Produce brazos robóticos empresa mexicana
- El brazo artificial puede flexionar el codo y realizar trabajos rudos o de precisión. La mano se puede abrir, cerrar y girar hacia la izquierda y la derecha.
- La prótesis es capaz de detectar tres intensidades de movimiento: baja, media o alta. Su costo representa sólo 10 por ciento con respecto a los productos importados.
Por Maru Molina
México, D. F., a 9 de junio de 2014 (AIC).- Existen trabajos de investigación y prototipos desarrollados en laboratorios, pero pocas empresas mexicanas han logrado fabricar y comercializar brazos artificiales electrónicos. Esto significa una alternativa para quienes han sufrido una amputación.
“La tecnología que desarrollamos es un diseño modular que puede adaptarse a nivel de mano, antebrazo, brazo u hombro, dependiendo de las necesidades del paciente” informa el ingeniero Luis Armando Bravo Castillo, director general de Probionics, empresa mexicana dedicada al desarrollo de órganos artificiales y plataformas de rehabilitación.
Luis Armando Bravo busca alianzas con empresas crediticias para que la adquisición de estas prótesis sea accesible a personas de escasos recursos.
Este desarrollo tecnológico obtuvo financiamiento en 2008 a través del Programa Avance que brinda el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, (Conacyt), y en 2010 a través del Fondo de Innovación Tecnológica, fideicomiso creado entre la Secretaría de Economía y el Conacyt.
El módulo de mano pesa 260 gramos; hasta el antebrazo, 650, y arriba del codo, 1, 200 gramos. Su peso se aproxima al del brazo biológico. La prótesis es capaz de detectar tres intensidades de movimiento: baja, media o alta. Su costo representa sólo 10 por ciento con respecto a los productos importados.
Es una prótesis no invasiva que se puede colocar y quitar las veces que el usuario lo requiera. El brazo lleva un guante que simula la mano del paciente y por cuestión estética fabrican dos tamaños y cinco tonos de piel, adaptándose mejor a las características físicas de cada persona.
Estructuralmente, la mano es una pinza con tres dedos artificiales, considerando que la fuerza de la mano se desarrolla en los tres primeros dedos. El cuarto y quinto se logran incorporar gracias al guante cosmético y, en una segunda versión, piensan agregarlos en la arquitectura de la mano artificial, para mejorar la empuñadura de ciertos objetos. Por ahora, estos últimos dedos son seguidores porque también así trabaja la mano biológica.
El brazo artificial puede flexionar el codo y realizar trabajos rudos o de precisión. La mano se puede abrir, cerrar y girar hacia la izquierda y la derecha.
La activación del brazo biónico se logra por la contracción que ejerce el músculo del paciente. Por ejemplo, cuando deseamos elevar la mano a la cara debemos hacer una contracción muscular (en este caso la del bíceps) y la corriente electroquímica que enerva las fibras musculares llega a registrarse a nivel de la piel. En ese momento, se registra una malla invisible de corriente eléctrica; no la notamos porque es del orden de millonésima de voltios.
El sistema del brazo artificial puede registrar esta señal a través de tres electrodos y, de esta forma, controlar el movimiento de la prótesis.
El brazo robótico permite al usuario reincorporarse al ámbito laboral y adquirir aceptación social. Se trata de un doble beneficio: funcional y emocional.
Actualmente en Probionics están trabajando sobre piernas artificiales y exoesqueletos para ambas piernas. Buscan que las personas parapléjicas puedan caminar, subir y bajar escaleras, así como pararse y sentarse.
Buscan licitar con instituciones de salud pública para que sus derechohabientes puedan tener acceso a estas extremidades biónicas de última generación.