¿Conservar o aprovechar? El dilema de los recursos naturales
Por Francisco Torres
Monterrey, Nuevo León. 7 de noviembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Un tema que confronta a investigadores, activistas y gobiernos es el dilema planteado entre la preservación del ecosistema y el aprovechamiento del mismo para obtener recursos sociales y económicos que ayuden al desarrollo de las comunidades.
De acuerdo con cifras de ProMéxico, nuestro país alberga 12 por ciento de la diversidad terrestre del planeta, situación que lo coloca como uno de los pocos países catalogados como “megadiversos”. Basta señalar que tan solo la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) administra más de 25 millones de hectáreas, consideradas prioritarias en la vida silvestre.
Precisamente ante la necesidad de encontrar un equilibrio entre la preservación y la utilización, el doctor en economía y coordinador general de Corredores y Recursos Biológicos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Pedro Álvarez-Icaza, asegura que es necesario encontrar modelos que empaten ambas cuestiones.
“Más de la mitad de la biodiversidad no está en categorías de manejo, y no sería posible decretar todo un país como área protegida. Precisamente por eso tenemos que tener otras categorías que incluyan este manejo de la biodiversidad, entre la preservación y el uso del ecosistema”.
Cooperación, la mejor forma de aprovechar los recursos
Si bien el Estado es quien decide sobre el uso de los recursos naturales, las mejores soluciones para un ecosistema sustentable pueden surgir de posiciones contrapuestas.
“Hay un sector que asegura que la única manera de conservar la biodiversidad es privatizando las áreas naturales y otros que defienden la intervención del Estado, pero con responsables sociales en el manejo de los recursos. Ahí están ambas posturas”.
Ante la disparidad de posturas, que también involucran a asociaciones civiles y agrupaciones sociales, el especialista asegura que la disposición es un buen punto de inicio.
“Las ganas de cooperar pueden ser soluciones ante los paradigmas del cambio climático. Es importante tener la capacidad para autogobernarse, capacidad de establecer reglas y capacidad de cumplir y hacer cumplir dichas reglas mediante mecanismos de control bien establecidos”.
A raíz de la modificación de ecosistemas para su aprovechamiento económico y social, encontrar fórmulas que equilibren la balanza natural se ha vuelto uno de los principales temas de estudio entre los investigadores.
Por eso, Álvarez-Icaza considera que la figura de corredores biológicos es clave para reducir el impacto ambiental del uso de los recursos.
¿Qué es un corredor biológico?
El investigador asegura que se trata de una gran región, mediante la cual las áreas protegidas existentes mantienen su conectividad a través de actividades productivas en el paisaje intermedio, sin afectar mayormente el flujo de especies.
A pesar de que la preservación podría indicar un alto a determinadas actividades agrícolas, Álvarez-Icaza señala que no debería ser un motivo de exclusión para las personas que laboran alrededor de determinados ecosistemas.
“Con esto no se busca excluir a nadie. Por el contrario, se puede conservar manejando y se puede aprovechar y convertir a los productores del campo en los mejores aliados de la conservación”.
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