Apuestan por la educación en tecnología espacial
Por Tania Robles
México, DF. 21 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- La formación de capital y recursos humanos especializados en el área de la ingeniería aeroespacial es una de las principales tareas y metas de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), la cual busca incentivar el interés de jóvenes estudiantes y profesores hacia la tecnología espacial, para que en algunos años México sea partícipe en el desarrollo de este rubro.
Para ello, la AEM giró la mirada hacia ciertos dispositivos educativos electrónicos, los llamados cansats, cuyo éxito en países como Estados Unidos deja ver resultados positivos en la enseñanza de la tecnología aeroespacial. Esto dado a que permiten la simulación de una misión espacial con un bajo costo y con tiempos mucho más cortos de preparación.
Respecto a estos dispositivos, “lo que se pretende es que se utilicen como una herramienta para enseñar la metodología para generar y operar misiones espaciales”, señaló Carlos Duarte Muñoz, coordinador general de Formación de Capital Humano en el Campo Espacial de la AEM.
Los cansats son un conjunto de sistemas básicos: generador de energía, computadora de vuelo y comunicaciones, todo esto incluido en un dispositivo del tamaño de una lata de refresco. El costo de estos se aproxima a los 10 mil pesos, un precio bajo comparado con el de un satélite comercial que alcanza los millones de pesos, agregó Duarte Muñoz en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
El cansat se puede lanzar de muchas formas, desde un avión, un helicóptero, un vehículo, un globo, o desde un cohete. Específicamente, la AEM ha trabajado con drones y cohetes de agua de dos etapas. Una vez alcanzado un máximo de 100 metros, estos dispositivos toman mediciones de parámetros atmosféricos como presión, temperatura, humedad, contaminación, etcétera, añadió el entrevistado.
Estos aparatos no son enviados al espacio, pues no cuentan con las características físicas o la capacidad de soportar las condiciones adversas –como los cambios de temperatura– que se presentan en un vuelo orbital.
Inclusión a las tecnologías espaciales
Blanca Rebollar Trejo, directora de Formación de Capital Humano Especializado en el Campo Espacial de la AEM, explicó que desde el inicio de dicha agencia, en México no se contaba con el equipo cansat necesario para la enseñanza; objetivo que la AEM busca y, dado que son necesarios para ofrecer la capacitación sobre los mismos, era imperativo importarlos desde Estados Unidos o Japón, por lo que la AEM se dedicó a generar prototipos.
Todo esto después de que se promoviera que profesores mexicanos acudieran a Japón a cursos internacionales donde se capacitan a personas de todo el mundo en cuestiones de sistemas espaciales. Aunado a ello, con los maestros mexicanos sumergidos en este conocimiento se generaron tres diseños que fueron utilizados durante la realización del Curso Nacional 2014 de Ingeniería de Sistemas Espaciales, en el que se capacitaron a 42 profesionales del país y el cual fue apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En la actualidad, la AEM trabaja con un reciente y mejorado diseño de cansat, el Base AEM-1 que, a diferencia de los dispositivos pasados, es modular y tiene entre sus beneficios la reducción de costos y la facilidad de agregar o intercambiar sistemas debido a su constitución en una especie de armado de bloques.
“Los subsistemas que tiene un satélite verdadero los estamos simulando en esta plataforma educativa; tenemos una etapa de potencia, es decir, la alimentación que requieren los circuitos electrónicos para funcionar, la batería, la computadora de vuelo que hace que todo funcione; también comunicaciones y una serie de sensores que se denominan carga útil, que es lo que define el servicio que ofrecerá el satélite”, refirió Rebollar Trejo.
Personal de la AEM desarrolló el dispositivo. “Tenemos cinco estudiantes de servicio social que nos apoyan en el desarrollo de los dispositivos, ellos han realizado cuestiones relacionadas con la estación terrena y otros componentes”, agregó por su parte Duarte Muñoz.
Generar interés en la innovación y competitividad
En su segunda edición, el concurso Misiones Espaciales México 2015, convocado por la AEM, ofrece a estudiantes de licenciatura de todo el país la posibilidad de obtener el dispositivo CanSat Base AEM-1 y un curso sobre su realización.
Este año, el reto que deben superar los participantes es práctico, y para el cual se utilizarán los cansats o picosatélites educativos modulares. “Lo que estamos proponiendo es que a partir de la plataforma de cansat que tiene la AEM, de la cual publicamos las especificaciones mecánicas, eléctricas y funcionales, se genere la capacidad de hacer que el cansat regrese al lugar de donde despegó”, comentó Carlos Duarte Muñoz.
Además, este concurso es parte de una iniciativa que persigue detonar una tendencia de los jóvenes hacia los sistemas espaciales. “Perseguimos que los estudiantes se entusiasmen con la idea del espacio y que desarrollen soluciones creativas, que podamos competir en concursos internacionales. Porque los concursos de robótica relacionados con la ingeniería aeroespacial son muy raros en México, muchos estudiantes se tienen que ir a otro país. Queremos que la AEM sea promotor de estos; queremos darles a los alumnos la posibilidad de desarrollarse a través de los concursos que plantea la AEM”, afirmó el coordinador.
Futuro de la estrategia educativa
Existe otra alternativa para la educación en ingeniería espacial. Se trata de la implementación de los dispositivos cubesats o nanosatélites cubesat que, en relación a los cansat, “conceptualmente son lo mismo: dispositivos con las mismas funciones. El cubesat es un cubo estándar (...) Su diferencia fundamental es que está diseñado para orbitar la Tierra, mientras que el otro (cansat), no”, explicó Duarte Muñoz.
Al tener la capacidad de orbitar la Tierra, los cubesat tienen un costo mayor, utilizan componentes certificados para salir al espacio y a la vez obtienen mayores beneficios. Eventualmente se busca complementar a los satélites con los cubesats y así generar misiones en las que, en lugar de utilizar un satélite grande, se lancen constelaciones de cubesats que trabajen en formación y estén comunicados en red para trabajar como un satélite grande, detalló el entrevistado.
Actualmente, existe una gran posibilidad de comenzar a desarrollar un cubesat por parte de estudiantes mexicanos, concluyó Carlos Duarte Muñoz.
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