Boletín de prensa
390/2015
México, DF. 27 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Adormecimiento, rigidez o parálisis parcial de piernas y manos, visión borrosa o alteración del color, así como cansancio excesivo, son algunos de los síntomas que anuncian la presencia de una enfermedad que hasta ahora no tiene cura: la esclerosis múltiple.
Este 27 de mayo de celebra el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple con el propósito de concientizar a la población de la importancia de atender las primeras señales de alerta de esta enfermedad que postra en sillas de ruedas o en la cama a las personas que aqueja.
Y es que este padecimiento, que afecta el sistema nervioso, en su primera fase pasa desapercibido por los pacientes e incluso es de difícil detección para los médicos, porque es confundido con otras enfermedades. En la mayoría de los casos, pueden pasar varios años para ser diagnosticado.
El doctor Alejandro González Muñoz, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Juárez de México, explicó a la Agencia Informativa Conacyt que no es fácil hacer el diagnóstico, que solamente se logra a través de la resonancia magnética, estudios clínicos, de potenciales provocados y de líquido encéfalo-raquídeo, con los cuales se detectan lesiones cerebrales y sus efectos.
"En su fase inicial, la esclerosis puede pasar desapercibida o confundirse con una infinidad de enfermedades, como hiposomatomórficas, donde el paciente puede empezar a tener adormecimientos y dolores vagos, que se les catalogan con procesos neuróticos o de ansiedad; de ahí que la relevancia que le debemos dar es puntualizando sus manifestaciones clínicas", indicó.
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónico degenerativa que no tiene cura. El doctor Gabriel Díaz, medical mánager del grupo Merck, explicó la forma en que se desarrolla en el sistema nervioso central.
En entrevista, detalló que la mielina recubre las terminaciones de las células nerviosas del cerebro. Esta permite al impulso nervioso conducirse de una manera certera y con mayor velocidad, pero cuando la enfermedad ataca hace que el mismo cuerpo destruya la mielina.