Perdió México su bono demográfico, la esperanza es el bono de género: Silvia Giorguli
Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 8 de julio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- El bono demográfico se refiere a qué parte de la población en edades laborales de un país tiene mayor peso en términos relativos, lo cual significa una oportunidad para que se presente un crecimiento económico. No obstante, para que eso suceda se debe contar con las condiciones adecuadas, indicó Silvia Giorguli Saucedo, presidenta de El Colegio de México (Colmex).
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, a propósito del Día Mundial de la Población que se celebrará este 11 de julio, la especialista en demografía indicó que el bono demográfico no es automático y México no se preparó para aprovecharlo.
“En México, el bono demográfico no se capitalizó, porque el bono demográfico no es automático, es decir, no basta con tener una gran cantidad de población en edades laborales, hay que prepararla y darle las condiciones adecuadas”.
Añadió que el aprovechamiento del bono demográfico depende de muchas cosas, tales como la inversión en educación previa, así como de las condiciones para incorporar a todos estos jóvenes al trabajo y de las condiciones laborales.
Pues recordó que una de las ideas del bono demográfico es que cuando un país tiene más personas en edad de trabajar respecto del número de dependientes, las familias pueden ahorrar más o puede haber en general mayor inversión productiva, pero para esto debe de existir un contexto económico que lo favorezca.
“En el caso de México no se dio ninguno de esos tres elementos, es decir, ni se dio la formación del recurso humano para el trabajo, ni la integración al trabajo y tampoco se han dado las condiciones laborales que permitan cierta estabilidad y que favorezcan el ahorro”, aseveró la especialista.
De tener una oportunidad de oro a la crisis de la vejez
Lo más grave de que no se haya capitalizado este bono demográfico, es que si ahora es complicado el panorama para los jóvenes, este será peor cuando esta generación llegue a la tercera edad.
“En los próximos años, el grupo que va a crecer más rápido será el de los adultos mayores. (Los especialistas en demografía) tenemos identificados los problemas de las pensiones y de quién va a cuidar a las personas mayores, porque cada vez las familias son más pequeñas. Sabemos las presiones que van a recaer sobre el sistema de salud porque las enfermedades de la vejez son más costosas que las de la infancia”.
Para Silvia Giorguli, quien es miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), "muchas de las condiciones en las que llegue (esta generación) a la vejez dependerá en gran medida de lo que pase ahora (…) Lo que pase con los adultos que están en el campo de trabajo nos anticipa lo que va a suceder, en qué condiciones van a llegar a la vejez y qué herramientas van a tener para poder solventar sus necesidades”.
Recordó que hace unos años China tuvo un fenómeno socioeconómico muy interesante que muchos llamaron un “segundo bono demográfico”, en el cual la mayor parte de su población llegó a la tercera edad porque incrementaron sus gastos.
No obstante, dijo, este segundo bono se puede dar si se capitaliza el primer bono demográfico, de tal manera que una generación pueda ahorrar durante su vida laboral.
La esperanza del bono de género
Ante este panorama no muy alentador, México aún tiene una oportunidad para registrar un crecimiento económico interesante, se trata del bono de género, es decir, aumentar la participación de las mujeres en el campo laboral.
De acuerdo con la doctora Silvia Giorguli, México sigue siendo un país con una participación femenina baja, comparado con la de otros países de América Latina como Argentina o Uruguay.
Ya que mientras en México la participación de las mujeres en el campo laboral oscila entre 45 y 50 por ciento, en algunos países latinoamericanos alcanza 65 por ciento y en países europeos o en Estados Unidos las tasas son aún más altas.
“En México hubo una incorporación al trabajo de la mujer en los años 80 y 90 y luego se empezó a desacelerar, además varía mucho por estados, la Ciudad de México es la que tiene las tasas más altas de participación. Ahí (en la cuestión de género) todavía hay un margen de crecimiento muy importante, todavía hay mucho potencial para que más mujeres se puedan incorporar al campo de trabajo”.
No obstante, aclaró que al igual que en el bono demográfico, para que se pueda capitalizar el bono de género se tiene que preparar el contexto, "no basta con solo decir vamos a generar más empleos para que entren más mujeres. El bono de género depende de las formas en que se integren las mujeres, se deben impulsar políticas para favorecer mayor integración de la mujer al trabajo, como por ejemplo el apoyo para el cuidado de los hijos y tener guarderías de calidad, condiciones que no solo el Estado debe ofrecer sino también el empleador”.
Además, añadió que implica pensar el mundo del trabajo de manera distinta para que las mujeres tengan mayor oportunidad de empatar mejor la cuestión laboral con la familiar sin que caigan en dobles o triples jornadas.
"Si queremos que las mujeres tengan mayor participación en el campo laboral, se debe impulsar una cultura social en la que los hombres participen más en el hogar”, consideró.
Aún hay una oportunidad
México aún tiene una oportunidad pero para ello se tiene que diseñar una estrategia que pueda tener resultados en corto plazo. “Si seguimos en la lógica actual no se va a aprovechar nada, se requiere pensar en otras formas de apoyo para la capacitación más rápido para el trabajo y de una política laboral para poder capitalizar lo que ya se tiene”.
Todavía estamos a tiempo de aprovechar algo de lo que queda del bono demográfico, pero se tendría que pensar en una política especial para los que ya están en el trabajo, porque “México ya no se puede dar el lujo de una estrategia de largo plazo”, comentó la presidenta del Colmex.
“Hay quienes dicen que ya se nos pasó el bono, quizá se podría estirar un poquito porque en 10 años se va a llegar a las tasas de dependencia más bajas y luego van a empezar a incrementarse lentamente, pero eso depende de que haya políticas ex profeso para eso”, remarcó.
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