Conoce la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM
Por Ricardo Capilla Vilchis
Ciudad de México. 1 de diciembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- La innovación es una pieza clave para el desarrollo de la ciencia y tecnología. Gracias a ella es posible generar de nuevos productos y servicios que ayuden a la solución de problemas.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta desde el año 2008 con una Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID) que sirve como un vínculo entre el sector productivo y la comunidad universitaria, de modo que se aproveche el conocimiento y la tecnología con la que cuenta la Universidad y así traer beneficios a México.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el maestro Juan Manuel Romero Ortega, coordinador de Innovación y Desarrollo de la CID, habló sobre cuáles son las funciones y responsabilidades de ésta coordinación, así como algunas de las estrategias que se siguen para la formación de proyectos de innovación.
El maestro Romero Ortega refirió que la CID tiene tres responsabilidades principales: la primera de ellas es poner a disposición de la sociedad mexicana las capacidades y desarrollos que posee la universidad, lo que implica que se atienden los requerimientos que pudieran tener los miembros de la sociedad, de tal forma que se le pone en contacto con las personas que podrían atender satisfactoriamente sus requerimientos.
La segunda es la responsabilidad de impulsar una cultura de emprendimiento e innovación entre los miembros de la comunidad universitaria (alumnos, académicos y egresados). La tercera responsabilidad es el sistema de incubación de empresas, el cual da asesoría a los emprendedores para que puedan convertir un conocimiento en un negocio.
“El concepto de emprendimiento que utilizamos en la labor de difundir la cultura de innovación es uno más amplio del que solo se refiere a ser empresario. Para nosotros un espíritu y una mentalidad de emprendimiento es más una actitud hacia la vida, es una forma de enfrentar retos, de resolverlos (…) queremos difundir ese espíritu de emprendimiento entre todos los egresados”, expresó el coordinador de la CID.
Asimismo, el maestro Romero Ortega dijo que la principal característica que se busca en un proyecto es que tenga un componente de innovación. De igual manera, mencionó que se toma la definición de la Ley de Ciencia y Tecnología: “es aquel producto, proceso u organización nuevo o mejorado”.
Como características secundarias los proyectos que busquen ingresar a una de las cuatro categorías del sistema de incubadoras “innovaUNAM” deben derivarse de los procesos de educación o de investigación propios de la universidad, así como atender a una necesidad real o percibida de la sociedad.
El sistema de incubadoras se divide en cuatro tipos: proyectos de base tecnológica, cuyo fin es explotar comercialmente un conocimiento nuevo; proyectos de tecnología intermedia, que se basan en conocimiento especializado; proyectos de negocios tradicionales con propuestas innovadoras; y proyectos de innovación social, los cuales están destinados a ayudar a grupos sociales vulnerables.
La CID tiene dos formas para atraer a personas con proyectos innovadores, a través de una convocatoria con vigencia permanente, así como la identificación de grupos que tengan propuestas innovadoras, los cuales son invitados a participar en la conformación de un proyecto empresarial.
Una de las características más importantes de la CID es que se le da seguimiento a los proyectos que ya han completado el proceso de incubación, de manera que todas las empresas forman parte de una red. Cabe destacar que del total de empresas que pasan por el proceso de incubación, 92 por ciento sigue en operaciones.
El maestro Romero Ortega Menciona que es importante que los proyectos cuenten desde el inicio con un modelo de negocios en el cual se defina de dónde van a generar ingresos, quiénes van a ser sus proveedores y cuáles son los contactos adecuados para verdaderamente concretarse como un proyecto empresarial.
Un caso de éxito
En el año 2012 Adrián Cordero Ibarra, ingeniero químico, y Jorge Pérez Gavilán, ingeniero civil, ambos egresados de la UNAM, inscribieron Tubepol en la convocatoria del sistema de incubadoras innovaUNAM. Esta empresa se dedica a la rehabilitación de tuberías, pero con la particularidad de que el proceso elimina la necesidad de realizar excavaciones.
La reparación de las tuberías se hace con tecnología desarrollada por los dos universitarios y consiste en un recubrimiento de fieltro poliéster impregnado por una resina. Este fieltro se introduce en la tubería afectada y se infla como si fuera un globo, de tal modo que adopta la forma del tubo y posteriormente se endurece, tapando aquellas fugas que pudieran existir.
“Como ingenieros no conocíamos temas de administración, de marketing, de estados financieros o de cómo vender un producto, por lo cual, a la par de que íbamos desarrollando el proceso de innovación y desarrollo de materiales empezamos a tomar capacitaciones con especialistas en diferentes áreas”, dijo Cordero Ibarra.
El alto número de empresas que siguen en operación se debe gracias a que el sistema de incubadoras proporciona asesorías que no solo ayudan a los emprendedores a optimizar sus procesos y la calidad de sus productos, sino que también les proporciona herramientas para poder administrar y hacer crecer sus empresa.
“Hemos tenido ventas a industrias privadas, hospitales del país y ahorita estamos atendiendo proyectos para gobiernos de estados dentro de México. Nuestro crecimiento ha sido aproximadamente del 100 al 150 por ciento anual desde que se conformó la empresa hasta la fecha”, expresó el ingeniero químico.
En 2016 Tubepol fue elegida como la mejor empresa de entre 179 proyectos que han participado desde el año 2009 en el proceso de incubación de innovaUNAM. Romero Ortega puntualizó que no se busca crear un gran volumen de proyectos, sino que se da más importancia a la calidad.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.