Lo que una embarazada debe saber del Zika
Boletín de prensa
6586/2017
Ciudad de México. 7 de diciembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En el año de 2015, las autoridades sanitarias de salud de Brasil reportaron la propagación del virus del Zika en ese país, fenómeno que estuvo acompañado del incremento inusual del número de niños que nacieron con microcefalia, por lo que el vínculo entre el virus y el nacimiento de niños con cabezas usualmente pequeñas había comenzado a establecerse.
Hoy, la relación entre la infección por el virus del Zika en mujeres embarazadas y la microcefalia en los bebés es más que evidente. De acuerdo con la doctora Carmen D. Zorrilla, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, la preocupación por el fenómeno viral está estrechamente ligado con los efectos que este puede ocasionar al feto y a los bebés afectados con el virus antes del nacimiento.
Además de la microcefalia, los problemas relacionados con el síndrome congénito del Zika también incluyen daño a las articulaciones (artrogriposis), problemas musculoesqueléticos, de crecimiento, defectos oculares y problemas de audición. “Vemos que aunque los bebés no tienen microcefalia, pueden presentar calcificaciones en el cerebro, entre otros defectos”.
Durante su participación en el Foro México-Estados Unidos sobre Enfermedades Arbovirales, que se llevó a cabo en las instalaciones del Consejo Consultivo de Ciencias, Carmen D. Zorrilla indicó que las anormalidades en el feto por la infección se dan en un mayor porcentaje en el primer trimestre del embarazo, “pero si el feto no presentara anormalidades durante el primer trimestre, no está libre de la infección o el daño que pudiera tener”.
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