Análisis del terrorismo internacional desde una perspectiva académica
Por Carmen Báez
Ciudad de México. 6 de octubre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En las últimas décadas, han proliferado distintos tipos de amenazas en diferentes partes del mundo, de ellas, las más inquietantes son aquellas que corresponden a la seguridad internacional y que involucran al terrorismo, un fenómeno complejo que ocupa agenda en materia de investigación científica.
De acuerdo con Dejan Mihailović Nikolajevic, investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Estado de México, el terrorismo es una acción cuyo propósito inmediato es ejercer el terror y provocar profundas turbulencias sociales para lograr un objetivo político.
“El objetivo del terrorismo no es sembrar el terror o asesinar por asesinar, esto resulta tan solo un medio que utilizan los terroristas para lograr unos objetivos. Negar la existencia de estos objetivos es, al mismo tiempo, negar las causas del terrorismo y, por lo tanto, esto nos imposibilita prevenir futuros actos del terrorismo”, expone el doctor en estudios latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con especialidad en filosofía política.
Características del terrorismo actual
Dejan Mihailović Nikolajevic, también especialista en temas geopolíticos y terrorismo internacional, explica que el terrorismo actual se asemeja a una especie de “industria del terror” de la que forman parte grupos extremistas pero también varios círculos de poderes invisibles o el mismo Estado.
“Lidiamos con la industria del terror como una sutil combinación de miedo, violencia política implícita e intereses de grupos extremistas provenientes de los más amplios sectores de las sociedades contemporáneas, pero también de las filas de los estados a menudo disfrazados de grupos de presión y a veces de poderes opacos que no solo son identificados en las sociedades como tales, sino también están ligados a los poderes fácticos (del Estado)”, expresó.
Mientras que en las décadas de los setenta y ochenta existían células clandestinas —por ejemplo Euskadi Ta Askatasuna (ETA) en España y Las Brigadas Rojas en Italia— con objetivos tales como el separatismo o provocando la inestabilidad política de una determinada región, en la actualidad las fronteras de los estados ya no son un sistema de defensa eficaz contra este fenómeno.
Ejemplo de ello es el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), el primer grupo terrorista de la historia que no opera de manera clandestina, pero que realiza ataques contra los intereses vitales de un Estado para sembrar terror en los espacios públicos de las principales ciudades de los países que considera blanco primordial.
“Por primera vez en la historia tenemos el caso de un actor terrorista, el Estado Islámico que es un ejército, un pseudo-Estado, conformado por unidades con estructura de mando, un esquema de financiamiento y operando como una franquicia ideológica de alcance global”, dijo.
Una de las interrogantes en materia académica e intelectual es la capacidad de las potencias económicas contemporáneas para erradicar cualquier potencial acto de terrorismo.
“Qué hacen Estados Unidos y sus aliados occidentales para neutralizar al Estado Islámico, ¿este fue creado de una manera genuina y espontánea como respuesta a la crónica inestabilidad política, económica y de seguridad de Medio Oriente o es simplemente una herramienta que algunos gobiernos han creado para lograr sus principales objetivos políticos y consolidar su influencia en la zona de Medio Oriente, Norte de África y Asia Central? En ese sentido, llama la atención que el Estado Islámico lleva varios años de existencia y cada vez que pensamos que está debilitado por la intervención militar de Estados Unidos y aliados, ISIS de repente resucita y muestra esta capacidad de atacar duramente asesinando gente inocente”, expresa.
Por otro lado, el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) indicó que la región de Medio Oriente ha sido estigmatizada por la opinión pública mundial identificándola como una zona tradicionalmente inestable en materia política, económicamente subdesarrollada pero, al mismo tiempo, proveedora de recursos energéticos vitales para un buen funcionamiento de las sociedades occidentales.
“En 2016, la Universidad de Maryland de Estados Unidos contabilizó más de 13 mil 400 casos de atentados terroristas en todo el mundo en ese año, actos en los que más de 34 mil personas perdieron la vida, pero el mayor impacto mediático siempre ha estado en los países occidentales. En ellos hay grupos de extrema derecha que están proliferando y han encontrado un nuevo espacio para afirmar sus brutales ideales protofascistas ”, indicó.
Ejemplo de ello son los recientes acontecimientos ocurridos en Charlottesville, Virginia, “es una muestra clara y una verificación empírica de grandes tensiones sociales, contenido de una caja de Pandora que está por destaparse en el propio suelo estadounidense y que tendrá que lidiar con el terrorismo doméstico y con el extremismo local”, dijo.
Con la llegada de Donald Trump al poder de Estados Unidos, enfatizó el investigador, “prácticamente todas” las agencias estadounidenses a cargo de la seguridad nacional tienen registrados al menos un millar de grupos extremistas cuyos principales ejes son Ku Klux Klan (KKK), diversas hordas de neonazis y la recién creada “derecha alternativa” (alt-right), todos ellos simpatizantes (y/o votantes) del actual presidente de ese país.
¿Terrorismo en Americana Latina?
Respecto a América Latina, el especialista dijo que la región no ha presentado casos de terrorismo tal y como acontece en Estados Unidos, Europa, Medio Oriente o África subsahariana, pero en el escenario regional latinoamericano han proliferado otras formas de violencia política y criminal protagonizada por el Estado, formaciones paramilitares y redes de crimen organizado a veces estrechamente vinculados unos con otros.
Sabemos muy bien que la historia reciente de América Latina (en los últimos 60 y 50 años) pasó por una dolorosa época de confrontaciones internas que han resultado de la instauración de regímenes dictatoriales y persecución política, violaciones de los derechos humanos. Podríamos decir, lamentablemente, que en América Latina fue mucho más activo el terrorismo del Estado que el terrorismo convencional”, explicó.
Sin embargo, puntualizó que las confrontaciones sociales por las que atraviesan algunos pueblos latinoamericanos, el caso de Venezuela, no están exentos de posibles actos terroristas “domésticos”.
“Las tensiones políticas combinadas con la crisis económica siempre resultan un buen caldo de cultivo para que proliferen grupos extremistas que atenten contra el orden constitucional mediante la violencia masiva, vulnerando seguridad pública y nacional. Se ve claramente que la oposición venezolana renunció al marco constitucional y escogió la calle como una vía única presuntamente viable para enfrentar y derrotar el régimen en curso”, dijo.
Grupo de investigación
Desde el punto de vista académico, el doctor Dejan Mihailović expone la importancia de encontrar modos para evitar futuros actos que atenten contra la seguridad internacional, a través de la identificación de tres aspectos fundamentales: dónde y cómo se origina el terrorismo y cuáles son sus principales causas.
“Ninguna estrategia que combata al terrorismo basada solo en suavizar las consecuencias negativas de los actos terroristas puede tener éxito, tenemos que replantear el asunto y a nivel global poder abrir un gran debate a nivel internacional para fomentar y desarrollar una estrategia antiterrorista que 'vaya al grano', es decir, que se encargue de descubrir cómo se origina el terrorismo, cuáles son sus verdaderas causas, cómo se forman los cuadros terroristas, para comprender este fenómeno en una forma integral y, de esta manera, poder prevenir futuros actos terroristas a favor de la seguridad global”, dijo.
De ahí que temas como la seguridad y terrorismo internacional formen parte de los estudios de investigación del ITESM, institución que conformó en 2016 el Grupo de Investigación de Enfoque Estratégico (GIEE): Ética y Estudios de Paz, cuya finalidad es estudiar los fenómenos contemporáneos y aportar modelos y estrategias que permitan un mejor análisis de los principales problemas globales.
“El objetivo del grupo es atender y estudiar los fenómenos contemporáneos propios de nuestra área de investigación, producir el conocimiento y divulgarlo de la manera más oportuna posible para no solo detenernos en la muy reducida y sesgada opinión que manejan los medios de comunicación de masas. Queremos ofrecer nuevas metodologías en materia cualitativa y cuantitativa para entender la realidad actual con el propósito de abrir nuevos espacios de acción y así trazar algunos caminos hacia el futuro con menos temores generalizados y menos incertidumbre”, concluyó el especialista.
“En las últimas décadas, la humanidad ha experimentado nuevos e inquietantes fenómenos, muchos de ellos causando dolor y sufrimiento masivo, consecuencia de un sistema proclive a actos de violencia provenientes de grupos extremistas, formaciones paramilitares, redes de crimen organizado y, lo más lamentable, del propio Estado.” |
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