El discurso fotográfico de la historia
Por Nistela Villaseñor
México, DF. 6 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- La finalidad y el compromiso de un científico o tecnólogo es realizar investigación con lectura crítica que permita a otros grupos o investigadores, y sobre todo a sectores más amplios de la opinión pública, retomar elementos para su propia lectura de la realidad.
Así lo explicó Alberto del Castillo Troncoso, doctor en Historia por el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México (Colmex), y doctor en Historia por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
“Vivimos una cultura visual cada vez más importante que nos permea a todos; pasa por lo fotográfico pero también por otras dimensiones. Paradójicamente, como la imagen está tan a la mano de todos y hemos crecido de manera casi natural inmersos en ese medio, nadie toma los elementos cautelares”, manifestó.
El especialista advirtió que en el ámbito de la investigación fotográfica se piensa que cualquiera puede crear y leer una imagen a partir de la percepción personal pero no es así. Para leer una imagen, explicó, hay que hacerla dialogar con una serie de contextos importantes que están detrás de ella y que le dan sentido al propio discurso de la misma.
“Hay que investigar otras disciplinas; ver qué se ha dicho desde la crítica fotográfica, la hermenéutica, la semiótica, la estética; y ponerlo al servicio del trabajo de investigación. Contradictoriamente, como estamos tan cercanos a la imagen, no tomamos ese tipo de medidas y caemos en la ingenuidad de describir la imagen de acuerdo a nuestro punto de vista muy particular”, señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Discurso fotográfico del movimiento estudiantil de 1968
Para el doctor Del Castillo Troncoso, en casos de estudio de movimientos sociales en México a través de la fotografía, el esfuerzo de la investigación es pasar ese primer escalón: poder brindarle piso y contexto a la propia imagen. A partir de eso, agregó, compartir esa lectura con otros sectores y grupos, y enriquecer su propia visión de las cosas.
El movimiento estudiantil de 1968 en Tlatelolco es, para el especialista, un suceso clave para la historia política contemporánea del país como movimiento ciudadano que rescató y reivindicó la necesidad de un estado de derecho, y que contribuyó a la transición democrática del país.
“Resultaba paradójico que este movimiento había sido objeto de estudio, de trabajos históricos, pero la parte de la imagen, de la construcción de este imaginario visual y concreto fotográfico no había sido abordada. Por el contrario, conocíamos el 68 a partir de unas cuantas fotografías”, manifestó.
Bajo esa premisa, Alberto del Castillo Troncoso, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel II, inició un estudio que derivó en tres productos: el libro Ensayo sobre el movimiento estudiantil de 1968. La fotografía y la construcción de un imaginario; el video Palabra de fotógrafo. Testimonios sobre el 68; y un catálogo fotográfico digitalizado de consulta gratuita en línea con cerca de 2 mil imágenes.
“Para el libro hicimos un balance muy completo de cerca de 10 mil fotografías publicadas en prensa y revistas de la época, pero también lo no publicado: archivos de fotógrafos independientes como fue el caso de Rodrigo Moya, Enrique Bordes Mangel, Héctor García, Aarón Sánchez, Enrique Metinides, María García y Daniel Soto; grandes fotógrafos de la época que conservaron sus archivos y las fotos que desconocíamos”, narró el especialista.
Como manifestó el doctor Del Castillo Troncoso, también se incluyeron archivos de los periódicos que conservaban la información, así como de los servicios de inteligencia del Estado mexicano, la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Departamento del Distrito Federal de aquella época.
A esto, el especialista agregó el testimonio –en video– de los fotógrafos que cubrieron el movimiento con el objetivo de rescatar su visión de mundo. “Las entrevistas ahora son documentos importantes”, aseguró el doctor.
Disciplinas involucradas
En la visión del doctor Del Castillo Troncoso, cuando el investigador se adentra en trabajos de historia social, combinada con una lectura de la historia cultural, dialoga con otros investigadores y disciplinas.
“En mi caso, ha habido un diálogo fructífero con la antropología y la psicología social. Tanto en la recuperación de la trayectoria de los fotógrafos como cuando me he acercado a movimientos sociales de la historia reciente apelo a la historia oral, que significa también una crítica de fuentes particular”, explicó.
En palabras del especialista, ningún testimonio es totalmente neutral u objetivo: “Todo testimonio está permeado por esta parte de la subjetividad. Desde ahí hay que leerlo al igual que se lee la imagen, con premisas parecidas. Los testimonios orales también pasan por ese tamiz donde interviene la antropología. Las investigaciones de historia política o social requieren una referencia cultural y una visión del mundo en su sentido más amplio”.
Alberto del Castillo Troncoso concluyó que “la historia es algo tan importante que no hay que dejarla solamente en manos de los historiadores; es la propia sociedad la que tiene que recuperarla”.
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