Domótica emocional, el sistema que te cambia el ánimo
Por Hugo Valencia Juliao
Ciudad de México. 16 de octubre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Hace más de ocho años, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México (ITESM), se comenzaron a desarrollar sistemas de bioinstrumentación y herramientas para diagnosticar diferentes discapacidades y enfermedades. El primer sistema que desarrollaron fue para el diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas, por lo que fue la primera parte de un trabajo mucho más amplio. El doctor Rogelio Bustamante Bello, profesor investigador del ITESM y coordinador del Centro de Investigación de Biosistemas y Biodiseño, explicó que posteriormente desarrollaron terapias no invasivas que ayudan a reducir la intensidad de padecimientos como el estrés.
“Haber trabajado en estos dos rubros, el diagnóstico y las terapias, abrió la puerta a realizar el proyecto conocido como Domótica Emocional que consiste en la evaluación de los estados emocionales dentro de un espacio controlado por diversos factores como la luz y la temperatura”, dijo Bustamante Bello en entrevista con la Agencia informativa Conacyt.
El objetivo de este proyecto es ambicioso, pues se plantea el control automático de un espacio en respuesta al estado anímico o emocional del usuario. “Lo que se busca es mejorar la calidad de vida del usuario mediante el diagnóstico y la terapia no invasiva. Se ha demostrado que el estado de ánimo impacta en el deterioro de la salud y, en consecuencia, la calidad de vida”, explicó el alumno de doctorado y líder del proyecto, Sergio Alberto Nava Tuch.
Esta cabina desarrollada por los integrantes del Centro de Investigación de Biosistemas y Biodiseño funciona detectando las expresiones faciales del usuario para que de acuerdo con la emoción reflejada, de manera automática se activen las diferentes variables como la iluminación, tonalidad, temperatura y humedad, a fin de impactar de un modo positivo al usuario, buscando cambiar el estado de ánimo de la persona en cuestión.
“Para poder maximizar la probabilidad de implantación, se busca trabajar con herramientas estandarizadas, es decir, programas ya desarrollados y altamente validados en el ámbito científico para el reconocimiento facial de las emociones”, comentó Sergio Nava.
Para la automatización del sistema han utilizado herramientas estandarizadas. Sin embargo, alumnos de pregrado han colaborado con el proyecto a través del establecimiento de las conexiones de todos los sistemas para que trabajen en coordinación precisa.
“A medida de que se cambian diferentes variables en el habitáculo se va detectando el estado de ánimo del sujeto, incluso programando imágenes o videos, entonces tenemos que integrar todos los sensores para que trabajen juntos de forma automática”, aseguró Ariel Alejandro López Aguilar, alumno de la carrera de ingeniería en mecatrónica y participante del proyecto.
Entrenamiento de red neuronal
El sistema se desempeña con una base de datos que funciona bajo el entrenamiento de una red neuronal para que esté estandarizada con base en las características de la mayoría de las personas, para que automáticamente al entrar al habitáculo el sistema detecte el estado de ánimo e intente cambiarlo.
Es decir, el habitáculo censa las variables fisiológicas del sujeto sin tocar al usuario, “esto es muy importante porque cuando se necesitan muchos sensores que hagan contacto con el sujeto se vuelve un procedimiento muy invasivo que puede incomodar, lo que en consecuencia repercutiría en la fiabilidad del sistema”, explicó el doctor Bustamante Bello.
Este proyecto tiene un potencial de ser usado en muchos lugares para que pueda ser parte del paisaje urbano, siendo así de ayuda para las personas en la vida cotidiana bajando sus niveles de estrés a través de la mejora del estado de ánimo.
“Nuestro objetivo es que pueda ser usado en un ambiente laboral, queremos mejorar la calidad de vida del trabajador en su entorno laboral para así maximizar su eficiencia, porque está comprobado que los empleados son más eficientes cuando están de un mejor estado de ánimo”, dijo el líder del proyecto, Sergio Nava, quien además es becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Se pretende llegar a esto mediante un protocolo clínico con todas las especificaciones y regulaciones, con un consentimiento informado a los sujetos. “Lo que llevamos hasta ahora no requiere una regulación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)”.
Asimismo, Nava Tuch reconoció que han realizado estadísticas donde se evalúan las reacciones de los usuarios ante ambientes controlados, esto con el objetivo de entrenar una red neuronal y obtener la información de qué tipo de imágenes provocan alegría, miedo o tristeza.
¿Qué es una red neuronal? Las redes neuronales artificiales buscan reproducir el funcionamiento y el proceso de aprendizaje del cerebro humano en una computadora. Son aptas para resolver problemas que no posee un algoritmo claramente definido para transformar una entrada en una salida; aprenden, reconocen y aplican relaciones entre objetos. |
“Próximamente se tiene planeado obtener nuevos datos con otras pruebas, es decir, modificando las variables ambientales con el mismo objetivo de entrenar la red neuronal y así identificar los patrones de cambio”, aseguró.
La finalidad, afirmó Bustamante Bello, es que la medición de las variables emocionales por cámaras se sustenten en una amplia base de datos con el objetivo que el sistema tenga un alto nivel de fiabilidad.
“Llegamos al punto de poder saber cómo estás, es decir, saber de qué ánimo te encuentras simplemente analizando con video tus expresiones faciales, la tecnología ha llegado a ese nivel. Esta es una forma de usar ese tipo de tecnología para tener un impacto positivo en la vida diaria de las personas”, agregó.
Este invento en forma de habitáculo podría instalarse en lugares como oficinas y centros de trabajo para ayudar a reducir el estrés de los trabajadores y aumentar la productividad. Del mismo modo, se pueden recabar datos de los empleados para evaluar cómo se sienten y con base en esa información implementar estrategias para mejorar las condiciones de trabajo, dijo el estudiante de doctorado Nava Tuch.
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