Investigador del CIDE analiza violencia en América Latina
Tomás Dávalos
Aguascalientes, Aguascalientes. 8 de julio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Mauricio Rivera Celestino, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), ha realizado un estudio acerca de las tasas de homicidio en América Latina, interés que surgió porque en la prensa internacional notas informativas publicadas en periódicos como El País, The Washington Post y The New York Times, muestran que América Latina es una de las regiones más violentas del mundo.
Apuntó que si se analizan los datos, enfocándose exclusivamente en regímenes democráticos, en América Latina se tienen las tasas de homicidio más altas en el mundo, con un promedio de 20 por cada cien mil habitantes.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el especialista comentó que resulta interesante que en México la tasa de homicidios se encuentra cercana al promedio regional, y es significativamente menor a las de Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras y Venezuela.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo nació la idea de esta investigación?
Mauricio Rivera Celestino (MRC): Lo que me llamaba la atención es que sabemos recurrentemente que en América Latina hay mucha violencia pero hay muy poca investigación comparada que nos diga por qué somos tan violentos y, por otra parte, se ha reproducido cierto vicio acerca de que toda América Latina es violenta, así como cuando uno habla con personas del extranjero sobre México y piensan que todo el país está bajo esta espiral de violencia relacionada con el crimen y tú les dices: “No, está súper focalizado”.
Entonces para este estudio yo utilizo datos que van de 1980 a 2010 sobre la tasa de homicidios en todos los países de América Latina, simplemente revisé teorías existentes en la criminología, en la sociología, para decir qué explica la variación de la violencia en América Latina. No toda la región es tan violenta como se dice, o sea, tenemos países con tasas de violencia bastante bajas: Uruguay, Chile, Costa Rica, otros con tasas medias y otros con tasas altas.
AIC: ¿Qué otras características tiene la violencia de la región?
MRC: Hay algunos hallazgos que me gustaría mencionar: la proporción de jóvenes, entre más jóvenes tengas hay más violencia, y eso muchas veces depende de las oportunidades y del contexto en que están, o sea, los jóvenes no están mal per se, pero si tienes muchos jóvenes y pocas oportunidades, ahí sí se te vuelve un caldo de cultivo para la violencia.
Otro hallazgo interesante: a medida que incrementa el porcentaje de mujeres en el mercado laboral, las tasas de violencia son más altas. La explicación es relativamente sencilla: cuando las mujeres salen al mercado laboral, ya sea que estén casadas o sean solteras, los hijos se quedan sin nadie, sin controles, no hay lazos e incrementan así las oportunidades de delinquir.
Esta investigación un poco lo que sugiere es que hay ciertos actores vulnerables en la región, que bajo ciertas condiciones se vuelven caldo de cultivo para delinquir.
Otro hallazgo interesante es que a medida en que incrementa la tasa de escolaridad, la violencia baja, o sea, un poco la implicación desde una perspectiva de política pública es que nos conviene tener a los chavos en las escuelas, y si la calidad de la educación mejora, mucho mejor aún, porque tienen menos oportunidades de delinquir. Hay estudios sobre Chile que muestran que hay programas educativos que incrementaron tres horas más la estancia en las escuelas de los chavos en secundaria y las tasas de violencia disminuyeron significativamente en esos barrios, porque los chavos tenían menos tiempo para delinquir, igual del mismo modo disminuyeron las tasas de embarazo adolescente.
AIC: ¿El narcomenudeo influye?
MRC: Los mercados de drogas no tienen un efecto tan claro en los homicidios, esto es interesante porque si piensas en el caso mexicano, uno podría pensar que el mercado de drogas va a disparar la violencia, pero no, muchas veces si el mercado de droga dispara la violencia esto tiene que ver con la acción del gobierno.
Es curioso, si tú comparas México con Perú o Bolivia, tienen mucha droga y no tienen los niveles de violencia que tenemos acá, entonces ahí claramente es como una interacción entre los mercados de drogas y la acción del gobierno, o sea, el mero hecho de que haya mercado de drogas no te va a incrementar la violencia así como así, necesitas ciertas políticas que interactúen con ese mercado.
AIC: ¿Podrían hacer crisis estas elevadas tasas de homicidios?
MRC: Sí llama la atención que América Latina es una región muy violenta en términos de crimen, pero es una región que no ha experimentado guerras civiles desde hace un buen tiempo, a pesar de que si uno ve los datos agregados, pues podríamos esperar que en ciertos países ya tendrían una guerra civil, pero independientemente de eso, lo que es curioso es que muchos de los determinantes de la violencia homicida en América Latina que yo encuentro, son muy similares o son los mismos a los determinantes de las guerras civiles.
AIC: ¿Qué conclusiones te dejó este estudio?
MRC: Una conclusión central es que en América Latina muchas veces lo que se enfatiza es que los gobiernos tienen que combatir la criminalidad con mano dura, se dice que los delincuentes son delincuentes porque el Estado ha fallado, porque somos bastante tolerantes, porque respetamos los derechos humanos, entonces lo que hay que hacer es reprimirlos.
Y justamente uno de los hallazgos que encontré es que la represión no disminuye las tasas de homicidio, entonces un poco lo que me gustaría enfatizar es que estrategias blandas, distintas a la mano dura, como invertir más en educación, en programas sociales que atiendan las raíces sociales del crimen en el mediano plazo, creo que hay evidencia empírica que sugiere que van a ser más efectivas que estrategias represivas que no solo no funcionan, sino que socavan los derechos humanos en la región.
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