Ruy Pérez Tamayo: ni músico ni pintor ni torero, solo un gran científico
Boletín de prensa
801/2015
México, DF. 31 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- “Soy melómano desde que nací, en mi casa se oía solo música clásica. No tengo televisión, no tengo radio, lo que sí tengo es música, y mucha”, afirma Ruy Pérez Tamayo.
El médico patólogo e inmunólogo, pilar del quehacer y la divulgación científica en México, nació en Tampico, Tamaulipas, el 8 de noviembre de 1924. Fundó en 1954 el Hospital General de México y la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente es profesor emérito y jefe del Departamento de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina. Entre sus múltiples reconocimientos ha recibido el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1974 y el Premio Nacional de Historia y Filosofía de la Medicina en 1995.
Quienes conocen un poco de la vida de Pérez Tamayo saben que si hubiera dependido de él, hoy sería un gran músico. Afortunadamente —o desafortunadamente para el mundo del arte—, los padres de este científico mexicano se opusieron a que él y sus hermanos eligieran esa profesión.
El padre de Pérez Tamayo era músico egresado del conservatorio de Mérida, Yucatán. Su vida profesional se fue transformando —para incrementar sus ingresos— de violinista y director de orquesta, a anunciador y creador de programas radiofónicos en las estaciones XEB y XEW, hasta que dejó el arte.