Desarrollan proyectos tecnológicos para garantizar la seguridad marítima nacional
Por Yureli Cacho Carranza
México, DF. 23 de septiembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El 24 de septiembre (cuarto jueves de septiembre) se conmemorará el Día Marítimo Mundial 2015 con el tema "Educación y formación marítima", cuyo propósito es reconocer la calidad y seguridad del transporte marítimo alrededor del mundo, además de exhortar al excelente desempeño de involucrados en la industria para mantener la estabilidad y sostenibilidad del comercio marítimo mundial.
En este sentido, México como país bioceánico, situado entre los dos mayores océanos del mundo, el Pacífico y el Atlántico, es miembro de la Organización Marítima Internacional () desde hace 57 años y acorde con el marco normativo de la OMI, México fortalece la industria marítimo naval movilizando a través de sus océanos 280 millones de toneladas de mercaderías anuales en promedio y recursos que revisten gran importancia estratégica para la preponderancia económica y el empleo nacional, mencionó el contralmirante Sergio Antonio Islas Sánchez, coordinador de Proyectos Externos adscrito a la Dirección General de Investigación y Desarrollo de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar).
“Tenemos una y media veces más mar que tierra; de territorio tenemos alrededor de dos millones de kilómetros cuadrados, de zona económica exclusiva (ZEE) más de tres millones de kilómetros cuadrados, más de 11 mil km de playas, de ahí la importancia económica, social e industrial de nuestra gran zona marítima”, señaló.
Agregó que a fin de salvaguardar la independencia nacional y ser garante de la seguridad interna, la Armada de México contribuye con las misiones encargadas por la Federación a través de la solidez del Sistema Educativo Naval (SEN). “El nivel escolar es muy alto, al cadete que no demuestre rendimiento académico se le separa de la institución. Los alumnos reciben los últimos conocimientos generados en ciencias navales y en la parte técnico científica somos muy exigentes. Recientemente se creó la Universidad Naval para impulsar la investigación e innovación científica, académica y tecnológica con la finalidad de forjar marinos cada vez más profesionales”.
Adicionalmente, para poder ascender a otros grados es necesario presentar un conjunto de exámenes: médico, psicológico, físico y académico, este último es acumulativo, incluye los conocimientos de cadete, oficial, capitán, almirante, etcétera. No aprobar uno de los exámenes implica no poder seguir con el resto.
"Diariamente se realizan actividades deportivas e instrucción militar por lo que México tiene una Armada vigorosa y con gente capacitada. El que cada integrante le dé mantenimiento a sus áreas habitables contribuye a inculcar la doctrina naval y el sentido de pertenencia", comentó el contralmirante Islas Sánchez.
“La tecnología que se emplea es la necesaria para las misiones de seguridad que prevalecen en el país. La flota de helicópteros para traslado de ayuda humanitaria a lugares inaccesibles es moderna y satisfactoria; no se requieren helicópteros de guerra de última generación porque no es el propósito. México está enfocado en ambientes de paz, la vocación del país es pugnar por la solución de conflictos por medio de la diplomacia y la no intervención”.
Asimismo, los medios que se asignan a las unidades operativas para ese propósito responden a la demanda de operaciones debidas a desastres naturales (huracanes, inundaciones, terremotos), búsqueda y rescate, salvaguarda de la vida en la mar, así como mantenimiento del Estado de derecho en el mar territorial. “La aviación naval se ha modernizado y fortalecido, nuestros buques, al ser construidos en México y por personal mexicano, responden a la realidad del país y crean fuentes de empleo", expuso el coordinador de Proyectos Externos a propósito del Día Marítimo Mundial.
Fondo Sectorial Semar-Conacyt
Por otra parte, desde 2001 se signó entre la Secretaría de Marina y el Conacyt el Convenio Semar-Conacyt, en virtud del cual se creó el Fondo Sectorial de Investigación y Desarrollo en Ciencias Navales (FSIDCN) a través del cual se han financiado diferentes proyectos de investigación y desarrollo para la solución de necesidades operativas de la Armada de México, en donde la participación de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN), las universidades autónomas de Querétaro (UAQ), Chiapas y San Luis Potosí, el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), entre otros, ha resultado fundamental.
A decir del entrevistado, el objetivo de los diferentes proyectos es la sustitución de tecnología y en lugar de adquirir tecnología del extranjero a un costo en ocasiones muy elevado, con tecnología mexicana, las instituciones y centros de investigación logran desarrollos similares a costos inferiores y el conocimiento se queda en México.
“Entre las bondades de los convenios establecidos a través del FSIDCN está la transferencia de tecnología, esto es, que antes de que se termine cualquier proyecto, el centro o institución de investigación capacita a personal de la Armada por áreas de conocimiento y les enseña qué y cómo lo hizo para que los miembros de la Armada puedan dar mantenimiento a ese desarrollo, lo puedan reparar e incluso reproducir sin necesidad de ayuda externa. Así no se depende de técnicos extranjeros, con lo que se generan ahorros sustanciales. Además de que en una nueva vertiente el desarrollador tendrá que hacer los trámites ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para que el producto o desarrollo quede registrado a favor de la Secretaría de Marina”, dijo el contralmirante Islas Sánchez.
Garfio, tiro naval
Uno de los desarrollos más icónicos financiados a través del Fondo Sectorial de Investigación y Desarrollo en Ciencias Navales es un sistema director de tiro para armamento naval denominado “Garfio”.
Este da mayor seguridad al tiro al hacerlo con más precisión y rapidez, puede dar seguimiento a blancos detectados por radar y reduce el riesgo de la vida humana que opera el armamento. “El elemento humano antes expuesto, ahora se encapsula dentro de la seguridad del barco quedando mucho más protegido y desde adentro monitorea hacia dónde está el blanco y lo engancha con el director de tiro. Al probarlo el año pasado a una distancia de tres kilómetros se obtuvo una agrupación de los disparos muy cerca del blanco”, relató el coordinador de Proyectos Externos.
Simulador del juego de la guerra
Un segundo proyecto, cuya tecnología ha dado pie al desarrollo de otros más, es el simulador estratégico operacional, conocido como simulador del juego de la guerra y que pertenece al Centro de Estudios Superiores Navales (Cesnav). Como parte de su preparación, los miembros de la Secretaría de Marina deben saber ambientarse a escenarios muy complejos para enfrentar situaciones de emergencia. “Conocer las fortalezas, debilidades y la potencialidad de diferentes enemigos. México es un país pacífico pero el marino militar siempre tiene que estar capacitado para defender el país; cada nación procura hacerse de un simulador para profesionalizar a su gente”, señaló Islas Sánchez.
El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) —que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Conacyt— lo desarrolló y desde su origen se le proveyó de algoritmos mexicanos con la información de táctica y estrategia de la Armada de México. Comprende múltiples situaciones, el tiempo puede simularse hasta diez veces más rápido de lo que corre en la vida real, la velocidad también puede ser diez veces mayor que la de la realidad. Se le pueden introducir contextos de paz o guerra; combates tácticos, individuales, escaramuzas entre fuerzas menores, hasta la participación de cientos de aviones, barcos, submarinos y miles de combatientes, aludió el coordinador de Proyectos Externos de la Semar.
“Para hacer los equipos del juego de la guerra, donde uno es amigo y otro enemigo, a los ocupantes del simulador se les aísla en cabinas y el ambiente es como si realmente estuvieran en una guerra. Hay un árbitro que ve lo que hace cada uno, les mueve el escenario, les manda mensajes, les introduce variables de último momento para conocer sus reacciones. Además se tiene una terminal desconcentrada, en Manzanillo se tiene una cabina que se puede conectar por Internet y los marinos de allá pueden practicar con los del Cesnav”.
Añadió que el mantenimiento del simulador anterior costaba varios cientos de miles de dólares anuales y a este simulador el mantenimiento se lo da personal de la Armada. Actualmente el costo de un simulador del juego de la guerra adquirido en el extranjero, dependiendo de sus prestaciones, oscila entre 2.25 y 6 millones de dólares.
Vehículo modular acuático para batimetría
Diez por ciento de las aguas costeras de México tiene poca profundidad por lo que no permite la entrada de un barco oceanográfico para medirla y es importante tener la cartografía de esas aguas, aseveró el contralmirante.
De esta forma, se desarrolló un instrumento que autónomamente se interna en aguas someras y se le controla desde tierra con una ruta programada para así poder cartografiar. Su margen de error es solo de un centímetro. Puede detectar y evitar obstáculos. Su software es el mismo que emplea la Dirección de Oceanografía y una vez que se toman las muestras, las lecturas se envían vía satélite en tiempo real a la computadora de una estación terrena. Terminada la exploración, la información se incorpora inmediatamente a la carta náutica.
Sistema autosustentable de control de gases nocivos
Desarrollado para las patrullas oceánicas de la Armada de México con la finalidad de impulsar la investigación y el desarrollo tecnológico institucional, contribuye al desarrollo marítimo nacional y a la estrategia nacional de cambio climático.
Este proyecto está orientado a reducir el impacto ambiental de los barcos de la Armada mediante eliminación simultánea de dióxidos de carbono (CO2), nitrógeno (NO2) y azufre (SO2) a través de su asimilación como microalga o fitoplancton, previa absorción en agua del mar como fuente de nitrógeno y de azufre para formación de biomasa algal. Se logra una importante disminución del impacto en acidificación atmosférica y salud ocupacional a bordo.
Para el contralmirante Sergio Antonio Islas Sánchez, los proyectos derivados del Fondo Sectorial de Investigación y Desarrollo en Ciencias Navales Semar-Conacyt contribuyen a disminuir la dependencia tecnológica del extranjero, fortalecen las capacidades operativas que promueven el desarrollo especializado del país, modernizan las unidades operativas con tecnología y equipo avanzado, generan mayor conocimiento tanto en la comunidad científica nacional como en el personal de la institución y son capaces de resolver necesidades puntuales de la Semar para alcanzar una operación más eficiente de las unidades y establecimientos navales, los cuales además han resultado más económicos que sistemas comerciales con prestaciones similares.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.