es como nosotros en temas de costo y negocio puntuamos mucho, porque tratamos que todas las piezas las hagamos nosotros mismos”, menciona Diego.
Posteriormente se tomó nota sobre las habilidades que tiene el vehículo para frenar, y la última prueba fue respecto a las revoluciones por minuto del automóvil y que esto no representara un problema auditivo. Una vez superadas estas cuatro pruebas, el equipo obtuvo los respectivos pases que le dieron el aval para participar en la carrera de velocidad.
Aunado a esto, la competencia también evaluó el modelo de negocio en torno a la fabricación y diseño de estos vehículos y que el plan fuera viable.
Ganar la bandera a cuadros
La escudería UP Racing tiene entre sus filas a estudiantes que son apasionados por la velocidad y los autos. Aldo Zavala es uno de ellos y es el miembro del equipo que se perfiló como el piloto con la responsabilidad de dejar en alto el nombre de este equipo tapatío.
Los equipos deben de superar una serie de pruebas que van desde la velocidad y maniobrabilidad, hasta la resistencia de los vehículos en circuitos que complican la estabilidad de los autos.
Diego menciona que el UPR-618 es el resultado de más de año y medio de trabajo y fue elaborado con materiales que los miembros del equipo obtenían y se adecuaban al diseño que ya habían realizado. El vehículo, por ejemplo, cuenta con un chasís de acero de una pulgada de diámetro con distintos espesores.
“La carrocería está hecha con fibra de vidrio, es un diseño estético y aerodinámico; se hicieron cálculos en la nariz y los alerones y hubo pruebas de flujo de aire. El vehículo pesa alrededor de 220 o 230 kilos y puede llegar hasta a 300 con el piloto. La velocidad máxima son 150 kilómetros por hora”, detalla Diego.
Una oportunidad para entrar al sector automotriz
Aldo Zavala menciona que a todos los miembros de la escudería los une la pasión por la velocidad y los automóviles, y señala que colaborar en este proyecto no solo le trajo un crecimiento personal, sino también la oportunidad de participar en una idea que posteriormente les dará herramientas para poder destacar en un ambiente profesional.
Diego y Alfredo coinciden en que gracias a la elaboración de este proyecto aprendieron más de lo que la academia les exigía, y los docentes de la UP les apoyaron con asesorías y disponibilidad para atender sus dudas sobre el diseño y funcionamiento de su vehículo.
“La parte de estar en un proyecto extraescolar sirve como parte de currículum porque como aquí con esta competencia SAE, nos sirve para aprender y estar participando”, menciona Aldo, y señala que en este tipo de concursos hay profesionales que observan a los talentos emergentes y su trabajo en este tipo de proyectos.
El maestro Juan Carlos Flores Miramontes, director de la Escuela de Mecatrónica de la UP, señala que este tipo de modelos en los que se involucra a los alumnos en un proyecto sirven como una mejor estrategia para desarrollar el aprendizaje. El docente menciona que gracias a estos métodos de enseñanza han visto un aprendizaje más profundo entre los alumnos.
En este tipo de casos, agrega el docente, se evalúan en conjunto las estrategias de los alumnos para resolver una problemática planteada desde la academia; sin embargo, durante el trabajo en la solución del conflicto, el alumno adquiere conocimientos integrales que no se limitan a los conocimientos específicos planteados desde la formación tradicional.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.