¿Cómo perciben las madres el peso de sus hijos?
Por Carmen Báez
México, DF. 26 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Un grupo de investigadores de cinco universidades del noreste de México llevó a cabo un estudio para evaluar la percepción de las madres sobre el peso de sus descendientes, y en el cual participaron dos mil 840 madres e hijos residentes de esa región.
Percibir de manera adecuada el peso del hijo –señala el estudio publicado en el volumen 29 de la revista especializada Nutrición Hospitalaria– puede influir para que la madre inicie cambios en la dieta de su progenie, y ayudar a prevenir y tratar problemas de sobrepeso y obesidad.
La investigación, realizada por científicos de las universidades autónomas de Nuevo León, Zacatecas, Tamaulipas, San Luis Potosí y Coahuila, concluyó que un gran número de madres no percibe que su hijo presenta sobrepeso y obesidad, pero sí en aquellos niños con los que no comparten lazos sanguíneos.
En entrevista, Yolanda Flores Peña, líder del proyecto y especialista en Humanidades y Ciencias de la Conducta, platicó para la Agencia Informativa Conacyt sobre este estudio y sus principales resultados.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): En términos generales, ¿en qué consiste la investigación?
Yolanda Flores Peña (YFP): Desarrollamos la línea de investigación Percepción materna del peso del hijo en el noreste de México con el objetivo de evaluar la percepción de las madres e identificar si tiene asociación o influye en otras variables.
Planteamos un primer estudio en el que encontramos que madres de hijos con sobrepeso (67.8 por ciento) y obesidad (74.9 por ciento) no perciben de forma adecuada el exceso de peso de sus hijos, lo subestiman.
Al realizar análisis por grupos de edad (preescolar, primaria, secundaria y preparatoria) y estado de residencia, se identificó que la mayor proporción de madres que no percibieron el sobrepeso-obesidad de su hijo fueron aquellas con niños preescolares.
AIC: ¿Qué motivó el desarrollo de este estudio transversal y qué pregunta(s) intentaron resolver?
YFP: (De estudios previos para la obtención del titulo de doctorado) encontré que prevalecen las creencias tradicionales falsas respecto a que un niño gordito es un niño sano, o bien que la obesidad que presenta un niño desaparecerá cuando este sea adulto.
Lo anterior motivó el planteamiento y desarrollo de nuestra línea de investigación, dentro de la cual podemos resaltar dos estudios transversales en los cuales han participado madres y sus hijos residentes en cinco estados del noreste de México.
El objetivo del primer estudio fue evaluar la percepción materna del peso del hijo. Dado que identificamos una alta proporción de madres que no perciben que su hijo presenta sobrepeso-obesidad presentamos otro proyecto, el cual fue financiado por el Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s con el objetivo de asociar la percepción materna con el porcentaje de grasa corporal del hijo.
AIC: ¿Qué factor influyó para realizar este proyecto en esa región del país?
YFP: El incremento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad es mayor en la región norte de México, por lo que podemos considerar que se comparten factores del estilo de vida, creencias y prácticas relacionadas al sobrepeso y la obesidad.
Platiqué con otros colegas, profesores de otras universidades, solicité su colaboración y planteamos el primer proyecto en conjunto. Una vez que encontramos que una gran proporción de madres no perciben de forma adecuada el sobrepeso-obesidad del hijo, nos cuestionamos si esta situación se relacionaba o determinaba los cuidados que una madre proporciona a su hijo.
AIC: ¿Cuál fue el proceso de selección para los participantes?
YFP: La población del primer estudio se integró por estudiantes de instituciones de educación pública (dos por cada nivel de estudio: preescolar, primaria, secundaria y preparatoria) en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí y Zacatecas. Un total de 40 instituciones educativas, en las cuales se encontraban inscritos 12 mil 295 estudiantes. Las instituciones fueron seleccionadas al azar.
Posteriormente, mediante procedimientos estadísticos se determinó un tamaño de muestra para cada uno de los cinco estados participantes. Se utilizó el paquete n’Query Advisor Versión 4.0 para un modelo de regresión logística, prueba unilateral con un nivel de confianza de 0.05, una potencia de prueba de 90 por ciento y Odds Ratio de 2.0, lo que resultó en una muestra de 418 hijos (209 niños y 209 niñas) y sus madres para cada uno de los cinco estados.
Se consideró una tasa de no respuesta de cinco por ciento, lo que representó un total de 2 mil 195 diadas. Al final de la colecta de datos participaron 2 mil 842 diadas madre-hijo. Para el segundo estudio se siguió el mismo procedimiento, sin embargo, solamente se consideraron madres y sus hijos en edad preescolar y escolar.
AIC: Durante la investigación, ¿cuáles fueron los resultados que más llamaron la atención y porqué?
YFP: La alta proporción de madres de hijos con sobrepeso y obesidad que no perciben de forma adecuada esta situación.
Sin embargo, lo más sorprendente es que al solicitar a las madres que identifiquen el sobrepeso y/u obesidad en niños no relacionados, es decir aquel que no es su hijo, el 97.5 por ciento percibe de forma adecuada el sobrepeso-obesidad.
El 83.1 por ciento señala la imagen de un niño con sobrepeso-obesidad como aquella imagen que tiene mayor riesgo para la salud.
Además, las madres reconocen que es más probable que los niños con sobrepeso continúen con este problema en la edad adulta, desarrollen diabetes y problemas sociales con los niños de su misma edad.
Por tanto, consideramos que no se trata de que las madres sean incapaces de reconocer el sobrepeso-obesidad infantil, la situación va mucho más allá, está en el hecho de compartir lazos consanguíneos o reconocerte como madre de aquel niño. Además, tener un hijo sano es indicador de la capacidad y éxito en el papel de madre.
AIC: En términos generales, ¿cuáles son las conclusiones a las que llegó el grupo de investigación?
YFP: Nuestros hallazgos nos permitieron verificar que tanto las acciones como los problemas maternos para manejar el peso del hijo son diferentes de acuerdo a la edad del niño.
Las madres de hijos de primaria, secundaria y preparatoria realizan acciones relacionadas con la dieta, tales como disminuir el consumo de comida chatarra, comida rápida y comida alta en grasa, así como comer frutas y verduras y/o preparar menos comida.
Por otra parte, las madres de hijos preescolares no realizan acciones porque señalan que su hijo no tiene exceso de peso.
Con base en nuestros hallazgos podemos concluir que las madres de hijos con sobrepeso-obesidad residentes de la región donde se aplicó el estudio no perciben de forma adecuada esta situación, subestiman el peso de su hijo.
Se identificó que, a mayor índice de masa corporal y edad del hijo y menor ingreso económico, se incrementa la probabilidad de que se perciba de forma adecuada esta situación.
Cuando una madre percibe de forma adecuada el peso del hijo realiza acciones para manejar esta situación y también enfrenta problemas, por ejemplo, que otros miembros de la familia dan de comer al hijo sin que ella lo sepa. También constituye un problema que ella trabaje fuera de casa.
Dado que las madres identifican el sobrepeso-obesidad que presentan niños con los cuales no se comparten lazos consanguíneos y conocen las complicaciones que un niño con exceso de peso podría tener, podemos decir que no se trata de que las madres sean incapaces para reconocer esta situación, sino que en la percepción de personas, en este caso del hijo, confluyen otros mecanismos emocionales y cognitivos.
Para una madre, el tener un hijo sano es sinónimo de éxito y de su competencia en la crianza, situaciones que se constituyen en un reto al momento de diseñar y planear intervenciones.
AIC: ¿Considera que pudiera tratarse de un factor psicológico el que influye en el manejo de la madre en el peso de sus hijos?
YFP: Las causas del sobrepeso-obesidad son de origen multifactorial; sin embargo, sabemos que los estilos de vida de alimentación y actividad física son los principales factores que contribuyen; pero, ¿cuál o cuáles serían las circunstancias o factores que anteceden a las conductas?
Aquí podemos citar la percepción de la gente que es una de las áreas que constituye la percepción social que se dedica a investigar los procesos y mecanismos por los cuales las personas elaboran y generan la información sobre los otros y sobre sí mismos.
Las personas, a diferencia de los objetos físicos, son centros de acción e intención. Cuando se percibe a una persona no solamente se presta atención a los rasgos físicos, sino que se intenta conocer sus cualidades internas (rasgos de personalidad, estados emotivos, actitudes e intenciones).
Se pretende construir una imagen de cada persona que permita comprender su comportamiento y ayude en futuras interacciones, por tanto consideramos que si una madre no percibe que su hijo tiene un problema de peso, tendrá menos probabilidades de involucrarse en el acciones relacionadas al manejo del peso de él.
AIC: ¿Cómo describe la importancia y/o relevancia de este tipo de estudios?
YFP: Prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad es una prioridad de salud pública internacional. En México, la prevalencia en la población infantil superó lo reportado para América Latina, incluso se ha señalado que nuestro país está en los primeros lugares en las cifras de esta problemática. Esto aunado a sus repercusiones en la salud actual y futura de los niños, señalan la necesidad de estudiar y tratar esta problemática y los factores asociados a esta desde las diferentes disciplinas.
Considero que nuestros resultados aportan evidencia científica respecto a uno de los factores que están asociados al sobrepeso y obesidad infantil. Aún falta mucho por hacer, desde incorporar los resultados a la práctica basada en evidencia y a la formulación de políticas públicas de salud.
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