Revista Tecnología y Ciencias del Agua, más de ocho décadas de historia

Por Carmen Báez

Ciudad de México. 16 de marzo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Heredera de más de 80 años de conocimiento hídrico en México, la revista Tecnología y Ciencias del Agua, editada por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), tiene como fin difundir y promover las nuevas y más importantes aportaciones científicas y tecnológicas en materia del recurso agua.

La revista Tecnología y Ciencias del Agua es la sucesora de antiguas publicaciones que paulatinamente y de la mano con el cambio demográfico, social, científico y tecnológico del país, fueron transformadas para dar origen a otras  publicaciones que respondían a las necesidades de la época.

Hoy la revista, de edición bimestral, estimula la publicación de trabajos innovadores producto de una investigación en las áreas de agua y energía, calidad del agua, ciencias hidroagrícolas, gestión del agua, hidrología, hidráulica, desarrollo e innovación científica y tecnológica, y ciencias políticas y sociales.

A su corta edad (nace en 2010), pero con una herencia editorial de más de ocho décadas, la revista se ha posicionado como una de las publicaciones de mayor calidad en México y América Latina, pero también se ha abierto paso en países de Europa y Asia. De acuerdo con Helena Rivas López, subcoordinadora de Vinculación, Comercialización y Servicios editoriales del IMTA, los trabajos postulados a publicación deben cumplir con ciertos requerimientos, entre ellos, brindar aportaciones originales.

Historia

En la tercera década del  siglo XX nació la revista Irrigación en México como una iniciativa gubernamental, bajo la coordinación de la Comisión Nacional de Irrigación, con el objetivo de difundir la política hidroagrícola del país, destacar logros y dar a conocer métodos de solución y técnicas de construcción.

Felipe Arreguín Cortés, director general del IMTA, señala que la aparición de la revista fue un reflejo del México de 1930, época en que nacieron los primeros distritos y presas de agua en el país.

“Se comenzó a aprender mucho de las grandes empresas norteamericanas y a transmitir conocimiento a los ingenieros mexicanos, pero no era suficiente con esto, se necesitaba una revista. Como todas las publicaciones que nacen de forma institucional, tenía un objetivo muy centrado, entre sus colaboradores tenía a trabajadores del núcleo, ingenieros involucrados en la obra hidráulica, que en ese momento estaba dirigida básicamente al riego“, destaca.

Para 1947, la publicación pasa a manos de la recién creada Secretaría de Recursos Hidráulicos. Con la transformación de la institución, antes Comisión Nacional de Irrigación, la revista cambió de nombre a Ingeniería Hidráulica en México, y cuyo eje fue la difusión y el intercambio de información de un mayor número de expertos en la materia.

“Con esta transformación se hizo más amplio el conocimiento y los temas de interés en torno al tema del agua. México comenzó a transformarse y la revista abarcó un campo temático mucho más amplio. Hubo mayor participación de expertos en diferentes áreas”, dice.

A medida que el país basaba su crecimiento económico en la exportación de petróleo, de 1972  y hasta 1980 la revista Recursos Hidráulicos, sucesora de Ingeniería Hidráulica en México, se transformó en un foro de difusión, principalmente para personalidades de la administración pública involucradas en temas del agua.

“Ya había esta influencia de las estructuras de gobierno, era lo que se vivía en aquel momento. El primer número de Recursos Hidráulicos evoca en buena medida a la parte oficial con un dejo de culto a los funcionarios; la migración del campo a las ciudades eran temas que pasaban por la revista. Además, se abrieron temas que tenían que ver con el clima, hidrobiología, un concepto que a nivel mundial comenzó a usarse”, dice Felipe Arreguín Cortés.

Tras una pausa de siete años, en 1985 la revista pasó a manos del IMTA, un organismo público enfocado en la investigación y desarrollo tecnológico para la protección y cuidado del recurso agua. “Fue necesario recuperar la publicación con un sentido mas técnico y científico, queríamos transformarla en un documento de consulta para los profesionales, y como un medio de transferencia tecnológica”, destaca.

Finalmente, tras varios procesos de cambio, en 2010 recibe el nombre de Tecnología y Ciencias del Agua, con el compromiso de ser más incluyente y “sin restricciones de fronteras físicas y técnicas. En un ejercicio de reflexión, nos dimos cuenta que el tema del agua era más que hidráulica; tiene que ver con temas sociales, ambientales, de política, era mucho más amplio y a eso obedecía el cambio”.

Así, con esta idea, la revista Tecnología y Ciencias del Agua abarca temas diversos, acto que le ha permitido convertirse en una revista con factor de impacto. “Comenzó a tener importancia para muchos investigadores y científicos que estaban escribiendo sobre el agua”.

¿Quienes pueden publicar?

Los investigadores, académicos, especialistas y profesionales interesados en el análisis, la investigación y la búsqueda de soluciones de problemas relacionados con el agua interesados en publicar en la revista Tecnología y Ciencias del Agua pueden consultar los requisitos a través del portal de Internet de la publicación. Todos los textos recibidos, señala Helena Rivas López, deberán aportar conocimiento nuevo en los campos de edición temática de la revista antes mencionados.

Respecto al impacto que ha tenido la revista a nivel internacional, afirma que están "muy contentos porque más allá de los índices de calidad de la publicación, cada año enviamos alrededor de mil 100 a dos mil artículos a lectores de 21 países diferentes, buscamos que nos lean, si hay un factor de impacto, está muy 'padre', pero la idea es que el conocimiento se difunda a la comunidad de jóvenes investigadores”.

Además, una de las prioridades en la estructura de esta revista fue recuperar y resguardar el acervo histórico de esta. Entre 2015 y 2016 se digitalizaron artículos técnicos y científicos plasmados en más de 30 mil páginas. La idea de esta iniciativa permite a técnicos, investigadores, historiadores y analistas sociales tener acceso a cerca de 90 años de información en materia del agua que puede ser consultada en el sitio de Internet de la revista.

 

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